Aquí estoy, en el avión, con destino a Roma, por fin, no me podía creer que después de tanta lucha, conseguí dinero suficiente para mis merecidas vacaciones en Roma.
Bueno, en realidad, no eran unas vacaciones, sino una manera lógica de terminar mi proyecto de fin de curso, en la Universidad de periodismo. Mi idea era escribir un articulo sobre las misteriosas desapariciones que últimamente se habían registrado en Roma.
La verdad, si estoy loca, pero era mi sueño y por fin se hacia realidad.
El viaje fue bastante lento y pesado, pero esto se borro cuando por fin sdel avión salí y me encontré en el Aeropuerto de Leonardo Da Vinci, ahora tenía que recoger mi equipaje y coger el tren que me llevaría a mi hotel.
Elegí Pop Inn Hostel, un pequeño hotel, situado en pleno centro de ciudad muy bien comunicado y con buen servicio, lo ideal para mi que no conocía la ciudad más allá de fotografías y reportajes de turísticos.
La estación de trenes de Termini, paraba muy cerca del hotel, así que fue ese mismo el que cogí para llegar hasta allí.
pena tener que bajarme, pero el fin de trayecto estaba próximo y tenía que bajar.
No me lo podía creer estaba en medio de la ciudad, a lo lejos podía divisar el Coliseo Romano y hacia el otro lado se divisaba la cúpula de la Plaza de San Pedro, increíble.
La entrada del hotel era sencilla sin mucha ornamentación, la recepción de encontraba vacía, cosa extraña a esa hora del mediodía.
Buenos días
Buenos días Srta, tenia reserva, dijo en tono amable el recepcionista.
Si
A que nombre?
Juliette Vinot
Si, Srta, efectivamente, aquí esta su reserva, habitación 510.
Estaba firmando mi hoja de entrada, cuando oí unos pasos a mi espalda, parecían bastante corpulentos, por el ruido que hacían al andar, al levantar la vista, ví la cara de angustia del recepcionista, me gire rápidamente y los vi, eran tres hombres armadas con ballesta de aspecto robusto y muy alto, sus ojos me apuntaban con fiereza, iban a por mí.
En ese momento, ocurrió algo inesperado un hombre se interpuso entre ellos y yo, era igual de corpulento y alto, pero a diferencia de ellos, intentaba protegerme, era la criatura más perfecta que había visto antes comparable a David de Miguel Ángel.
Empezaron a hablar entre ellos en una lengua desconocida, que no era italiano, ni ningún otro idioma conocido, era como una especie de dialecto que solo ellos conocían.
Ellos me señalaban y le gritaban para que se apartara de su camino, pero el no accedía, los ojos de los otros eran color rojo, y su furia aumentaba por momentos, el me empujo hacía atrás mi espalda chocaba con el mostrador de la recepción, sus brazos eran cadenas que mantenían oculta y me impedían cualquier movimiento.
Su voz calida y a la vez contundente, logro apaciguarlos y terminaron por marcharse.
Se dio la vuelta hacia mi, su rostro era tan perfecto y sus ojos oscuros y almendrados, no me hablo tan solo me miro fríamente y se fue.
Se encuentra bien señorita, me dijo el recepcionista aún temblando.
Creo que si, creía porque en realidad estaba a punto de desmayarme.
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Ángeles, Amor Inmortal
RomanceY aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, al ver los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Entonces dijo Yahvé: «...