Guardo la secreta esperanza de encontrar a alguien que me quiera de verdad. A alguien que se quede el tiempo necesario para disfrutar de todas mis historias, y no se vaya al descubrir todas mis cicatrices . A alguien que me bese la frente y me abrace por la cintura porque si, porque quiere, y no solo por cumplir. Guardo esa estupida esperanza de ser feliz con alguien. Con alguien que apoye su barbilla en mi hombro y al que le encante hacerme de rabiar. Alguien que piense que soy la chica más guapa de la sala, aunque tenga el pelo despeinado y los ojos llorosos. Encontrar a la persona adecuada, por la que merezca la pena pasarse las noches sin dormir. A alguien que se enfade conmigo por llegar siempre tarde, pero que me perdone después de unos morritos y un sonoro beso en la mejilla. A alguien que se ría de mi comportamiento infantil, de mis saltos y mis vueltas. Sigo guardando la esperanza de encontrar a alguien que se quede después de haberme conocido mejor que nadie, alguien por quien demoler todos los muros de decepciones que guardo dentro.
Sigo guardando la esperanza de encontrarte.