Apariencia || Sin editar

Capítulo 7-2

—¿Pero no podía ayudarme, o sólo despertarme? No, claro que no, si es un maldito hijo de mi mamá y de mi papá. Lo odio—Digo mientras me arrastro por el suelo para poder entrara a mi casa.

Tengo la esperanza de que algún alma caritativa entre por esa puerta y me arrastre hasta la cocina porque muero de hambre.

Aunque ahora recuerdo que tengo mi móvil en el bolsillo del pantalón.

Si serás inteligente, Kendall.

Esto es tú culpa, tú tienes que encargarte de recordarmelo.

Bien, llamaré a...

Freddie, posiblemente siga en casa de, Matthew y pueda venir a ayudarme.

Saco el celular de mi bolsillo con mucho, mucho esfuerzo y busco el nombre de Freddie en mis contactos, es difícil hacerlo con una sola mano.

—¿Kendall?

_Freddie, necesito tu ayuda, por favor—Suplico—Ahora.

—¿Qué pasa?

—Nickolas me ha hecho dormir en el patio y se ha ido al trabajo sin ayudarme a entrar a la casa y ahora estoy tirada en el suelo intentando entrar arrastrándome, pero ya no puedo más—Suspiro—¿Puedes venir a ayudarme?

—¡Ey devuélveme el celular!¡Matthew basta!—Escucho a Freddie gritar al otro lado de la línea—¡Necesito hablar con Kendall, dámelo ahora!—Vuelve a gritar—¿Kendall?¿Es ella?—Pregunta otra voz que supongo es Matthew.

—¡Freddie, por favor!—Grito desesperada, el piso esta frío y me duele el cuerpo.

—¿Qué pasa Kendall?—Pregunta Matthew—¡Esta hablando conmigo, no contigo, ahora dame mi celular!—Gruñe Freddie—Cierra la boca—Interrumpe Matthew.

—¡Basta Matthew, necesito ayuda y tú no estas ayudando en absoluto!—Grito.

—De acuerdo, voy para tu casa—Dice para después colgar la llamada.

Esperen...

¿El dijo "Voy para tu casa"?

Si, eso dijo.

Ya lo se, no estoy sorda.

Entonces para que preguntas.

Qué se supone que haga ahora, esperar a que Matthew o Freddie vengan a salvarme del frío infernal de los azulejos y que Nickolas me golpee por meterlos a la casa.

No debí llamar a nadie, debí esperar tirada en el suelo a que el gorila de mi hermano llegara para poder gritarle de cosas, pero no, mi hambre es mayor que mi orgullo de mujer.

Bueno, basta de lamentos, el hubiera no existe y ahora sólo me queda esperar.

Tarareo la canción Life of the party de Shawn Mendes mientras espero a que vengan a ayudarme.

Después de unos minutos escucho un automóvil aparcar fuera de mi casa al instante que mi celular comienza a sonar con una mensaje de freddie.

Freddie;

Estamos afuera, ¿dónde están las llaves?

Tecleo la respuesta y no puedo evitar tratar de arreglar mi cabello y mi ropa.

Kendall;

De la derecha la tercer maceta.

El sonido de la puerta me indica que las ha encontrado, escucho sus pasos acercarse con rapidez por el pasillo hasta que logró verlos en mi panorama, Freddie corre hacia mi pero Matthew da media vuelta y se va, no se a dónde pero no escucho la puerta por lo que aún debe estar dentro de la casa.

—Nickolas me sorprende cada día más, enserio—Freddie me carga en brazos y me lleva a la sala donde está Matthew sin hacer movimiento alguno_Te pondré aquí—Freddie me recuesta en uno de los sillones.

—Gracias—Le dedico una sonrisa amable a Freddie y una mirada fugaz a Matthew.

—No hay de que—Responde Freddie—Bueno, nosotros nos vamos, estámos un poco ocupados—Matthew asiente y no se por qué deseo que diga algo, aunque sea irrelevante pero que hable.

—De acuerdo—Suspiro—Adiós.

—Adiós—Freddie se despide y camina hacia la salida en cambio Matthew se queda mirándome con los brazos cruzados—Matthew, vamos.

—Ya te alcanzo, necesito hablar con Kendall.

—De acuerdo, no tardes mucho—Freddie sale cerrando la puerta detrás de él.

Esto me da miedo, estoy sola en mi casa con un hombre lleno de tatuajes, con mirada asesina, músculos enormes y totalmente desconocido para mí.

—¿Qué quieres?—Pregunto.

—Muchas cosas en realidad—Responde serio haciéndome sentir pequeña.

—Enserio, Matthew.

—De acuerdo—Suspira para después tomar asiento a mi lado—Sólo quiero que aceptes ir a una cita conmigo.

—¿Qué?—Pregunto perpleja.

Primero se comporta como un niño inmaduro, después me ignora, después se comporta indiferente y ahora me invita a salir.

¿Qué pasa con el siglo XXl que está acabando con todos los hombres?

Tengan piedad de nosotras las mujeres.

—Si, a menos que tu hermano no te deje salir conmigo—Sonríe de lado.

Y a ésto le llamo psicología inversa.

—No le tengo que pedir permiso para nada, pero el caso es que yo no quiero salir contigo—Su rostro se desencajada totalmente confundido a lo que yo trato de lo reírme.

—Entiendo, bueno me voy—Se pone de pie cabizbajo.

Que sufra un poco más.

—Adiós—Y antes de que llegue a la puerta le digo—Nos vemos mañana a las siete en punto—Se detiene antes de cerrar la puerta para mirarme con una enorme sonrisa.

—A las siete—Afirma y cierra la puerta.

Ese hombre me vuelve loca, tiene una apariencia de acero pero es tan tierno y sensible qué sencillamente es envolvente.

Sonrió apartando por un momento mis pensamientos sobre Matthew para llamar a Nickokas y darle su sentencia de muerte por teléfono.

—¿Si?

—Estas muerto gusano de mierda, espero que hayas realizado todos tus planes de vida porque de mañana no pasas Nickolas—Escucho su risa y decido colgar la llamada.

Está muerto, definitivamente.

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Antes que nada, quiero disculparme por no dar señales de vida en esta novela.

Pero aquí les dejo el nuevo capítulo de Apariencia.

Espero que lo hayan disfrutado.

¿Qué hará Nickokas cuando se entere que Matthew invito a salir a su hermanita?

Besos, l@s quiero.

No olviden votar y comentar si quieren dedicatoria.

Kendall en multimedia.

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