Las personas por obligación o por lástima suelen decirte "tienes mi apoyo" ó "todo estará bien"
Pero... ¿es eso verdad?
No, claro que no.
Sus palabras no cambian en absoluto que yo me haya quedado huérfana, sus palabras no reviven a mis padres, ni a mi hermana, no cambian nada. Simplemente no sirven.
Mi hermano se encuentra igual que yo; cansado de todo esto. No tengo idea de porque la gente acostumbra a realizar funerales, sólo empeoran las cosas, a cada minuto una persona diferente se acerca a decir lo mismo que la anterior y así sucesivamente.
—¿Cómo te sientes?—Pregunta Nickolas, mi hermano, que se encuentra a mi lado durante el funeral.
—Igual que tú—Suspiro al ver unas cuantas personas que se aproximan hacía nosotros—Mi más sentido pésame—Chilló imitando sus voces.
—Cuanto lo siento—Imita mi hermano y por primera vez sonrío en éste asqueroso lugar.
Guardamos silenció cuándo las personas llegan a nosotros con su mejor cara de lástima, te abrazan, sonríen falsamente y seguidamente, te dan el mismo discurso que todas las demás. No es que no valore el hecho de que estén aquí, pero jamás los veo a todos tan unidos hasta que llega la muerte de algún familiar.
—¿Se encuentran bien?—Mi tía Teresa es la primera en hablar. Asiento indiferente, estoy cansada de repetir la misma acción con cada persona que sé me acerca.
—Voy a salir un momento—Informó a mi hermano, el cual asiente enseguida.
Caminó por el pasillo de la funeraria de "lujo" o por lo menos así lo llama mi tía; la hermana de mi padre, la cual se ha hecho cargo de los gastos del funeral, bueno, con dinero de mi padre. El pasillo parece alargarse conforme voy avanzando pero yo sólo quiero encontrar la salida de este lugar, tomar aire fresco y jamás regresar.
No, no es cierto, no puedo dejar sólo a mi hermano, ya es mayor pero, me necesita y yo a él.
A unos cuántos metros visualizo un elevador al cual corro enseguida, presiono el botón para llamar y cuándo esté abre sus puertas entro rápidamente.
Balanceo mi cuerpo sobre las puntillas de mis pies hasta llegar a la planta baja donde se encuentra la puerta principal.
Inconscientemente corro hacía la salida e inhalando el aire fresco.
Levanto ambos brazos hacía el cielo cerrando mís ojos. Algo bastante relajante para mí.
—¿Fotosíntesis?—Volteó inmediatamente al escuchar una voz masculina con un toqué burlesco detrás de mi. Mis mejillas se calientan de vergüenza, al mismo tiempo que los colores suben a mi rostro.
—Probablemente—Respondo al joven que está en frente de mi. Es atractivo a pesar de estar repleto de tatuajes, mi hermano también tiene algunos pero no tantos. Su cuerpo está perfectamente tonificado, sin exagerar, su cabello está levemente alborotado y sus ojos son de un color verde claro.
No puedo creer que lo analicé tan rápido.
—¿Qué hacías realizando tu fotosíntesis frente a una funeraria y enfrente de todos?—Miró a mi alrededor y mis mejillas se calientan aun más al ver que un par de personas me están observando expectantes con cara de asombro.
—Esto es incómodo—Trató de ocultar mi rostro sonrojado con los mechones de mi cabello.
Él joven apuesto sólamente ríe a carcajadas haciéndo que más gente pose su atención en nosotros, empeorando las cosas.
Suspiro dando media vuelta sobre mís pies, tomando camino a la cafetería que está junto a la funeraria. Él chico al ver que me voy, deja de reír para correr hasta alcanzarme. Ruedo los ojos cuando este llega a mi lado.
—Lo siento—Lo miro y esta apretando sus labios conteniendo su risa—¿Cómo te llamas?
—Kendall—Respondo indiferente, y espero qué entienda que no quiero hablar ni con él, ni con nadie.
—Un gusto Kendall, yo me llamo Matthew—Entro a la cafetería sentándome en una mesa junto a la ventana—¿Te pasa algo o siempre eres así de seria?—Insiste y tomá asiento frente a mi.
Lo miro para ver si habla en serio pero no hay ni una sola pizca de sarcasmo en su semblante.
—¿Sabes qué pasa?—Suelto una risa irónica. No me encuentro bien y sabía que en algún momento tendría que desquitarme ó explotar con alguién. Siento mucho que tenga que ser él porque no le conozco de nada pero és muy irritante y en tan poco tiempo está llevando mi paciencia a su límite—Pasá que mis padres y mi hermana murieron y en éstos momentos se está realizando su funeral, eso pasa.
Por un momento su rostro no muestra expresión alguna y parece entender lo que le digo, pero una sonrisa no tarta en aparecer en sus labios.
—También mis padres murieron—Dice divertido. ¿Qué demonios le pasa?—Dame cinco—Eleva su mano pero yo no hago lo mismo.
Matthew en multimedia.
Volveré a publicar la novela porque me siento muy mal por avergonzarme de mi ortografía, siendo que la escribí a los 14 años, así que; aquí está de regreso.
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Apariencia || Sin editar
Romantizm-No voy a permitir que me dejes, Kendall-Me quedo mirando como Matthew súplica por mi presencia y...yo quiero quedarme.