Apariencia || Sin editar

Capítulo 11.

Matthew.

Sólo quiero saber que esto es real, que Kendall esta frente a mi, con su respiración golpeando la mía y que sus labios suplican los míos.

—No le tengo miedo—Susurro rogando que no se aleje.

—Yo tampoco—Pronuncia tranquila—Pero se que tu no le agradas y que en cualquier momento puede salir-Dice con rapidez y se aleja de mi—Y se que no sería capaz de hacerte daño pero si él...

En un ágil movimiento, junto sus labios con los míos, no podía soportar un segundo más sin saborear sus carnosos labios y más cuando pasa su lengua sobre ellos antes de hablar.

Su sorpresa se disipa conforme la beso mas suave y se dispone a disfrutar el momento. En un intento de intensificar el beso, colocó mi mano derecha en su mejilla y la acaricio.

Al separarnos junta su frente con la mía, sus ojos aún están cerrados y muerde su labio inferior, quiero morderlo también pero sería demasiado para una primera cita, aunque ciertamente llevo deseando besarla desde aquel día en el supermercado.

El sonido de un carro tocando la bocina justo en frente de mi auto hace que nos separemos un poco, Kendall termina se salir del automóvil y del otro auto sale un niño rubio con una perforación en la nariz y unos cuantos tatuajes.

—¡Kendall!—Saluda entusiasmado. ¿Quién es éste flaco sin neuronas?

—Ronny—Kendall simula gritar pero solo consigue un espantoso susurro.

El flaco sin neuronas llega hasta nosotros y le sonríe de manera extraña a Kendall. Juro que si le sonríe una vez más con cara de idiota, le rompo todo lo que se llama cara.

—Amm...Ronny el es Matthew, Matthew el es Ronny—Sonríe incomoda.

—Un gusto—Dice el flaco.

—Si, le gusto—Respondo evadiendo su saludo.

—Matthew—Kendall me mira con una ceja levantada.

—Kendall—Imito su posición.

—Bueno, no quiero molestarlos yo mejor me voy—Asiento y él comienza a acercarse a Kendall.

—Ni lo pienses—Lo amenazó en un susurro para que sólo él me oiga.

Kendall.

Matthew le susurra algo a Ronny pero no logro escuchar que.

Ronny suspira y toma distancia.

—Hasta luego, Kendall—Se despide con una sonrisa desanimada y da media vuelta antes de entrar a su casa.

Miro a Matthew con una ceja levantada a lo que él me responde con una sonrisa.

—Deberías entrar—Señala mi casa con la mirada.

—¿Qué le dijiste?—Me cruzo de brazos para verme mas ruda.

—Que lo esperaban en su casa-Sonríe de lado y pasa su pulgar por su labio inferior. Quisiera o mejor dicho, quiero morderlo pero no quiero parecer desesperada.

—Mentiroso—Levanto una ceja y el hace lo mismo—No me imites.

—No lo hago—Sonríe-Sólo se me da la gana levantar una ceja y si yo quiero puedo levantar las dos, mira—Levanta ambas cejas y suelto una carcajada.

—Has lo que quieras.

—Eso hago, ahora entra a tu casa y no salgas si no es conmigo—Se cruza de brazos al igual que yo, bueno no parece que lo haga con un brazo vendado pero eso es para mi.

—Voy a hacer lo que yo quiera—Comienzo a caminar con ayuda de mis muletas.

—¿No te vas a despedir?—Matthew se coloca frente a mi impidiendo que siga.

—Si—Respondo y su mirada se ilumina—Adiós Matthew—Lo aparto con una muleta y continuó caminando.

—Adiós Kendall—Escucho sus risas pero no me inmutó y sigo caminando hasta la puerta de mi casa—Nos vemos luego—Abro la puerta y me giro para mirarlo.

—Si, si no es que muero de una sobredosis y no despierto mañana—Me rio de mi propia broma, la misma que le hice a Nickolas. Mi sonrisa se borra cuando comienza a acercarse a paso rápido y sin previo aviso une nuestros labios en un beso desesperado.

—No digas eso Kendall-Susurra al separarnos—Esas estupideces no son buenas y yo no quiero perderte.

Frunzo el ceño ante su extraña actitud, Nickolas se molesto conmigo por lo mismo pero no le veo nada malo a una simple broma.

—Sólo bromeaba—Susurro—Y no vas a perderme.

Asiente y se aleja más tranquilo.

—Nos vemos pronto—Sonríe suavemente.

—Pronto—Sonrió y el asiente—Adiós—Hace una seña con la mano a modo de despedida, yo entro a mi casa cerrando la puerta detrás de mi mientras observo como sube a su automóvil y se va.