[Maratón 3/3]
-¿Qué tienes?- me preguntó cuando paramos en un semáforo.
-Nada, ¿Qué parezco tener?
-Todo.
-Pues no, no lo tengo todo.
-Entonces puedes tener algo.
-Es una posibilidad.- hice una pausa- que no es posible en este momento.
Sonrió recargado en la ventanilla mostrando lo que más me encantaba, sobre todo.
-Te vez hermosa, no te lo dije en casa, lo siento.
-No siempre tienes que decirmelo, no tienes que mentir.
Miré como cerraba los ojos y suspiraba.
-No miento.
-Lo haces todo el tiempo.
-¿A qué te refieres?
-Tu sabes.
Se quedó callado hasta que llegamos a el instituto.
-Mira, perdón.
-¿Perdón?- no entendía.
-No me quedó de otra, sabía que iría a rogarte y de nuevo aceptarias.
-¿Qué?- lo miré con el ceño fruncido.
-Juro que quería decírselo todo, pero no, no puedo.
-¿De qué hablas?
Me miró unos segundos sin moverse.
-Demonios.- susurró golpeando su frente contra el claxon, haciéndolo sonar.- solo no quiero que estés molesta conmigo.
-¿Por qué no solo me lo dijiste cuando te lo pregunté?
-No lo sé, por cobarde, que es lo único que sé ser.
Azoté mi nuca hacia la parte trasera del asiento, saque aire por la boca haciendo volar mi flequillo.
Todo estaba silencio dentro del coche, escuché mi celular, reaccioné.
-¿Bueno?- contesté.
-Camila- era Sam.
-¿Qué pasó?
-¿Estás con Derek?
-Si, ¿por qué?
-Necesito verlos, a amos.
-¿Dónde? Tengo que entrar a clases.
-Solo una clase, es importante.
-¿Dónde? -Repetí
-Jardin trasero, cinco minutos.
-Okey ¿Pero qué pasa?
-Los veo haya.
-Esta bien.
Colgué*
-Sam quiere vernos.
-¿A amos?
Asentí.
-¿Para?
-No lo sé.
Abrí la puerta azotandola, fruncí el ceño por el sol. Caminé hacia la entrada del instituto y mostré mi credencial.
Me miraban raro, tal como si fuera la chica nueva, fea y nerd. De pies y cabeza y después susurraban entre ellos.
Derek venía detrás mio, después a un lado mio. La chicharra había sonado para la primera clase, seguimos caminando hasta llegar al jardín trasero, cuyo casi siempre estaba solitario.
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Mi Hermanastro [Editando]
Teen FictionEs extraño, es imposible, es enfurecedor, es anormal para algunos, y pecado para otros. Pero a ellos no les importa lo que piensen, ellos se arriesgan a que su historia sea una de las mejores que las personas puedan contar. Pase lo que pase...