Llegamos a casa, introdujo la llave y algunos segundos después la retiró dejando aún la puerta cerrada.
-Por hoy no se habla de esto Derek, mañana decidiré lo que pasará, sea lo que sea, tendrán que aceptarlo.
No dejó que le contestara.
Volvió a introducir la llave, esta vez abriéndola.
Entrando miré a Camina en la sala, cuando cerré la puerta se percató de nuestra llegada y fue hasta nosotros. Mi padre dejó las bolsas en la barra y ordenó que pusiéramos la mesa, la miró unos segundos y después subió.-¿Qué pasó?- me preguntó.
Giré la cabeza diciendo nada.
Me abrazó de repente envolviendo todo mi torso y con la cara en mi pecho.
-¿Crees que se lo diga a mamá?- susurró.
Recargué mi barbilla en su cabeza y la abracé.
-No lo sé.
-Dime lo que hablaron- se separó.
-Nada importante.
-Ahora todo es importante.
-¿Te lo cuento después? Están por bajar- me acerqué a ella y besé su mejilla.
-Está bien.- sonrió.
Fuimos hacia la cocina y tomamos platos y cubiertos para la mesa, los colocamos cómo solíamos sentarnos, mi padre y su madre en ambas cabeceras y en los costados, nosotros.
Bajaron, mi padre la ayudaba un poco.
Le abrí la silla y ella se sentó, agradeció.Después de ello todos nos sentamos.
-El ambiente es incómodo y callado ¿Pasa algo?- preguntó su madre.
-Nada, querida- Mi padre comenzaba a servir en su plato.
-Derek, ¿puedo pedirte un favor?- me preguntó ella.
Asentí con la cabeza.
-¿Puedes llamarle a mi jefe y decirle que no podré ir mañana?
-Camila comenzó a reír- Ya lo hice.
-¿Tú?
-Si, ya lo hice. No me gusta ser mala con las personas que sí lo son, para que aprendan que no todo mundo lo es, y así se den cuenta que no deberían serlo.
Se miraron entre ellas varios segundos.
-¿Y bueno? ¿Qué preferirían comer?- preguntó papá intentando cambiar de tema.
-¿Se puede elegir?- pregunté.
-Tú no puedes- me entregó un plato con arroz y un poco de pollo agridulce.
-Lo suponía- alcé una ceja.
-Para mi tampoco ¿Cierto?- preguntó Camila.
-¿Ahora que hiciste, Camila?- preguntó su madre.
-No me gustaría decírtelo- habló James.
Lo miré, esperando que no lo hicera.
-Hablen.
-Estoy por perder música, y si no preparo una canción y la cantó para final de bimestre, no pasaré. De nada.- dijo Camila.
-¿Qué? ¿Y por qué rayos no me lo dijiste?- alzó la voz.
-Por qué yo también estoy por perderla y pensábamos decírtelo ambos, con una sorpresa, para que no fuera tanta tu sorpresa- reí- pero James nos ganó.
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Mi Hermanastro [Editando]
Ficção AdolescenteEs extraño, es imposible, es enfurecedor, es anormal para algunos, y pecado para otros. Pero a ellos no les importa lo que piensen, ellos se arriesgan a que su historia sea una de las mejores que las personas puedan contar. Pase lo que pase...