¿Te Conozco?

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- Pues claro que quiero, es mi mejor amigo.

- De acuerdo, sígueme. -dije comenzando a andar hacia la base de los Vengadores.

- ¿Cual es el plan? -preguntó mientras me seguía.

- Improvisar. ¿Confías en mí?

- Sí, supongo... -dijo confundido por mi pregunta.

- No me vale, esto es importante Rogers. -dije parando y poniendome en frente de el- Confias en mi, ¿si o no?

- Sí, vamos. -afirmó en un suspiro con prisas.

Esa vez la que suspiró fui yo, lo agarré del brazo y nos teletransportamos a la base sin que nadie de la calle nos viera.

- Ponte el traje y coge el escudo, en veinte minutos en la azotea.

El se fue rápido, me cambié la ropa a una negra ajustada y cómoda y me teletrasporté a donde estaba Nat.

- Ah, genial que ya estés aquí, coge una pistola, tienes que entrenar. -me dijo.

- Hablando de eso... Solo tengo 10 minutos.

- Me da miedo preguntar porqué, así que date prisa en agarrar una pistola y ponerte a disparar en la sala de practicas.

Agarré una pistola rápido y otra la escondí en mi traje, sin que Nat se diera de cuenta, para luego.

- Por cierto... en la misión disparabas bien y no entrenaras, ¿como...?

- Bueno... Cuando tu padre es un pesado, le gusta la caza y te obliga a ir con el, se acaba aprendiendo algo. Y cuando vas al ejército, aunque solo sea de enfermera, también. -le contesté divertida mientras me ponía unas gafas y disparaba contra una diana.

- No sabía que fueras al ejército.

- Poca gente sabe cosas sobre mi... sobre todo, la que sigue viva -le dije pensando en Fury, Steve y Bucky- Considerate afortunada.

Después de esto dejé la pistola y las gafas. Nat miró la diana y puso una cara de asombro, había hacertado casi todos los disparos. Me despedí de ella y me teletransporté a la azotea. "Vamos a divertirnos" pensé.

Busqué a Steve con la mirada y me acerqué a el.

- Ya lo he localizado.

- Vale, pero antes de nada... ¿Estas seguro de que confias en mi? -dije tendiendole la mano.

- Sí... -dijo agarrando mi mano con timidez.

- De acuerdo. -dije mientras nos teletransportabamos al borde de la azotea y (aún teniendo a Steve agarrado de la mano) lo empujé al vacío entre los edificios.