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Unas semanas después

Bucky había ido a unas cuantas misiones por mi aunque yo estaba bien, era solo por lo que Steve llamaba "precaución". Me había pasado casi todo el tiempo dibujando. Mi hermano se estaba acostumbrando y yo a veces lo llevaba a sitios para intentar que recuperara la memoria. Ahora mi hombro estaba casi completamente curado y yo estaba dibujando a mi hermano en mi cuaderno cuando Steve entró por sorpresa.

- ¿Pero es que ya nadie sabe llamar a la puerta? -dije levantándome de la silla y tapando el cuaderno con mi cuerpo.

- ¿Qué me escondes? -dijo con una media sonrisa acercándose a mi.

- Pues en realidad, muchas cosas. -dije dándole un pequeño beso en los labios.

Intentó agarrar mi cuaderno poniendo una mano en el escritorio pero yo puse la mía encima.

- La curiosidad mató al gato. -dije apartando su mano que acabo colocando en mi cintura.

- Por lo menos, murió sabiendo. -dijo dándome la vuelta rápido, agarrando el cuaderno y hojeándolo.

- No es una sorpresa, ya te dije que dibujaba. -dije con una media sonrisa. 

- Pero no que lo hacías tan bien. -dijo abriendo los ojos.

- Comprobemos lo tuyo.

- ¡N-. -antes de que acabara me teletransporté a su habitación, agarre su cuaderno y volví a mi habitación mientras lo ojeaba. Cuando llegue Steve estaba mirando mi cuaderno con ojos tristes.

- ¿Qué pasa, Steve? -dije agarrando el cuaderno y dándole la vuelta para que yo pudiera verlo- Oh... Ya.

No me acordaba de ese dibujo. Aparecíamos Bucky y yo, el con su traje de militar y yo con un simple vestido. El y yo reímos, el me había pasado el brazo por encima de los hombros, en esa época todo había sido perfecto. Lo peor es que yo había vivido ese momento y no se volvería a repetir. Se me cristalizaron los ojos pero no llegue a llorar.

- Lo siento... No debí-.

- Tranquilo... No pasa nada... Este es el tipo de heridas que permanecen abiertas. HYDRA siempre las dejará así. -dije abriendo su cuaderno y viendo un dibujo que me rompió el corazón (multimedia)- Parece que no soy la única que se tortura.

- La verdad es que no. -dijo en un suspiro.

- Por cierto... ¿A que viniste? -dije con los ojos aun cristalizados.

- Ah, eso... -dijo rascándose la nuca tímidamente por lo que sonreí- Era por si querías tener una cita, pero supongo que después de esto...

- Me vendrá bien desconectar.

- Entonces paso por aquí a las cinco y vamos a una cafetería. -dijo dándome un tierno beso y acercándose a la puerta.

- De acuerdo. -dije lanzándole su cuaderno, que agarro en el aire.

- Por cierto... Tus dibujos de mi me gustan. -dijo riéndose y marchándose por lo que me sonrojé.

"¿Como puede gustarme este vejete? " pensé riéndome por dentro. Aunque sabía que el también tenía dibujos míos por lo que sonreí y mire el reloj, eran las cuatro y veinte. Me di una ducha me cambié y me maquillé.

Cuando acabé eran menos cinco y salí al pasillo para esperarlo allí. En ese momento pasaba Tony y me miró.

- ¿Porqué siempre vas de negro?

- Estoy esperando tu funeral. -dije sonriendo divertida.

- Me lo tomaré como un cumplido. -dijo sonriendo y siguiendo hasta el laboratorio.

En un rato Steve vino a por mi. Estaba muy guapo. Me vio y abrió mucho los ojos.

- Estas preciosa.

- Igualmente. -dije dándole un cálido beso.

Me agarro la mano y fuimos a una cafetería cercana. Cada uno pedimos nuestra bebida, nos pusimos a hablar y media hora después en la cafetería aparecieron unas cuantas personas vestidas de negro por detrás de Steve acercándose al mostrador.

- Creo que tenemos un problema. -le susurré a Steve.

Steve se giró disimuladamente y se volvió para hablarme.

- HYDRA ¿verdad? -pregunto susurrando, a lo que le asentí.

- ¿Tienes armas? -dije aun susurrando.

- No se puede ir a una cita con armas.

- Pues estas saliendo con una. -dije señalándome.

De repente uno de los agentes de HYDRA grito que se marcharan todos y disparó al techo mientras todos salían de allí, presas del pánico.

- Eli... Deberíamos irnos.

- Lo siento pero no puedo. Les debo una pelea por controlar a mi hermano. -dije teletransportandome rápido por una pistola, volviendo y dándosela- Aún tienes tiempo a salir... Pero por si a caso.

- No te dejaré aquí sola.

- Como prefieras. -dije con una sonrisa triunfante.

¿Te Conozco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora