La Historia De Un Extra

III

- ¡valla! ¿enserio jamas has ido a la playa?- cuestiona incredulo.

Niego con la cabeza y sonrio debilmente. En realidad queria ir, sentir la tibia arena meterse entre los dedos de mis pies y ser bañada por el resplandor de la luna. Eso seria... Perfecto.

-eres una persona muy interesante, Clark.- me sonrie de lado- ahora es mi turno

Sonrio un poco, esperando sus palabras, estaba ansiosa por saber mas acerca de él.

-hace dos años mi padre murio.-lo mire con algo de tristeza pero él lo ignoro y siguio hablando, tranquilo. -él era el dueño de esta empresa y me la dejo a mi, yo solia ayudarlo y era la persona mas adecuada para tomar su lugar, asi lo hice, saque la empresa adelante y aun sigo dando lo mejor de mi. Tengo veinti cinco años y por cierto... Tambien amo la pizza- sonrie ampliamente -desde muy joven siempre quise ser compositor y cantante, me encanta todo lo relacionado con la musica. Pero... Solo era un sueño que no podia cumplir facilmente, tenia que encargarme de la empresa y no tenia tiempo para pensar en eso. Y... Creo que eso es todo- se encoje de hombros.

¡vaya!

Solo me digne a mirarlo, aun procesaba todo lo que me habia dicho. Agarre mi cuaderno y comenze a escribir

Lamento lo de tu padre

-esta bien- sonrio como si aquello no le afectara.

Le devolvi la sonrisa y el ambiente se torno incomodo, y mi estado no ayudaba en nada. Derrepente él hablo... Y lo que pregunto me sorprendio ¿como iba a pensar que él no preguntaria eso?

-¿que ocasiono eso? Me refiero a... Ya sabes... Que no puedes hablar.

Abri mi boca para responder pero la volvi a cerrar al recordar que no podia hablar, esto era tan miserable.

Es algo raro ¿sabes? Simplemente sucedio.

¿enserio crees que se va a creer algo como eso?

-pero... ¿no fuiste al doctor?

Emm por supuesto... Me dijo que tenia problemas al emitir alguna palabra y que era mejor que no hablara, o podia empeorar.

Al escribir eso, senti una gota de sudor correr por mi espalda, una gota de culpabilidad.

-¿en serio? Eso es muy raro. ¿y existe alguna probabilidad de que puedas volver a hablar?

Me extremesi

Espero que si... No sabes cuanto lo deseo.

-yo tambien. Me encantaria escuchar tu voz.- me sonrie de lado y siento mis mejillas arder ¿que clase de comentario habia sido aquel? No lo se... Pero si se que causo un raro efecto en mi. -hoy es viernes asi que salgo temprano, ¿te gustaria tomar algo conmigo y unos amigos de la empresa? Los viernes siempre vamos a un club que queda cerca para relajarnos un poco y... Me gustaria que fueras.

Asiento lentamente con una sonrisa.
¿que es lo que estaba haciendo? No podia hacer esto ¿donde se habia metido esa chica? Tenia que buscarla lo antes posible y poner las cosas en orden. Agarre el boligrafo rapidamente y comenze a escribir.

Lo siento, tengo que irme Stephan. Gracias por tu agradable compañia.

Me levante rapidamente de la silla para salir de aquella oficina y dejar de alusinar tanto, no, esta no era mi historia. Tenia que salir de aqui y dejar de arruinarlo todo.

-espera- dijo y a los segundos senti su grande y calida mano rodear mi muñeca. Me gire hacia él y mi respiracion se corto al verlo tan cerca de mi, el espacio personal no existia en este momento. Sentia como mi corazón comenzaba a latir freneticamente.

-no te vallas- su mirada me lo suplicaba y el corazón se me encojia, sabia que esto estaba mal pero una parte de mi queria quedarse y arriesgarse. -Si dije algo que te molesto lo lamento, no quise...

Antes de que se imaginara cosas, negue rapidamente con la cabeza y le sonrei tiernamente, el poso su mirada en mis labios (acto que me estremecio) y luego a mis ojos. Al mirarlo de cerca era mas lindo que de costumbre, su mirada me pedia que me quedara con él, o simplemente era mi imaginación

-entonces... ¿vienes conmigo al club?- cuestiono con esperanza en su voz.

Vacile con la mirada y luego lo observe, asenti, si, queria ir a ese club con él, si, esto esta mal, si, su hermosa mirada no me dejaba pensar con claridad.

-perfecto- me sonrio ampliamente y no pude evitar sonreir. Luego se separo de mi, dejando que el frio se colara entre los dos.

La puerta se abrio haciendo que tropesara conmigo, me tambalie un poco sobre el piso y me aparte de esta. Un joven que parecia de la misma edad de Stephan entro y me observo con el ceño fruncido. Sus cabellos eran dorados y se encontraban peinados hacia un lado, tenia un rostro muy lindo, sus ojos eran de color esmeralda y sus labios eran finos como una delgada linea. Su mirada me inspeccionaba de arriba hacia abajo y pasaba de Stephan a mi sucesivamente.

-¿interrumpo algo?- preguntó el rubio observando a Stephan.

-¿Michael? ¿que haces aqui? Se supone que tienes que estar llevandole eso a...

-lo llame y me dijo que no estaria en la oficina, que se lo lleve mañana por la tarde.

-ya veo...

-y... ¿quien es esta linda señorita?- me sonrio y senti como la sangre subia a mi rostro.

-ella es Clark, Michael. Una amiga.

-¿y por que hasta ahora conozco su existencia?

-porque... La conoci hoy- sentia su mirada sobre mi a pesar de que yo tenia la mia enterrada en el piso.

-pues que suerte la tuya- escucho decir al rubio

-hoy nos acompañara al club.

-¿ah si? ¿y por que ella no habla? ¿acaso es muda?- pregunta en tono gracioso. Mi mirada se va hacia la de Stephan y el ya me observaba, sin ninguna expresion en su rostro. Esto sin duda... Era un incomodo momento.

-esperen... ¿si eres muda?- me observa sin poder creerlo

-si Michael, lo es, ahora deja de ser tan imprudente y si no tienes nada importante que decirme puedes marcharte- escucho pedirle con voz firme.

- si si entiendo jefe, nos vemos mas tarde linda- me guiña un ojo y cierra la puerta. Observo a Stephan y él esta sonriendo con su mirada enterrada en el piso y sus brazos cruzados.

-perdona su imprudencia- se sienta en su escritorio

¿quien era ese tipo?

-si te estas preguntando quien es, él es el administrador de la empresa y aparte de eso... Es mi mejor amigo.

¡¿acaso leyo mi mente?!

Escribi en mi cuaderno.

Parece una buena persona

-si... Lo es- sonrie mirando hacia la nada. -un poco idiota pero lo es

Rio para mis adentros

Como estaba comenzando a aburrirme en la oficina, Stephan le pidió a Michael que me enseñara todo el lugar, sin duda lo acepte, quería saber donde pasaba este hombre la mayor parte de su tiempo. Michael en todo el recorrido me comentaba acerca de su interesante vida y yo sólo me disponía a asentir y sonreír unas cuantas veces por sus comentarios graciosos, tenia que admitir que era una persona maravillosa y llena de buena vibra, creo que nadie se aburriría de estar con él, es de esas personas que tienen siempre un tema interesante.

-¿sabes Clark? Es primera vez que hablo con alguien mudo. Siempre pensé que seria algo incomodo ya que no podríamos intercambiar palabras y así entretenernos, pero con tan sólo que estés allí, escuchando todo lo que digo... Es agradable. Las personas siempre me interrumpen cuando hablo, suelen decir que jamas cierro la boca, pero tu no te has quejado, quizás sea porque disfrutas de mi conversación o porque... No puedes mandarme a callar- se encoje de hombros -eso no importa. Ahora seras... Mi mejor amiga. La que siempre me escucha- dice con orgullo y rodea su brazo en mis hombros. No pude evitar reír ante sus ocurrentes ideas y le Sonreí ampliamente, demostrándole que estaba de acuerdo con él.