Un Verano Inolvidable [Roger Corbalán].

Capítulo 4

Roger se ha ido hace un par de horas. Me sitúo tumbada en mi cama, mirando mis redes sociales desde mi móvil mientras intento hacer la digestión. Estoy llenisima, y eso que no he comido nada del otro mundo. Me cambio de posición y veo la sudadera de camuflaje de Roger colgada del respaldo de mi silla. Me decido a ir a llevársela, sí, a veces soy buena persona. Aún llevo el pijama, así que me visto con unos shorts vaqueros, una blusa de tirantes blanca y mis converse amarillas. Me recojo el pelo en una coleta y bajo las escaleras y llego al piso de abajo.
-¿Adónde vas, hija?
-A casa del vecino.
-¿Le conoces?
-Mamá, no te hagas ilusiones, no es mi amigo. Ya sé que estás ansiosa por que haga amigos pero no. Voy a llevarle la chaqueta que se ha dejado esta mañana cuando ha saltado por mi ventana. Simplemente es un niño que cree ser mi amigo y que me despierta golpeando mi ventana- se queda con los ojos abiertos como platos y yo salgo de casa con la sudadera de Roger en la mano.
Pico a su puerta, y me abre un niño que se parece a Roger, bajito, moreno y de ojos marrones. Se queda boquiabierto. ¿Qué coño le pasa?
-Hola. ¿Está Roger? Es que esta mañana...
-Ostia tía, ¡tú eres la del blog!
-Sí. ¿Tú eres el hermano de Roger?-me abraza sin contestarme.
-Me encantas.
-Gracias.
-Sí, soy el hermano de Roger - se separa del abrazo- me llamo Pol.
-Hola Pol -sonrío-. Vengo a traerle a tu hermano su sudadera, se la ha dejado antes en mi casa y...
-¿Que mi hermano sabía que estás aquí y no me ha dicho nada? Se va a enterar... Pasa adentro, Alba. Roger está en la ducha pero enseguida sale. Siéntate-me señala el sofá.
En lo que baja Roger, hablamos un rato. Es un niño de lo más adorable y divo.
Al cabo de unos minutos se oyen pasos por la escalera. Es Roger. Baja con unos pitillos puestos, con el pelo mojado y sin camiseta. Me muerdo el labio. Vaya, creo que me han visto haciendo el gesto.
-Pol, me podrías haber avisado de que había gente y habría bajado un poco más... Vestido (?)-hace una pequeña pausa.- Hola Alba.
-Hola. He venido a traerte la sudadera que te has dejado esta mañana, y he conocido a tu hermano que es fan mío -me río.
-Hermano, me parece fatal que supieras que Alba estaba aquí y que no me lo hayas contado.
-Ah, bueno, son cosas que se me olvidan comentar.
-Ya, ya...
-¿Qué haces esta noche, Alba?
-¿Perdón? -me pongo nerviosa.
-Vamos a ir mis amigos y yo a carpa, una discoteca, ¿quieres venirte?- Vaya, por un momento he pensado que iba a pedirme una "cita" ¿Pero estás tonta, Alba?
-Pero no les conozco...
-Por eso, así les conoces.
-Me sentiré apartada. Ah, y a ti tampoco te conozco a penas.
-Ven por favor, que yo también voy - me dice Pol. Él me ha caído bien en estos diez minutos. Bueno... Tal vez no sea mala idea, estaré con Pol.
-Bueno...-digo alargando la E- acepto, iré.- Pol aplaude. Este niño es muy divo.
-Bien, hemos quedado a las nueve allí. Pero te pasamos a recoger a tu casa a las ocho.-Sigue sin camiseta y no puedo evitar fijarme en sus abdominales... No está mal, pero me cae mal.
-Vale pues voy a casa, que aún me tengo que duchar. ¡Hasta la noche!-Digo adiós a Pol con la mano y a Roger ni le miro. Tiene un don especial para ponerme nerviosa.
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Pol en multimedia💁