Décima narración.

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Terminé de escribir, le pasé el bolígrafo y luego la carta.

—Ten, es tuya —le dije al pasársela.

—Gracias —respondió, sonriendo y comenzando a leer, completamente concentrado en las palabras que había escrito hace segundos, me daban ganas de llorar al verlo ahí, nunca me había imaginado que semejante cosa me pasara, de una manera tan espontánea y extraña, y lo mejor de todo, habernos dado cuenta de lo que sentíamos solo por unas cartas que comencé por el insomnio que sufría, que ahora agradecía tenerlo aunque a veces lo maldijera, esto había hecho que surgiera un tipo de romance adolescente que ahora íbamos a vivir—. Te quiero Clara Jones —guardaste la carta y me miraste fijamente.

—Yo también te quiero Thomas White —sonreí y se acercó a mí, nos miramos a los ojos, cada uno con un brillo especial en ellos representando lo que sentíamos.

Disminuyó el espacio que quedaba entre nosotros y me tomó el rostro suavemente para luego, besarme.

Este no era el final de la historia, era solo el principio de ella, era el comienzo a una aventura que iba a ser una parte importante de mi vida, llevándola siempre conmigo, así fuera un capricho o fuera amor verdadero, lo importante es que estaba comenzando y estaba feliz por ello.

Fin.



25 cartas a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora