Al terminar la cena recogimos todo y me ofrecí a lavar la loza, una sutil mueca me hizo saber que Hoseok no estaba de acuerdo, pero insistí.
El agua estaba fría, lavaba la loza tranquilamente mientras Hoseok buscaba algo en el baño; al salir no noté lo que llevaba en su mano ya que se colocó detrás de mí. Me abrazaba mientras trataba de lavar ya que unos besos en el cuello me comenzaron a distraer.Hoseok era delicado con sus besos, recorría de mi oreja hasta mis hombros dejando un húmedo camino hechos por sus labios, mi respiración comenzó a entrecortarse. Quería pedir que se detuviera pero no soy tan fuerte.
—¿Qué... Qué haces?. –Dije cerrando los ojos tratando de resistir al deseo.
—¿Quieres que me detenga?.–Me preguntó dándome vuelta haciendo que me pegara mucho más a él.«Dile que sí, aún no es el momento», pero el deseo era mucho más fuerte que mi voluntad.
—Maldición, ¡no!
Inmediatamente lo tomé de la camisa para juntar nuestros labios en un apasionado beso.
Hoseok me tomó y me sentó en la mesa, tenía mis piernas alrededor de su cadera y mis brazos alrededor de su cuello, involuntariamente me comencé a mover haciendo que mi miembro rozara con el de él; soltó un dulce gemido el cual hizo estremecerme de muchas maneras.—Oh, Hobi. –Le dije al oído sin poder ya más de la excitación.
Lo empujé a la pared tratando de tomar el control de la situación, lo cual fue inútil ya que terminé yo pegado a ella.
Hoseok besaba como los dioses y más en ese estado, no pude más, bajé mi mano hasta su bulto y le di un leve apretón.
Los besos iban con ritmo, pero a un ritmo muy rápido y nos quedábamos sin aliento muy pronto.Hoseok me tomó y puso mis piernas en sus caderas sin despegarme de la pared, sentía su miembro erecto junto al mío el cual me hacia gemir de placer, él comenzó a darme besos nuevamente en el cuello, pero no eran tan sutiles, eran con deseo y pasión, iba succionando distintas partes entre mi cuello y mi hombro mientras hacía ese movimiento pelvico que me gusta tanto.
—Ho-Hoseok, no pares... Por favor.
Él, bruscamente me llevó encima de un mueble, me sentó allí y me quitó la camisa dejando al descubierto mis trabajados abdominales.
—Tengo... Tengo lubricante, ¿lo quieres ocupar?. –Dijo casi indescifrable por su respiración agitada.
Negué con la cabeza y él metió en mi boca tres dedos los cuales lubrique muy bien con mi saliva, estaba excitado, no tenía tiempo para esas mierdas como el lubricante. Me dio vuelta dejándome apoyado contra el mueble y mi parte trasera pegada a él, bajó sus pantalones y los míos quedándonos sólo en bóxer; comenzó a rozar su miembro con mi entrada, se sentía bien, demasiado bien, pero quería más, no podía seguir aguantando que estuviera fuera de mí.
—Hazlo, Hoseok, ¡por favor!.No dijo nada, bajó mis bóxer y sin decir nada metió un dedo, fue una sensación que nunca había sentido, sentía la menor pizca de dolor, era la mejor sensación de mi vida; rogaba porque hiciera lo mismo con los otros dedos.
Me movía sutilmente hacía atrás y adelante, gemía fuerte y mientras él más gruñía, más me excitaba.
—Ho-Hobi, por favor... Hazlo. –supliqué.Y mis deseos fueron órdenes. Introdujo dos dedos más los cuales me estremecieron.
—¿Te gusta?. –Preguntó levantándome y pegando mi espalda a su torso.
—Sí, Hoseok... ¡Sí!.Sentí como entro delicadamente su miembro en mí, Hobi me pedía que me relajara, hice caso y pude disfrutar las embestidas de Hoseok, tomó mi cuello y comenzó más rápido lo cual disfrutaba mucho.
Sentía que estaba en mi éxtasis, llegando al climax, no podía más, hasta que sentí el placer más excitante del universo.
—¡Ho-Hoseok!.
—Espera, bebé, aún no.

ESTÁS LEYENDO
Just Coffee.
Fiksi PenggemarPark Jimin, trabaja en una cafetería ya que no tiene más que hacer al no poder reunir los fondos de sus estudios. Su familia prácticamente estaba hecha pedazos, su madre había muerto en un inesperado accidente hace dos años, Jimin, decidió partir a...