La apuesta.

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 Narra (Marcos).

Hoy me levante con tantas ganas de ir a la fiesta de los perdedores, capaz que tenga sexo con una chica bonita, la verdad no se, pero hoy es sábado y toca despejar, hace tantos días que no salgo, claro después de estar en la comisaría por robar un auto se te quitan un poco las ganas de salir al boliche.
A veces pienso que pasaría si me llegara a enomarar, espero que dios nunca lo permita, y si lo permite me gustaría que esa chica sea un ángel y no una zorra como las chicas de mi grupo. Espero no cruzarme con mi hermano, ya se que me ama y toda esa cursilería pero necesito mi espacio, se supone que soy un adolescente con las ormonas disparatadas y todo ese asunto.

Estaba por salir a la fiesta cuando me llego un mail al teléfono, de la chica rara que me quiso golpear por haber insultado a su amigo, al que por cierto se comenta que es gay, con que necesidad habiendo tantas chicas bonitas. El mail decía que debíamos llevar disfraz y me acorde de un viejo disfraz que utilizó mi viejo en su época de galán que mi hermano tenia guardado.

Me cambie y fui a buscar a los chicos en mi auto, todos tenían disfraces graciosos, ya era tarde cuando llegamos quedamos todos con la boca abierta, quien diría que la rara tendría una casa inmensa. Pasamos y vimos a una chica pirata en la puerta, por cierto no le quedaba mal el traje a comparación de las otras chicas que estaban vestidas muy provocativas, me pareció gracioso y tierno su disfraz, la saludamos y nos fuimos directo a la barra de bebidas, ya que hacía mucho que yo no tomaba nada de alcohol.

Estábamos todos hablando cuando me llamó la atención que alguien me estaba observando no le dí importancia, pero si mire quién era, el chico raro gay, en fin,  llevaba el mismo disfraz que yo, eso me molesto mucho senti rabia e impotencia, tenía ganas de ir a pegarle pero me contuve, mientras me mordía de la rabia veía como un montón de espuma salía de la piscina y veía como el bobo y el gay discutían.

Los chicos estaban ya un poco tomados y me empezaron a joder con el chico que llevaba el mismo disfraz que yo.

_ Eu ya viste al gay, lleva el mismo disfraz que vos, no te estarás pasando de bando. Comento un amigo.

_No por supuesto que no, si sabia lo prendía fuego al disfraz. Dije con verdad.

_ Te apostamos $10.000 dolares, a que no haces que confiese que siente amor por vos.

_ Me cae bien la apuesta, si acepto. Lo dije pensando que seria pan comido, además quien no se enamoraría de mi.

Salí del medio del grupo y lo agarre del brazo, para no mentir le quedaba bien el disfraz, podría decirse que se veía lindo.

Nos pusimos a hablar y se notaba un poco nervioso, parecía que estaba loco por mi, lo deje hablando solo porqué no paraba de hablar y me pareció molesto, si hubiera sido una chica le hubiese chantado un beso, para que se callara un poco, pero solo me fui.

 Me quede un rato pensando sobre la apuesta, necesitas esa plata me dije , ¿por qué no arriesgarme?.  Me parecía justo él tendría una ilusión y yo mi dinero, mientras yo estaba pensando la espuma se les había ido de las manos, justo en ese momento vi a jonathan, me hice el boludo para tratar de caer sobre él, nos quedamos mirando, obviamente todo era un escena, lo que estaba haciendo por mi plata.

Comenzamos a platicar y se lo veía enojado, cómo si yo le hubiera hecho algo malo, en realidad se lo estaba por hacer, pero nunca se enteraria de la apuesta, le dije algo cierto en esa charla, sus ojos si eran los más puros que había visto, pero también se lo dije para que se le pasara el enojó y hiciera más facil mi trabajo. Luego de la interrupción de  Jackson (el bobo) corrí hacia la salida para poder irme a descansar y poner en orden mis pensamientos.

Los besos del mañana...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora