BRUJA | Cazadores Nocturnos #1

Capítulo I

BRUJA
G-Hunters Volumen I

Capítulo I

Una tremenda lluvia azotaba la ciudad de Ensenada. Los habitantes se albergaban en sus casas en una noche oscura y fría de Otoño. Como se había vuelto costumbre, cuando pasaban de las once y cuarto, Axel aún estaba despierto. Acompañado de una lata vacía de bebida energética y su segunda taza de café se mantenía alerta ojos pegados al monitor de su ordenador. El joven trataba de evitar a Morfeo al ritmo de rock clásico. Y es que las últimas dos semanas, desde su cumpleaños número 25 dormir no era nada placentero, en lo absoluto. Dormir significaba tener una horrible pesadilla, la misma, cada noche, cada tarde en una siesta, cada madrugada en un cabeceo. Y la pesadilla era tal, tan intensa y real, que preferiría no dormir nunca más.

Era octubre y la temporada de frío en la cenicienta del pacifico hacia presencia. Estaba lloviendo como nunca en mucho tiempo, los relámpagos se anunciaban como destellos en las ventanas seguidos de esos gruñidos feroces y las ramas del enorme árbol del patio delantero golpeaban los cristales con fuerza. En el noticiero, el cual estaba en una televisión encendida en la habitación de Axel, avisaban que Ensenada no recibía una tormenta así desde treinta años atrás, lo cual era muy peculiar. Y más para Axel, quien desde dos semanas atrás se dedicaba a investigar cuanto fenómeno sobrenatural se le atravesara por enfrente, incluyendo su pesadilla.

"La única pregunta que nos hacemos es ¿De dónde ha salido una tormenta con esta magnitud? Como lo dicen los meteorólogos, un fenómeno natural de esta índole no se veía en la península desde los 80's"

Pero a Axel no era que lo preocupara tanto la tormenta, en lo absoluto, por el contrario a él le gustaba quedarse en casa, Así que eso no sería ningún problema mientras estuviera en su estudio, cálido y con la luz encendida. De hecho, todas las luces del segundo piso estaban encendidas, a diferencia del primer piso que se encontraba en penumbras.

— ¿Qué haces hermano?—preguntó Clara, su hermana. Ella iba saliendo de su habitación, la cual quedaba a sus espaldas—, ¿Otra vez investigando esas cosas raras?—concluyó la chica de cabello oscuro y piel blanca echando un vistazo al monitor para después tomar su mochila.

— No son cosas raras—atajó Axel, quien, con recelo apago el monitor y se giró en su silla hacía ella—, es mi investigación y estoy progresando ¡De verdad!—dijo a su hermana menor.

— ¿Si¿—cuestionó ella con una sonrisa—, ¿Cuántos fantasmas has encontrado?—preguntó a manera de burla.

— Ninguno, de hecho—dijo Axel y tomo una videocámara que estaba a su lado borrando algunas fotografías—, pero he descartado muchos sitios. Hace tres días fui a la vieja lavandería y tomé fotografías pero no encontré nada. Eso la descarta de la lista—añadió tachando ese sitio en una hoja de papel con veinte diferentes lugares abandonados de Ensenada.

— Cada día eres más raro, hermano ¡Mira una serie o algo!—mencionó su hermana bajando las escaleras.

— ¿Vas a salir?—preguntó él deslizándose en la silla hasta el inicio de las escaleras.

— Si, voy con unas amigas. No voy a volver hasta mañana así que trata de no incendiar la casa—dijo ella riendo y comenzó a bajar esos escalones de madera que hacían mucho ruido cada vez que se pisaban, eran molestos.

— ¡Solo se me quemaron los panqueques una vez!—alegó él. La cocina no era lo suyo.

Axel pensó un poco en lo que ella decía, no era que él fuera el más popular del vecindario ni de la escuela. De hecho no era muy social, era un poco más reservado aunque no había pasado tanto tiempo encerrado como las dos últimas semanas. Sonaría extraño per simplemente quería hacerlo, disfrutaba su soledad y sus investigaciones más que nunca, siempre y cuando lo hicieran olvidar esa pesadilla de la cual solamente sabían dos personas. Sus mejores amigos, Adriel y Lidia, quienes tenían posturas completamente opuestas.