Prólogo.

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  Saliendo de otro hospital, con un brazo roto, un par de costillas fracturadas, la rótula desencajada y unas cuantas fracturas más, llegué a la conclusión de que, cuanto más quieres algo, más probabilidades tienes de no conseguirlo.

  Muchos pueden pensar que estoy loco o sufro trastornos mentales. No les culpo, incluso mi madre lo cree.

  Pero, resulta que mi teoría tiene fundamento, al menos para mí. 

  Cuánto más intenté dejar de fumar, más ganas tenía de encender un cigarrillo tras otro. Cuanto más intentaba adelgazar mi madre, más gorda la veía. Eso sin contar las típicas preguntas con trampa, como: "¿Estoy gorda?" "¿Se me notan las celulitis?". A pesar de mi cara de póker y las ganas que tenía de soltar un par de chistes sobre ello, me los guardaba. Hasta a mí me parecía cruel decir que si se pinta de blanco la confunden con Moby-Dick, y de todas formas, ni siquiera sé que es la dichosa celulitis.

  Supongo que el ser humano siempre, desde tiempos lejanos hasta tiempos que sobrepasan la imaginación de cualquier escritor futurista, ha querido, quiere y querrá lo que no puede tener.

  Es la séptima vez que voy al médico este mes y por séptima vez me han dicho la misma jodida frase: "- Vas a ponerte bien, no se preocupe.-" ¿Y quién demonios te dijo que quiero ponerme bien, subnormal?

  Si quisiera estar bien, no me habría tomado 20 pastillas de Ibuprofeno. Una mala idea ya que lo único que conseguí fue echarme una siesta de 2 días y despertarme con un dolor de cabeza abrumador. O, tampoco me habría disparado en el pié. ¿Por qué lo hice? Lo cierto es que pretendía disparar a mi cabeza pero el maldito gato de la vecina me asustó y el tiro, bueno, digamos que cambio de trayectoria y así me quedé.

  Mi último intento fue saltar de un tercer piso. No me ha ido como esperaba. ¡Maldito árbol amortiguador!

  Empiezo a pensar que o bien soy una especie de mutante inmortal pariente de Superman, o bien, tengo una mala suerte de cojones.

  Por cierto, me llamo Jonny y soy un suicida. O lo seré cuando logre suicidarme.

Último AlientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora