4-Algo más claro.

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Desde que se había acostado la noche anterior el Comisario Héctor Gómez supo que con unas horas de descanso lo vería todo algo más claro, a la mañana siguiente. Puesto que tras un día tan agitado y con novedades incluidas no le había sido posible hacer gran cosa. O al menos eso pensaba él.

Con total seguridad en la Comisaría aún estarían trabajando en el asunto. Héctor siempre daba gracias por tener compañeros tan competentes,ya que Ernesto y el resto se tomaban muy en serio cada investigación. Y no solo habían decidido que ésta no sería menos, sino que al momento habían cuadrado horarios para doblar durante toda la noche si hacía falta y así poder dar con aquella banda de criminales, que campaban a sus anchas por las calles cual ratas por la red de alcantarillado local.

Aquella mañana Héctor se despertó con el alba,aunque en su ciudad no hubiese gallo alguno que cantara para recibir un nuevo amanecer. El Sol se filtraba entre las rendijas,dando a entender que alguien no había bajado bien la persiana la noche anterior. Héctor se giró y miró el reloj que marcaba las 6:15. <<¡Vaya,hombre!>> Dijo para sus adentros ya que era pronto para levantarse, pero sabía que no conseguiría conciliar el sueño de nuevo a esas horas.

Tras revolverse entre las sábanas un momento el Comisario se levantó. <<Será mejor que me levante. Seguro que haré algo más productivo estando levantado que en la cama.>> Fue al baño,abrió la ducha y esperó unos segundos mirándose al espejo. Apoyando ambas manos en el lavabo se fijó en su cara y se le escapó una risita. Desde luego esa noche no había sido la mejor para dormir a fondo,pero al menos había logrado descansar unas horas.

Una vez se había duchado se cambió con sumo cuidado para no despertar a Alma,que aún dormía. La dejaría tendida en brazos de Morfeo hasta que sonara el despertador. Cuidar de los niños era todo un trabajo de campeonato. Cuando en algunas ocasiones salía a relucir como tema de conversación cuidar a los niños el Comisario Héctor Gómez se sentía realmente egoísta con respecto a su mujer,su propia madre y el resto de madres del mundo,ya que a pesar de que trabajos como el suyo,consistentes en "pescar maleantes" día sí día también,resultaban pesados,estar pendiente de los hijos no era muy fácil tampoco,al menos eso había oído decir. Y no era porque él no se preocupara de Carla y Juan Pe,sino que su trabajo no le concedía demasiadas horas de asueto y aún teniéndolas y estando con sus hijos no alcanzaba a Alma ni en un millón de años luz. Sin duda áquel era un trabajo de campeonato y la mayoría de las personas ni siquiera se daban cuenta de ello.

-A ver qué sacamos en claro hoy, Héctor. Susurró en voz baja al llegar a la cocina. No se encontraba muy tranquilo. La investigación que tenían entre manos desde hacía meses no cesaba de complicarse,aunque ahora parecían haber encontrado un atisbo de luz al final del túnel. Sin embargo todo seguía igual como aquél que dice. Descubrir la identidad del hombre de las luces y tras encontrarlo a él encontrar a la banda de criminales al completo no era más que un deseo. 

Entre pensamiento y pensamiento Héctor sintió un leve tirón en el pantalón,cuando giró la cabeza vio a Juan Pe sonriente que lo saludaba-¡Hola,papá! 

-¿Pero qué haces levantado a estas horas? ¡Si se entera mamá,Juan Pe! Rió el Comisario cogiéndolo en volandas. 

-¡Vamos en avión,papá! Imitaba Juan Pe a un aeroplano extendiendo los brazos en el cuello de su padre. Todas las mañanas deberían ser como aquella. El niño se había despertado al escuchar el agua saliendo de la ducha en el baño de sus padres,por lo que había decidido levantarse a investigar. Mejor dicho a imitar el trabajo de papá.

-Muy bien,pero creo que ya se ha acabado el viaje jovencito. Aeoropuerto llamando al piloto Juan Pe. Cabina de control llamando al piloto Juan Pe-imitaba su padre las radiofónicas voces que suenan por los aparatos que se encuentran en los aeropuertos, cerca de las pistas de aterrizaje-Es hora de volver al destino.

-¿Volver al destino? Preguntó interesado el pequeño niño mientras se sentaba en el suelo cruzando las piernas divertido.

-Sí. Cabina de control llamando a Juan Pe ¿me recibe? Es hora de volver a...la cama...Rió su padre levantándolo al peso para acto seguido ponerlo en pie.

-¡Qué divertido!

-Y ahora sí,vuelve a la cama, Juan Pe. Es una hora demasiado temprana para tí. Aún puedes dormir un buen rato. ¡Hala! Ve...Le indicó el Comisario Héctor Gómez empleando un único y bien definido gesto de la mano. Ante ésto su pequeño hijo echó a correr y se acostó de nuevo. Héctor percibió el sonido de las sábanas cuando Juan Pe volvió a tumbarse bajo ellas. Definitivamente no era una hora apropiada para que un niño estuviera ya levantado por casa.

Mientras desayunaba,Héctor ojeó la carpeta repleta de papeles donde guardaba información sobre la investigación. A decir verdad no llegaba a comprender como podía llevarla bajo el brazo a todas horas,ya que los únicos momentos que no la llevaba a cuestas era cuando se montaba en el coche para desplazarse de casa al trabajo y del trabajo a casa. 

Tanto material pesaba bastante.Y lo peor de todo era que estaba como al principio,a excepción de que tenían un dato:alguien enviaba señales cada noche desde una ventana cercana a su casa,por lo demás todo continuaba como de costumbre por desgracia. La noche anterior su mente hubiera optado por el fatalismo,sin embargo aquella mañana lo veía todo más claro.

Entre bostezo y bostezo se descubrió a sí mismo diciendo-algún vecino de la zona será quien debe responderle a "El hombre de las luces"...No me cabe...la...menor...duda...Pensó que su cabeza no estaba para muchos trotes a esa horas de las mañana, pero tan solo un minuto más tarde se percató de una cosa:

-¡Alguien de la zona debe contestarle a "El hombre de las luces"! ¡Todo está algo más claro!

-¿Qué te pasa, Héctor? ¿Por qué das esas voces? ¿No has visto la hora qué es? -Lo interpeló Alma anudándose el cinturón de la bata a la puerta de la estancia.-¡Vas a conseguir que se despierte todo el mundo!

-¡Tranquila,Alma!-Rió su esposo totalmente contento-¡Juan Pe ya lo ha hecho hace un rato!

-¿Despertarnos? Le preguntó Alma extrañada dándose la vuelta mientras él se acercaba para abrazarla.

-¡No! Despertarse a sí mismo, cariño. ¡Que tengas una bonita mañana! ¡No tengo tiempo qué perder!

El hombre de las luces.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora