2 Capitulo

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Sé que me irá bien, daré lo mejor de mí, por mis padres y mi abuelo; y bueno, por las pocas personas que han creído en mi talento. Estoy consciente que esto no es fácil, tendré que luchar con muchas cosas y no solamente con un equipo o un grupo de jugadores queriéndome detener para que no encaje un gol en su arquería, estoy preparado para los buenos momentos y malos, he estado en momentos duros futbolísticamente hablando, días en donde no puedo ni detener la pelota de tanto pensar, así como otros que estoy súper concentrado y lo mínimo de goles que meto son dos. <<Sencillamente daré lo mejor>>.

Mientras escuchaba música y al percatarme que solo habíamos tenido una hora y media de viaje, alguien toca mi hombro:

— ¿Que más Scott?, ¿preparado para el campamento? —dice alguien detrás de mí, lo cual le reconocí la voz.

— ¡Claro! Amigo, sígueme asistiendo como lo has hecho y te aseguro que seguiré metiendo goles —respondo a Brut con una sonrisa sincera

Brut es con quien más paso en práctica y al cual estoy más unido en el equipo, me atrevería a decir que es el único al cual le tengo confianza. Brut, desde que llegué aquí me ha apoyado, más allá que es nuestro creador de juego y me ha asistido en casi todos mis goles, <<Para mí es el mejor en su posición>>.

—No lo dudes, me llamarán el "Maradona" del Nápoles —dice él mientras los dos nos vamos en un momento de risa

Mientras seguíamos hablando, un poco incómodo porque tenía que voltearme y estar en esa mala posición, me dispongo a acomodarme y descansar un poco; miro mi celular y de momento se prenden las luces del bus y se levanta nuestro entrenador, les pide a algunos de los que están en la parte de atrás que hagan silencio y se dispone a decir algo.

—Buenas noches muchachos —dice el entrenador mientras todos responden lo mismo—. Solo faltan ocho horas de viaje, quiero que estén muy concentrados, como su entrenador se los exijo y también tienen que dormir porque al llegar nos instalaremos y tendremos la presentación de todos los equipos y organizadores de ese campamento —dice el entrenador con esa seriedad que siempre lo caracteriza, mientras se escuchan algunas voces quejándose por lo dicho—. Bueno, a descansar muchachos —se despide el entrenador mientras se apagan las luces y todo queda en silencio.

*****

— ¡Hemos llegado! —dice un acompañante del conductor del bus.

Cuando todos dentro del bus nos disponemos a salir, y algunos todavía están durmiendo, otros miran por sus ventanas; yo sencillamente pensaba en salir. Miro mi puesto y mis alrededores para asegurarme que no se me queda nada.

Voy bajando del bus y obviando que tengo que ir a buscar mi maleta me quedo admirando lo grande que es el lugar donde estaremos. Me dirijo a buscar mi maleta, mientras Brut sin mediar palabras me despeina con su mano y nos echamos a reír.

Nos dirigimos a un lado del autobús, donde el entrenador nos va a decir unas palabras antes de entrar y comenzar esta aventura futbolística.

—Bueno muchachos, ya hemos llegado; quiero un buen comportamiento, ahorita sé que se llevaran una sorpresa, prepárense, y pongan en alto el nombre de nuestra institución; sean una familia, fuera y dentro del campo y de verdad que les deseo la mayor de las suertes, tienen potencial, si están aquí es porque se han esforzado y al atravesar esa puerta, desde ese instante... den lo mejor de ustedes mis hijos —dice el entrenador mientras al terminar en sus ojos caen algunas gotas de lágrimas

<< ¿Por qué esa reacción del profe?>>

Al momento que el entrenador termina de hablar, todos comenzamos a caminar un poco apretados, porque estamos entrando todos los equipos, al parecer hay como ocho o siete equipos, es todo un desafío para mí.

Más allá de una cancha(Editando)Where stories live. Discover now