Capítulo 4

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-Venga, va, yo también.

***

Vuelvo del pasillo de Kylie y Anabeth dando pequeños saltos, contenta de que ellas también vayan a venir. He quedado con ellas en la fiesta, pues, voy a ir a la fraternidad donde se celebra con los chicos.

(...)

-¡Meredizth Traid! ¿¡Cuanto tardas en vestirte para una maldita fiesta!? -oigo que grita Chris a través de la puerta de mi cuarto, la cual está cerrada con llave.

-¡Esperad un momento! -exclamo poniéndome las sandalias azul marino, que me dan un poco de altura, pero no demasiada. Al ponerme en pie e ir de camino hacia la puerta me miro de nuevo al espejo, visualizando mi ropa.

Un pantalón de tela planchado y con alguna marca de haberlo guardado doblado en vez de ponerlo en una percha y un cinturón dorado como complemento. Por arriba, una blusa roja de tirantes, que por atrás tiene un corte triangular que deja ver casi toda mi espalda, y, colgando del brazo, una chaqueta azul marino con botones dorados y retoques con hilo del mismo color en el cuello y en los puños, a juego con las sandalias y el cinturón.

Apenas voy maquillada: brillo de labios y rímel con un poco de sombra de ojos, la cual retoco antes de abrir la puerta y adentrarme al pasillo, donde se encuentra la mayoría de los chicos de mi pasillo.

-¿Para qué me llamáis si no estáis todos? Idiotas... -pregunto, diciendo lo último entre dientes.

-Solo faltan James y Michael, mejor ir sacándolos ya, o nos dan las uvas. -dice Aaron, acercándose a la puerta que está situada a la izquierda de la mía, mientras que yo voy a la habitación doscientos treinta y uno.

-Igual si salís, mejor, ¿no, James? -pregunto dando golpes en la puerta con los nudillos.

-Ya sé que solo nos dijiste lo de la fiesta por mí, pero la belleza cuesta su tiempo. -responde, apareciendo de repente en el marco de la puerta, haciendo que estemos a pocos centímetros y pueda ver su sonrisa torcida y socarrona, aunque al poco tiempo me separe dando unos pasos hacia atrás, dicha sonrisa no desaparece.

-Uno menos. -informo, girándome y encontrándrome con que Michael también ha salido del cuarto y habla con el resto- ¿Cómo vamos a ir?

-Somos siete, ¿quién tiene coche? -pregunta Michael, haciendo que todos menos Chris y yo levanten la mano y recibamos varias miradas curiosas.

-¿Qué? Prefiero ir en skate, además, ni yo tengo dinero ni mis padres quieren comprarlo. -explica el chico, encogiéndose de hombros.

-Yo soy mas de motos, y en la mía solo cabe una persona. -respondo yo, recolocando mi chaqueta doblada por la mitad a lo largo sobre antebrazo.

-No te tenía como una motorista, Traid. -dice James cruzándose de brazos mientras me mira con una ceja alzada.

-Sinceramente, no quiero saber como tienes pensado que soy. -respondo yo, poniendo su misma pose, aunque a él le quede mil veces mejor. James, por su lado, al oír mi respuesta sonríe de forma mas amplia.

(...)

-No, gracias. -respondo sonriendo, y alzando el vaso rojo que ya tengo en la mano- En serio, ¿qué es esto? -pregunto girándome hacia Michael con el recipiente en alto, del cual no he bebido.

-Creo que es vodka mezclado con algo... yo no me lo bebería hasta que sepa que es lo otro. -dice riendo- Ahí hay más bebida, si quieres.

-No, da igual, cuanto menos beba, mejor. -respondo, mientras me pongo de puntillas para buscar a Kylie y Anabeth entre la gente, aunque me es imposible por el pequeño detalle de ser mas baja que la mayoría de personas que tengo delante. Maldito metro sesenta y dos.

-¿Te ayudo? -pregunta una voz conocida a mi espalda, que, al girarme, resulta ser Jackson.

-No, no hace falta, estoy buscando a unas amigas. -respondo, pero ¿Michael no estaba aquí hace medio segundo? Ha desaparecido.

-Eh, que tampoco somos tan femeninos. -se queja otra voz que sí reconozco, me giro, pues procede de detrás mío, y me encuentro con James.

-No me refería a vosotros, idiota. Aunque, el resto no, pero tú sí que tienes bastante pluma. -le digo, sin mirarle, con Jackson detrás, como un espectador en ésta conversación, mientras yo sigo en busca de las chicas- Bueno, no habrán llegado. -finalizo rindiéndome.

Por otro lado, Jackson desaparece diciendo que unos amigos le llaman, dejándonos a James y a mí a solas.

-Si necesitas conversación femenina, aquí estoy yo, eh. -dice el ojiazul, divertido- ¿Has visto las rastas de Zendaya? Son lo más. -adjudica, poniendo una pose en la que saca culo y coloca una mano sobre el hombro, como si de ahí colgase el asa de un bolso.

-¿Tú que imagen tienes de las chicas? Y no, no he visto las rastas de Zendaya. No me interesa su pelo, en general.

-Ya, no tiene ni punto de comparación con el mío. -bufa, cambiando el tono femenino a uno egocéntrico.

-Oh, vamos. He visto pelucas en los chinos más bonitas que tu pelo. -le digo yo, recolocándome la americana que ahora mismo se encuentra anudada en mi cadera.

-Oye, ni que ese nido de cuervos que tienes en la cabeza fuese fabuloso, eh. -espeta con una amplia sonrisa, mientras señala con su mano a mi cabello.

-Al menos yo lo tengo peinado. -digo yo, lanzándome sobre él y desordenándole el pelo con la mano, aunque, él, rápidamente, reacciona y me separa de su cabello.

-¿Has osado a despeinarme? -pregunta alzando las cejas- Espero que sepas que te vas a arrepentir.

-¿Qu...? -comienzo, pero me quedo callada en cuanto un líquido comienza a caer sobre mi cabeza, recorriendo con espesura desde mi rostro hasta mi blusa, donde es absorbido por la tela- ¿Qué. Era. Eso?

-Vodka con algo. -informa riendo.

-¡Vas a morir! -exclamo, lanzándome hacia James, haciendo que ambos caigamos, yo sobre él, cogiendo por el recorrido otro vaso que posee un líquido color marrón con un olor fuerte que impregna mis fosas nasales, y tenga que estirar el brazo para alejarlo más de mí.

Cuando estamos en el suelo, yo sentada sobre su estómago, vierto el líquido por el cuello de su camiseta, dejando un cuarto para arrojarlo sobre su pelo.

Con gotas marrones recorriendo su frente, agarra la americana que está amarrada a mi cadera y, de un tirón, la desengancha y la utiliza para empezar a limpiarse el pelo y la camisa.

-¡Imbécil! ¡La chaqueta no! -exclamo, arrancándosela de las manos.

-Como quieras. -cede, con una sonrisa malvada, para seguidamente agarrar el bajo de mi blusa y limpiarse la cara y el pelo con ella.

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¿Qué tal os caen los chicos? ¿Os gusta más alguno, includo, odiáis a alguien?

Un beso

-writerspain32

Pasillo equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora