DIA 5: ÉL.

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Tenía mucha tarea que hacer y para ser sincera el día había sido totalmente agotador.

Cuando llegué a casa, Emily ya se encontraba allí, preparando el almuerzo.

Nuestro padre se encontraba sobrio, y agradecí totalmente a Dios por eso.

-Hola hija.- Dijo él.

Raro. Pensé yo.

-Hola.-Sonreí, traté de sonar lo mas amable posible.-¿Cómo te encuentras?.-Proseguí.

Pude ver que Em me miraba incredúla, con las cejas fruncidas.

-Pues bien, tengo una noticia para darles.-Dijo, sonriendo.-Tomen asiento.

Lo hicimos, mi hermana y yo, en frente de él.

Esperaba con ancias que no sea otra de sus locuras, o al menos, que no haya decidido buscar un nuevo hogar, otra vez.

-Comenzaré mi rehabilitación. Quería comentarlo con ustedes, supuse que sería buena idea, comenzar de 0, seré un buen padre, finalmente.

No pude evitar sonreír, tampoco dar la vuelta para poder abrazarlo.

-Esa es una gran noticia.- Dijo de pronto Emily.- Pero, por si no te has dado cuenta, ya es tarde.

-¿Por qué lo dices?-Dijo nuestro padre, con un tono de angustia. Se lo notaba afligido.

-Pues, fijate. Has desgastado al menos 10 años de nuestras miserables vidas. Y mirate ahora,-dijo ella, con frialdad-Queriendo arreglar todo con una simple y estúpida rehabilitación.¿En verdad crees que funcionará?

La miré, sentía un completo enojo con ella por reaccionar así.

-¡Emily, callate!

-¿Por qué debería hacerlo, Lia? Tu sabes que esto no funcionará.

-Al menos él va a intentarlo.

-¡Niñas!-Dijo mi padre.-¡Ya basta! Lo siento, ¿de acuerdo?-se dirigió a Emily.-Sé, estoy conciente de que he cometido muchos errores. Pero al menos dejenme intentarlo. Sé que podremos salir adelante, estoy seguro de eso.

Mi hermana se ahogó en llanto. Estaba complentamente de acuerdo con lo que mi padre acababa de decir. Sabia que con intentarlo no perdería nada.

Abracé a Emily, luego a mi padre. El abrazo de él hacia nosotras fue totalmente sincero, tenía la leve certeza de que esta vez él no nos defraudaría, podriamos confiarle todo.

[...]

Luego de almorzar y de que toda la situación se calmara, decidí comenzar con toda la tarea que tenía.

Emily se reuniría con sus nuevas amigas para realizar un proyecto de ciencias, mientras que mi padre saldría a terminar los asuntos de su nueva decisión.

Me sentía feliz, orgullosa. Sabía que todo cambiaría, para mejor, esta vez.

¿Sería este, un buen momento para ir dejando todo nuestro oscuro pasado? Me pregunté a mi misma.

Sólo había algo que me atormentaba. Y era que nadie, ni siquiera Jane, sabía sobre esto. Supuse, también, que mi padre debería contarselo a su nuevo psicólogo, a las personas nuevas y desconocidas que lo acompañarían en su rehabilitación. Porque, si pensamos un poco, llegaremos a la gran conclusión de que, él no pudo llegar a ser alcoholico sin tener motivos, ¿O sí?

-Manten la calma, Lia.- me susurré a mi misma.- Todo va a estar bien.- proseguí.

Era lo que realmente esperaba, que todo este bien y no sea un completo desastre, como lo había sido siempre.

Cuando todo haya terminado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora