Cuando todo haya terminado...

DIA 7: CONFUSIÓN

Seguía en shock, parada frente a él, sin saber que responder ni que palabra articular.

-¿Qué quieres?.- dije al fin, con cara de pocos amigos.

-¿Saber de ti, tal vez?

-Tu deberías saberlo, ¿no?. ¿Por qué estás preguntándome a mi?

El dirigió su mirada al suelo, cuando alzó la vista nuevamente tenía una sonrisa no tan particular. Supuse que la usaba cada vez que trataba de intentar salirse con la suya. De todos modos, no se la haría tan fácil.

-Sólo es una salida.- dijo.- Te dejaré elegir el lugar, si quieres.

-Si es una salida, como tú dices, deberías saber donde ir. ¿O me confundo, acaso?

-No lo haces.

-¿Entonces?

-¿Quieres o no?

-Lo pensaré.- le dije.

Y en realidad no, no lo pensaría. Sabía bien mi respuesta, sería un rotundo no.
"Eres estúpida" me dijo mi subconsciente. Lo ignoré por completo y prosiguió. "Un chico guapo está hablándote y tu sólo tratas de ignorarlo"
Cerré mis ojos por unos segundos, rendida.

Me concentré en él y estaba viéndome, como esperando mi respuesta.

-¿Y?

-Saldremos.- le dije.

-Genial.- se notaba entusiasmo en su voz, pero aún así, no podía fiarme de él. Sabía. Completamente que algo tramaba o quería. De ningún modo pensaba yo, en salir lastimada de esta "relación".- ¿A qué hora puedo recogerte?

-A las 5 estaré esperándote.

-Muy bien, nos vemos.

Lo mire confundida. Este chico no me cerraba en absoluto.

-¿Qué hacías hablando con Peter Hastings?

Una voz no conocida para mí, me habló.

-¿Disculpa?.- le dije, extrañada.

-Lo que acabas de escuchar. ¿Qué hacías con él?

-¿Tal vez alguien dijo que debo darte explicaciones?

-Yo lo digo.

¿Quién diablos era ella?
De repente vino a mi el primer día de clases, mi enfrentamiento con Eider Adams, su histeria y sus secuaces en la parte de atrás.

-Eres Sophie Turner, ¿verdad?

-Exacto.- me contestó, con una cara de muy poco agrado hacia mi.

-Hummm, Peter estaba hablándome sobre la tutoría que tengo que darle a su amigo James, ya sabes.

-Oh si, las gemelas mencionaron eso.

Buena mentira, y basta de rodeos, pensé.

-Pero, ¿por qué él se fue tan feliz?

"Maldición" pensé.

-Pues, comparto la clase de Física con él, nos han dado un proyecto y como sabe que ayudaré a James, y por lo visto al chico no le está yendo bien, preguntó si podría darle una mano.- volví a mentir, no sabía como podía zafar de ella.

-Esta bien, claro.- seguía manteniendo mi mirada confusa.

Levantaba mis cejas y fruncía el ceño, eso, sucesivamente.

-Byeeee.- dijo después, con su voz chillona, enredando un mechón de su cabello en un dedo, saludando con la otra, como típica chica fresa; dejándome estática en mi lugar, sin comprender que era lo que había echo para que me hablara así.