Our last first Summer. [DipperGleeful&Tú] [Book #2].

Capítulo 12.

Me puse el bóxer, bajé de la cama y me dispuse a caminar de un lado a otro.

Dipper: Esto no es bueno... —afirmé. —No estoy listo para esto...

_____: Dipper...

Dipper: ¡Ni siquiera sé como cambiar pañales!

_____: Dipper.

Dipper: ¡Dios! ¿Y si me toca bañarla ó bañarlo? ¡No! Lo ahogaría antes de meterlo a la bañera.

_____: ¡Dipper!

Dipper: Cuando comience a preguntar como se hacen los bebés... —suspiré con pesar. —No...

_____: ¿Por qué te alteras demasiado? —Cuestionó.

Dipper: ¡¿Por qué?! —exclamé. —En la televisión siempre dicen, que te embarazas a la primera, si el hombre no usa condón.

_____: Bu-Bueno... La televisión suele mentir...

Dipper: ¡Ese no es el problema!

_____: Tienes razón... —bajó la mirada.

Me senté frente a ella y tomé sus manos.

Dipper: El problema es... —la mire. —Que me tendrás que soportar. —ella me miro confundida. —Porque quiero aprender a como se baña un bebé, a como cambiarlo y cosas así. —le sonreí. —Quiero ser el padre perfecto.

_____: Pero... Tal vez no... —se vio interrumpida.

Dipper: Hey, soy Dipper Gleeful. —le pellizque la nariz. —Si no resultará, lo seguiría intentando.

_____: Ya falta poco para que vuelva a ciudad...

La mire sorprendido.

Lo había olvidado por completo.

Dipper: Tienes razón...

Y mis ilusiones, desaparecieron.

Suspiré con pesar.

Dipper: Hay que dormir.

—Al día siguiente—.

Ya llevaba tiempo despierto, pero me dediqué a mirar a mi enana.

Suspiré con pesar. Había olvidado todo por completo.

Me levanté y terminé de vestirme, para luego, dejarle una nota y regresar a la tienda de telepatía.

Al cruzar la puerta, me encontré con mi gemela, mirando televisión.

Decidí no molestarla, así que volví a mi habitación.

[...]

Rodé los ojos por milésima vez consecutiva.

Dipper: Mabel, basta.

Mabel: ¡No puedo! —y siguió llorando.

Dipper: ¿Qué? ¿Cambiaste de personalidad con Will?

Grave error.

Mabel: ¡Will!

Dipper: No tengo tiempo para tus absurdos llantos de adolescente enamorada. —bufé.

Mabel: ¡Yo tendré que soportar los tuyos cuando la enana se vaya!

La mire sorprendido.

Dipper: ¡En primer lugar, no voy a llorar! —me hice el cabello hacia atrás. —Y en segundo lugar, ¡Sólo YO le puedo decir ENANA!

Mabel: ¡Eres un idiota! ¡Todo fue tu culpa!

Dipper: ¿¡Mi culpa!? ¡Por favor! Yo no fui la que hizo un trato con Bill, en primer lugar. —rodé los ojos. —Tú sabías que el demonio tenía novia y que no importaba si se separaban de nuevo, ellos volverían a estar juntos.

Mabel: ¿Y qué te hace pensar eso? ¿Eres vidente, acaso? —cuestionó con sarcasmo.

Dipper: En parte si lo soy. —me miro mal. —Pero vamos, si Raroarmagedon no los separó del todo, ¿Qué te hace pensar que tu si?

Mabel: ¡E-eso no importa! ¡No estamos hablando de Bill, sino de MI NOVIO!

Dipper: Ex-Novio, hermanita.

Mabel: ¡No! ¡Will sigue siendo mi novio, Dipper!

Bufé.

Dipper: Sigue soñando~

Mabel: Igual que tú. —la mire confundido.

Dipper: ¿Qué?

Mabel: ¿Qué? —rió por lo bajo. —¿Crees que _____ no se encuentre a un mejor partido en la ciudad?

Fruncí levemente el ceño.

Dipper: N-no...

Mabel: Eh oído que en la ciudad hay chicos lindos, que no mienten, ni las engañan. —se limpió las lágrimas. —Bueno, algunos.

Mire al suelo y luego de unos minutos de pensarlo, negué.

Dipper: No, estas equivocada. —caminé hacia la puerta. —M-mi enana no haría eso...

Mabel: ¿Seguro, hermano?

Me detuve.

Dipper: E-estábamos hablando de Will...

Mabel: Lo sé... —murmuró. —Pero sólo quería abrir tus ojos.

La mire de reojo.

Dipper: Iré a ver a mi enana...

Mabel: Por favor, Dipper. —bufó. —Déjala descansar, hermanito. —sonrió. —Debe estar agotada después de lo que le hiciste anoche.

Dipper: ¿Cómo lo sabes?

Mabel: ¡Oh por dios, en verdad lo hiciste! —me sonrojé. —¡Y te pusiste rojo!

Cubrí mis mejillas.

Dipper: Iré mañana, ya déjame tranquilo. —me encerré en mi habitación.

—Al día siguiente—.

Ya pasaban de las 4 de la tarde y yo había terminado de arreglarme para ir a ver a mi enana.

Hasta qué ocurrió algo... Algo "extraño".

Al salir de la tienda de ilusión, en lugar de encontrarme en el exterior, aparecí en la sala de la mansión de Bill.

Admiré con confusión el lugar.

Bill: ¡Dipper Alegría!

Fruncí el ceño.

Dipper: ¡Bill Cifra!

Él río por lo bajo.

Bill: Toúche.

Dipper: ¿Qué ocurre? ¿Puedes decirme rápido? Tengo qué ir con mi... —me vi interrumpido.

Bill: ¡Voy a ser papá! —exclamó emocionado.

Lo mire sorprendido.

Dipper: ¿Q-qué?

Bill: ¡Mi _____ esta embarazada!

Me quede paralizado.

Entonces... Hay una posibilidad de que mi _____...

Oh...