Primera noche. Roxas

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Sora se encontraba en un lugar oscuro, no había nada a su alrededor. No comprendía como había llegado allí, o donde estaba

"lo ultimo que recuerdo es que me fui a dormir, así que...esto debe ser un sueño" pensó.

—¿Hola?— nadie contestó — Esto es extraño.

Luego de unos segundos Sora sintió que era observado, y al mirar hacia sus espaldas se encontró con una cara familiar.

—¡Roxas!, pero...¿donde estoy? La ultima vez que te vi fue en mi examen de maestro de llave espada.
—Lo se, la verdad no pensé que te volvería a ver.
—¿Tú me trajiste aquí?
—No.
—¿Donde estamos?
—Es una larga historia, pero no te preocupes, solo estarás aquí mientras duermes.

Sora le miró confundido. No sabía que era lo que Roxas le ocultaba, pero decidió no darle muchas vueltas al asunto.

—Dime ¿qué haces aquí?
—Se podría decir que...me albergo aquí.
—No entiendo, ¿por qué te quedarías en un lugar como este?
—Bueno, ahora se ve así, pero realmente es un gran lugar.
—Si tú lo dices.
—Además, no es como que tuviera muchas opciones. Mi vida en realidad no es mía, ¿no es verdad? Así que si soy llevado a alguna parte no me puedo negar.

Sora lo miro con tristeza, porque incluso si quería contestar que si, que su vida era de él, también sabia que era una mentira. No importará cuanto deseará Sora en este momento que su incorpóreo fuera otra persona, ni si sabia que Roxas no se merecía eso, en ese instante, esa era la realidad. Al final lo único que salió de sus labios fue un "lo siento"

Un silencio se instalo en aquel lugar. Sora no sabia que decir, Roxas solo veía a su compañero, esperando que él hablara primero.

—Entonces...¿estás solo aquí?— preguntó Sora finalmente.
—Pues...es complicado. Se que hay alguien más, puedo sentir su presencia y escuchar su voz , pero nunca le he visto.
—Eso es extraño.

Roxas solo se encogió de hombros.

—Dime — dijo Roxas — ¿de que sirve existir, si sabes que tu propia existencia no debió ser? y no solo eso, también el hecho de que sabes que "tu corazón" no es tuyo, ni siquiera mi propia existencia me pertenece —dijo con un tono triste en su voz.

Sora no entendía porque le preguntaba todo eso. Tal vez solo buscaba respuestas y pensaba que él era el más indicado para contestarle. Después de todo, Roxas era su incorpóreo

—Pude sentir lo que sentiste
—¿eh?
—Aquel día, cuando me pasaste tus memorias. Todo lo que sentiste, tu tristeza, tus alegrías, todo. Necesitas tener un corazón para sentir, Roxas, tú si debes tener un corazón.

El chico solo lo miró sorprendido, nunca espero esa respuesta.

—Tal vez, fue tu corazón dentro de mi lo que me permitía sentir, ¿no lo crees?
—Pero...yo recuperé mi corazón. Es verdad que cuando...naciste...fue porque yo me había convertido en un sincorazón, pero no duré mucho así, ¿no seria lógico pensar entonces, que mi corazón no estaba contigo?

Ahora quien no tenia una respuesta era Roxas, ¿seria eso posible?

El incorpóreo volteo a ver a su ser completo, sonriendole.

—No se si tengas razón, pero se que hallarás la respuesta por mi.
—Sora sonrió — si, te lo prometo, además, creo que te lo debo.
—¿De que hablas? —dijo Roxas con una cara extrañada.
—Te sacrificaste a ti con tal de que yo...eh...¿despertará? No te mentiré, no recuerdo nada de algunas cosas que el rey me contó que me pasaron, pero hasta donde se, sin ti, yo no estaría aquí. Además, yo te había dicho una vez que tú merecías, tanto como yo, ser tu propia persona, ¿cierto?
—Si
—Bueno, haré todo lo que este a mi alcancé para que así sea, es una promesa.

Luego de eso, lo último que Sora vio, fue a Roxas sonreirle.

Sora se había despertado hace minutos, llevaba sentado en la palmera un buen rato, aún pensando en lo que había ocurrido, cuando de pronto sintió que alguien le tocaba el hombro, lo que hizo que volteará.

—Buenos días Kairi.
—Buenos días
—¿Qué pasa?
—Nada, solo vine. Hoy te despertaste temprano.
—¿tú crees?
—si
—¿y Riku?
—No lo se, no lo he visto.

Sora no dijo nada más, solo se quedó mirando hacia el horizonte, lo cual a Kairi le pareció extraño. No era el Sora de siempre.

—¿Estás bien?
—¿por qué?
—te notó extraño
—...solo...pensaba un poco.
—¿en qué?
—pues...varias cosas, tengo muchas preguntas en mi cabeza.
—¿sobre qué?
—Ey, tranquila, no te preocupes tanto por mi — le sonrió —además, tú debes tener tus propias preocupaciones, elegida de la llave espada.
—No me es tan difícil aprender, aunque debo aceptar que...hay cosas que me cuestan.
—tranquila, ya aprenderás.

Antes de que Kairi pudiera volver a insistirle a su amigo que le contará que le preocupaba, Riku apareció para llevarse a Kairi a entrenar, a la torre de Yen Sid.

Ambos se despidieron de Sora, quién se quedó solo meditando en todas las preguntas que rondaban su cabeza.

—Eso fue solo un sueño...¿o no?

Kingdom Hearts: Corazones ConectadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora