Kingdom Hearts: Corazones Conectados

La tristeza de Xion

Una vez más, Sora se encontraba frente a esa chica tan misteriosa, de la que apenas sabia algo.

—Hola, otra vez.

—De ella salió un suspiró —Esta será la última vez que nos veamos, así que... haré lo que debí haber hecho desde la primera vez que te vi — Xion se quito la capucha para dejarle ver su rostro a Sora.

Sora no tardo en recordarla. No había duda, era aquella chica, aquella que había visto aquel día en el mundo Inexistente, durante su examen para maestro.

—Tú...

—Es un placer, Sora. Mi nombre es Xion. El miembro número 14 de la organización.

—¿14? Pero...

—Soy una marioneta, creada por la Organización, para copiar los poderes de la llave espada y poder utilizarla. Así que realmente no era un miembro.

—Oh

—Mis...mis mejores amigos son Roxas y Axel. Los 3 pasábamos las tardes en la torre del reloj comiendo helados de sal marina, nunca lo olvidaré.

Sora se quedo callado. Roxas y Axel nunca la habían mencionado antes. Aunque tampoco es como que tuvieran que hacerlo.

—Una vez me preguntaste si conocía a Riku, esta es mi respuesta. Conozco a Riku. Gracias a él quise indagar en mi pasado, y por eso se quién soy, y se que no soy una persona. Él me ayudo a hacer lo correcto.

Xion hizo una pausa por unos momentos. Recordar su pasado le costaba mucho. Siempre que lo hacia le invadían la melancolía y la tristeza. Pero debía seguir.

—Yo robaba los poderes de Roxas. Luego de enterarme de eso y más, huí varias veces, pero...Axel siempre me traía de vuelta.

—¿Robabas?

—Si, se los quitaba. Eso era lo que la organización quería. Pero yo no quería que Xemnas se saliera con la suya, yo no quería que se apoderara de Kingdom Hearts. Yo no quería seguir robándole más preciados recuerdos a la persona que ellos anhelaban retener en un profundo sueño.

—Un profundo sueño...

—Dime Sora ¿no te recuerdo a nadie?

—¿Qué?

—Alguien cercano a ti.

Sora la miró más detenidamente.

—¿Kairi?

—Si. Has dado en el clavo.

—¿Por qué?

—Antes de explicarte, permiteme continuar.

—Bien.

—Él último de mis días, obligue a Roxas a luchar contra mi, no le deje opción.

—¿¡Qué!? ¿Por qué!? Dijiste que eran amigos.

—Porque necesitaba desaparecer. Si me quedaba y seguía absorbiendo recuerdos solo haría más daño. Yo...ya no era yo.