cinco.

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             "ENTONCES ¿vas a leerle cuentos a niños?" preguntó Aliyaah cuando ambas estuvieron sentadas en la abarrotada cafetería del colegio.

Anaïs asintió "¿no puede ser tan malo, verdad?" su nueva amiga rió y negó con la cabeza mientras desenvolvía su almuerzo, gruñendo "¿qué pasa?"

"Es de cerdo" dejó el wrap sobre la bandeja "la camarera me dijo que era de pavo, voy a... Voy a hablar con ella."

"Podemos hacer un cambio, si quieres" le dijo cuando hizo amago de levantarse "tú te quedas con mi ensalada de pollo y yo con el wrap" Aliyaah le había contado mientras iban de camino a la cafetería lo poco tolerante que era la gente con su religión y lo mal que esto le hacía sentir, así que si podía evitarle una situación incomoda, lo haría sin dudarlo.

"¿no te importa?" le preguntó. Anaïs no dijo nada, simplemente cambió su bandeja con la de ella y le sonrió.

Aliyaah le devolvió la sonrisa y destapó la ensalada, ambas chicas comenzando por fin a almorzar.

"Bueno y... ¿qué tal el barrio?" preguntó "¿algún interés amoroso?"

Anaïs tuvo que hacer un gran esfuerzo para no atragantarse "¡Aliyaah!" exclamó "claro que no, acabo de mudarme."


"Te estás poniendo roja."


Se llevó las manos al cuello y luego a las mejillas "¡no es verdad!"

Aliyaah rió mientras se llevaba el agua a la boca "si tú lo dices..."

Cuando las clases hubieron terminado y todos los alumnos se dirigían a la salida Anaïs se dispuso a buscar la biblioteca, llegando a la conclusión de que quizás debería de haberle preguntado donde se encontraba a su profesora aquella mañana.

"¡Disculpa!" exclamó cuando vio a un chico caminando por el pasillo. Este se giró sorprendido por unos segundos hasta que se dio cuenta de donde provenía la voz "¿me podrías decir donde está la biblioteca, por favor?"

El chico sonrió y asintió "es por aquí" dijo y le hizo una señal con la mano "voy para allá, si quieres que te acompañe."

Anaïs asintió y con un gracias ambos se pusieron en camino.

"Tú debes de ser Anaïs, ¿verdad?" preguntó y rió suavemente cuando la chica lo miró con el ceño fruncido "lo siento, Martha nos dijo que te unirías a nuestra actividad."


"Oh."

Al llegar, antes de que pudieran entrar a la biblioteca, el chico la detuvo haciendo que esta le mirase de forma inquisitiva.

"Estás nerviosa, se te nota a la legua y además, te estás poniendo roja" dijo y no pudo evitar reír cuando Anaïs se quejó y él trató de calmarla "son más o menos tranquilos... Menos Roger, pero él ya está asignado a Hope, así que no te preocupes."

Anaïs no tenía ni la más mínima idea de quienes estaba hablando, pero asintió de todas formas y sonrió como para hacerle creer que ya estaba más tranquila. Cuando entraron a la biblioteca, se sorprendió al ver a los niños sentados en diversos círculos con un adolescente sentado en medio de cada uno de ellos.

"¡Anaïs!" la chica se giró al oír su nombre, quedando cara a cara con Martha "estaba empezando a creer que no vendrías. William, llegas tarde" dijo dirigiéndose al chico de detrás.

Su profesora la agarró del brazo y tiró de ella hacia un grupo de niños aunque esto no impidió que oyera el gruñido del chico detrás de ella, haciéndola sonreír.

La chica que lo intentó | sebastian stanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora