ocho.

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Anaïs se miró al espejo por undécima vez y frunció el ceño, girandose rápidamente hacia sus amigos "chicos, de verdad que..."

Antes de que pudiese continuar William la interrumpió "ya hemos hablado de esto" dijo "sea lo que sea que te ocurre, esta fiesta y un poco de alcohol podrán arreglarlo."

La pelirroja volvió a fruncir el ceño y por un momento Aliyaah pensó que la mueca se había convertido en algo perpetuo en ella.

"¿Alcohol? Oh, no, eso sí que no."

"De acuerdo, nada de alcohol" dijo Aliyaah lanzándole una mirada amenazadora a William cuando fue a protestar "pero aún así vas a venir con nosotros, no puedes quedarte aquí lamentándote por lo que quiera que sea que te estás lamentando todo el fin de semana."

"No he estado aquí todo el fin de semana, ayer mi hermano y yo fuimos hasta Illinois y vi a mis antiguos amigos" replicó la chica aún sabiendo que tenían razón.

"¿Y no crees que tus nuevos amigos merecen un poco de atención también?" preguntó Aliyaah, la cual soltó un gritito ganador cuando vio que su amiga suspiraba, asintiendo.

"Está bien" aceptó Anaïs "pero a las doce quiero estar de vuelta y tenéis que traerme vosotros, nada de tus amigos se han ido, buscate la vida" dijo mientras cogía su bolso y se pasaba la bufanda por el cuello, colocándola.

Ambos chicos asistieron fervientemente, satisfechos con los requisitos y la siguieron hacia el piso de abajo. Las dos chicas dejaron que William fuera el conductor —al menos por aquella noche— pues era el que mejor conocía el lugar en el que se celebraba la supuesta fiesta.

"¿Dónde se supone que vamos?" preguntó Anaïs frueciendo el ceño "ni siquiera me lo habéis dicho."

Aliyaah y William se miraron el uno al otro y la morena se mordió el labio. Aún así, ninguno de los dos contestó.

"¿Chicos?"

"Es en el bosque" soltó William y después gimió de dolor cuando Aliyaah le clavó el codo en las costillas con un gruñido.

"Tenéis que estar de broma" dijo Anaïs, más bien rogando para que fuera, de verdad, una broma. Cuando pasaron unos segundos y ninguno de los dos contestó, Anaïs supo que no lo era "es la última vez que me fío de vosotros."

"Es que a quien se le ocurre."

"Casi ni nos conocemos" afirmó William.

"Completos desconocidos."

"Iros a la mierda."

Ambos adolescentes rieron. 



"Voy a por algo de beber."

"Y yo a saludar a Jonah."

"¡Chicos!" exclamó Anaïs, tratando de hacerse oír sobre la música "¡quedamos en que no me dejaríais tirada!" pero ya era demasiado tarde pues cuando se giró, ninguno de sus amigos se encontraba allí "genial" se dijo a si misma y se dirigió a la mesa de snacks; si tenía que estar allí por lo menos sería con el estomago lleno.

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2016 ⏰

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La chica que lo intentó | sebastian stanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora