2.¿Shinsegumi?¿Guerra?¿Qué diablos pasa?.

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Luego de haberme ocultado en la habitación, note que Naruka fue a ver mi reacción, mi repentina manera de actuar que al parecer no era común en mi forma de ser, no sabia que excusa dar y deseaba esperar que aquella persona se marchara para poder calmarme, pero ¿De verdad era él? Aquel mismo niño el cual me hizo feliz que luego de tantos problemas en mi familia, aquel que mi maestro trató y tomó como parte de la familia. Solo en pensar en todo lo sucedido y en lo que podría ocurrir si llega reconoce... ¿Me recuerda? ¿Acaso olvidaría lo que pasó? ¿Me reconocería luego de tanto años? No podía sacar tanto de mi mente, fui capa de recordar su rostro y su forma sutil de hablar.

Me calmé la escuchar los pasos de Naruka acercándose,  Salí de la habitación y noté a Naruka viéndome con preocupación.

—¿Ryuujin-chan estas bien?, me preocupa la forma en como corriste ¿Paso algo?—Me dijo con un tono de calma, preocupación en su voz.

—Estoy bien, solo me sentí mal y deje caer el sake, es todo, no te preocupes ya estoy mejor.—Mentí. Baje mi mirada de lo avergonzada que estaba.— Perdón por dejar caer el sake.

—Oh bien, tranquila mi niña eso es lo de menos. Lo importante es que no te hayas lastimado. Toma el rato libre y descansa — me comentó con más calma en su tono de voz

—¡Bien! Gracias.

Caminé con un poco de prisa a la parte trasera de la casa a tomar aire fresco, allí note un árbol que estaba cubierto por la nieve. La primavera sería recibida con lo cerezos y ese árbol tendría una hermosas flores... ¿Acaso no dijo Shion que sería temporal? Pero no ha dicho con exactitud cuánto tiempo estaríamos en Edo.

Nuevamente entre a casa para observar al momento que el maestro regreso luego de varias horas.

Ya se había hecho medio día así que mi labor de preparar el almuerzo como siempre había llegado. Mientras que Naruka estaba al frente vendiendo sus artículos me tome el tiempo para pedirle al maestro que fuéramos a comprar verduras para hacer ramen de almuerzo este día, y así de una vez preguntarle al maestro Shion sobre su salida en la mañana.

Al paso de un rato luego de comer y descansar el almuerzo, junto a Shion salimos a hacer otras compras: ropa y material de costura, además de más mercancía para el pequeño local de Naruka. Se volvía una costumbre cada vez que veníamos a Edo y vivir con Naruka, nos quedamos a hacer sus recados para que ella pudiese hacer sus ventas con más tranquilidad.

No era raro ver la ciudad llena de energía: los mercados tenían mucha clientela, además de los niños jugando, los apostadores en la calles, los ronin también era vistos dando vueltas con sus espadas.

Era una época complicada para portar armas, todo era un posible peligro para las autoridades del shogunato. Sin mencionar que ahora era ilegal portar espadas en algunas regiones.

Aquel motivo fue el porque la fragua del maestro Shion dejó de brillar como antes.

Observé en silencio y con tranquilidad un grupo de personas discutiendo, era también común de ver aunque... Aquel peculiar tono de voz me resulta familiar. Me acerqué a investigar de que se trababa y no tardé en intervenir al reconocer el volumen absurdo de esos pechos.

—¡Hey! De verdad siento todo, mi amiga está perdida y no sabe lo que hace, disculpen todo y mantengamos esto discreto, no paso nada. Lo siento mucho yo me encargo de ella. —Dije en frente de los hombres que sometían a la mujer.

Incliné la cabeza varias veces mientras que mi mirada estaba observando a Shion hacer nada. No era muy capaz de meterse en este tipo de peleas.

Tome la mano de la mujer y la lleve con el maestro, de allí le di un golpe en la cabeza con un rollo de papel que llevaba en mi kimono.

Hakuouki: Mi amado Capitán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora