A veces recuerdo la manera en que me abrazabas.
Sentados en el sillón, deseando escapar lejos, lejos de nuestros problemas.
Una tarde descubrí el universo en tus ojos.
Mi universo.
Lo fuiste todo para mí.
Y aunque a veces te extraño, con la sensación en el pecho de que no podré dar un paso más sino es contigo, sé que estamos mejor separados.
Solo me lastimabas.
Y yo a ti...