Ayer salí con mis amigos; ya sabes, con los que conoces de aquella escuela católica a la que solíamos asistir.
Donde nos conocimos.
Me recordaron aquellos tiempos, contigo cerca de mí y el caos empezando a tomar fuerza.
Poco a poco.
Preparándose.
Recuerdo que me pregunté mil veces si era real, si despertaría en algún momento...
Nunca desperté de eso.
Sigo viviéndolo cada día.
En los buenos recuerdos, en el dolor, en el anhelo, en la tristeza, en el resentimiento, en mi manera de ser.
Han cambiado tanto las cosas desde hace un año.
Me cambiaste.