Capítulo 33 - una caja

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Narrador

La luz del amanecer salía del cielo, y al mismo tiempo dos ojos grandes y achocolatados estaban abriéndose poco a poco.

Eran las 5:00 exactos, y [Nombre] estaba despertando del sofá.
De Levi.

-Espera....¿que?- pensó y dijo la niña.
No se había dado cuenta la chiquilla que se hallaba encima de Levi, justo arriba de su estómago que chocaba sus medianos senos contra él (por suerte sus manos estaban también en el estómago y no en otro lugar...).
[Nombre] podía sentir todo su estomago (y pectorales), además de otra cosa (grande)...gracias al estómago de ella. Al pensar eso la pelinegra se sonrojó a nivel fuego extremo.
Por otro lado Levi estaba durmiendo tranquilo con la cabeza girada a la derecha, en el lado de la espalda del sillón. No sentía que había alguien más ahí.

[Nombre] reaccionó al instante al estar ahí y con mucho cuidado y lentitud se fue moviéndose. Caminó como si fuese de pluma hacia la salida y salió cerrando la puerta con mucha delicadeza, sin provocar un ruido.

-Si hubiese despertado junto con él, sería una escena muy incómoda...¿cómo llegué a esa posición?-

Anteriormente

-Levi...ayudame....te lo ruego...-repetía una y otra vez la misma oración, aún llorosa ella. Levi solo le acariciaba la cabeza y no la soltaba del abrazo, le gustaba estar en contacto con ella.

-ya no se qué hacer....mis padres...lo único que tenía...ya no me hablan...es que acaso ellos se cansaron...-
-¡¿Por qué?!- gritó.

Los dos siguieron juntos dos horas más, era tarde y la pelinegra estaba muy cansada al igual que Levi.
Los dos cayeron de sueño.

Ahora.

[Nombre] al recordar esa noche, se apoyó en la puerta de espalda y así se fue yendo hacia abajo arrastrándose, hasta que llegó al suelo.
Y después se abrazó a sí misma.
-que patética....ays...siempre hablando de mi, y mi sufrimiento...debo dejar de expulsar los sentimientos, solo me hacen ver mal y tonta...¡que lista eres [Nombre]! que lista...- dijo.
La verdad no tenía la intención de llorar esa noche, pero el hecho de que tanto reprimía ese pensamiento de sus padres y más, no tu elección. Sus sentimientos la invadieron y empezaron a controlarla.

En fin, ella se estaba lamentando.

Después de dos minutos de reflexión, la pelinegra se paró y se fue a su departamento. Tenía ganas de tomarse un baño, para sacar los malos recuerdos pero al final jamás resultan irse, la ducha no lograba nunca sacarlos. Siempre están en su mente atormentandola.

Fue rápida en eso, y tomando una toalla se fue a su habitación, se vistió con lo típico, algo negro y plomo, pero con algo más abrigado.

La atmósfera se encontraba fría y media rara, con lluvia suave a tempranas horas.

No tenía nada que hacer, la universidad acabó, y ella no trabaja en lo absoluto, sus padres aún pagan por ella el apartamento, así que no tenía la necesidad de trabajar.
No es totalmente la pelinegra independiente. Pero no era que no sabía hacer nada, ella podría trabajar solo que sus padres aun la ayudan en la paga solo para que tenga ella más tiempo en sus tareas y estudio.
(Lo típico, un padre no quiere que viva su hijo lo mismo que él vivió, sino mejor de lo que él no pudo hacerlo)
Ellos no tenían a nadie quien los apoye o ayude, trabajaban, estudiaban y apenas pudieron ser profesionales, y conseguir un trabajo con suficiente dinero para que su hija pudiera estar a la altura de vivir bien.

Si ellos supieran lo que realmente quería la niña.

...

Y ¡chin!, [Nombre] tuvo inspiración gracias al ambiente.
Esto no pasaba todos los días, de la nada la inspiración del arte estaba creciendo en ella. Más y más grande.

[Levi y tu] [No me olvides] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora