Prologo

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Lo único que recordaba era agua, agua que lo ahogaba, que por más que intentaba nadar sus piernas y brazos no respondían, sentía esa horrible sensación de estar siendo sofocado.

—¡Nanase-san!— Y volvió al mundo real, delante de él, estaba una de las ayudantes de cocina algo preocupada—Oh Nanase-san, realmente estaba preocupada... Hace ya un buen rato que trataba de llamar su atención.

Y Haruka Nanase se disculpó, hacía varios días que realmente se perdía en sus pensamientos, ¿a qué se debía? Ni siquiera él lo sabía, pero lo que fuera, realmente bajaba su nivel y du calidad de atención en el trabajo.

Alrededor de la media noche, Haruka salió del restaurante en donde trabajaba, una de las lámparas no servía y el constante sonido de electricidad en otro de los focos lo aturdía, se hundió en su bufanda y alzó el cuello de su abrigo, realmente hacía frío, debía llegar a casa lo más pronto posible, necesitaba darse una buena ducha.

—¡Haru!— Una voz en la calle llamó su atención.
Cuando se dignó a ver de quien se trataba, vio a Rin Matsuoka, uno de sus amigos y además el policía de la zona, Haruka miró a ambas direcciones antes de cruzar la calle, cuando quedó frente al joven policía le saludo, notando que Rin se había quitado ya la chaqueta del trabajo, ahora simplemente conservaba la camisa blanca y los pantalones azules del uniforme.

—He terminado mi turno, ¿vamos juntos a casa?

Y sin mucho que pensar, Haruka accedió, caminando con Rin por la banqueta, Rin hablaba sobre lo atareado que había sido su día, a pesar de que Iwatobi era un pueblo pequeño.
Rin le contó sobre un incendio cerca de la costa, habían ido de apoyo, Haruka solo escuchó atento, realmente él nunca fue un chico de muchas palabras.

Al llegar al departamento de Haruka, él y Rin se despidieron; Rin esperó a que Haruka estuviera dentro de su casa, aguardaba un momento más, hasta que veía que la luz del departamento de Haruka se encendía, y después cuando notaba que nada malo ocurría se iba tranquilamente a su departamento, unas calles más lejos.

Aquella noche, Haruka tuvo un sueño extraño, volvió a estar rodeado de agua, y por más que nadaba no llegaba a la superficie, intentó impulsarse, cada vez con más fuerza, sin embargo el resultado era el mismo, incluso, al final del sueño, unas algas se enredaron en sus piernas impidiendo que Haruka siguiese nadando.

Haruka despertó de un salto y tocó su frente, el reloj de la pared marcaba las ocho de la mañana y, detrás de la puerta se podía apreciar el olor de la caballa recién hecha, Haruka se reincorporó de la cama y talló sus ojos un poco, ¿sus vecinos estaban cocinando caballa?, en ese instante la puerta de la habitación se abrió y entonces observó cómo Rin entraba, tranquilo y calmado con una charola en las manos, Haruka realmente se sorprendió pero no pudo articular palabra ¿acaso había dejado la puerta abierta [Otra vez]?

—Haru, al fin despiertas, realmente estaba muy preocupado por ti, te llamé varias veces para que fueras a desayunar, pero me ignoraste—Habló Rin con cierto alivio en su voz, después dejó la charola con comida a disposición de Haruka.

Haruka se quedó observando la charola, tratando de reacomodar sus ideas: en la noche había visto a Rin, y Rin había ido a su casa, no se quedó en la suya a dormir, y había cerrado la puerta, lo recordaba bastante bien, hacía mucho frío y quería que el calor se acumulara por ello la había cerrado bien, la única réplica de la llave la tenía su casero, y solo la daría en una emergencia, entonces... ¿Cómo y Por qué?

—Vamos, Haru. Te llevaré al trabajo, debo pasar a la estación para dejar mi arma, por alguna razón la traje conmigo ayer, espero que mi jefe no se haya dado cuenta, todo es tu culpa... pensé que llegaría tarde a recogerte.

Y en ese instante algo extraño pasó, algo que Haruka nunca olvidaría, Rin se acercó a él y acarició sus cabellos, con aquella filosa sonrisa que caracterizaba a su amigo cuando estaba a punto de hacer algo que le gustaba, y cuando menos lo sintió sus labios estaban amoldándose perfectamente a los de su amigo pelirrojo.

Cuando Rin se separó de los labios de Haruka, le miró algo confundido.

—¿Ocurre algo, Haru? Estas extraño hoy... ¿Te sientes enfermo?

Y Haruka negó con la cabeza lentamente, tratando de entender que sucedía... ¿era un sueño? No, no lo era, ese beso fue muy real, y el aroma de la caballa era hiperrealista, entonces... ¿Qué ocurría?

Entonces Rin y Haruka, después de varios minutos salieron del departamento, entonces Haruka descubrió que las cosas de Rin estaban ahí, ropa, uniformes, objetos de limpieza, objetos personales... ¿Qué rayos pasaba? Eso ni él lo entendía.

Al llegar al restaurante, Rin se despidió de Haruka con otro beso en los labios, el cual fue torpemente correspondido, recordó las palabras de Rin antes de salir del departamento.

"Haru, somos pareja, y si no me cuentas lo que te inquieta, me inquietas a mi... ¿no confías en mi acaso?"

Haruka sintió si corazón latir con fuerza, tocó sus labios mientras miraba la espalda de Rin que se alejaba por la calle...

Todo era real, no parecía un sueño... ¿acaso... ayer estaba tan cansado que no escuchó que Rin le propuso una relación y él había aceptado? ¿Tan cansado estaba?...

Iori Yagami CCH:

ACLARACIÓN

NO SOY RINHARU, pero es necesario para elaborar una trama, así que no se confundan. 

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