Me sentía enfermo, había pescado alguna gripe y estaba decaído, murmuré un par de maldiciones hacia mi mismo, me detestaba por haber aceptado ir a la casa de Ashton en lugar de ir a descansar a la mía, y en eso estaba, eran por lo menos media noche y me encontraba caminando de vuelta a mi hogar, trataba de no hacer ruido, pero aquello no era mi fuerte.
Sin querer pateé un tacho de basura, haciendo que millones de gatos maullaran debido al ruido, mi cabeza dolió más, me dieron ganas de darle patadas a todos esos gatos para que se callaran, pensé en lo poco que faltaba para llegar a casa y me reconforté.
Me detuve una cuadra antes de llegar a mi casa, ¿Y si ese chico raro seguía ahí? Formé una mueca en mi rostro mientras iniciaba a caminar de nuevo soltando un suspiro. Dos semanas. Habían pasado dos semanas desde que reveló que sabía que lo dibujaba, y como era de esperarse no había respondido a ninguna de mis preguntas. Odiaba que hiciera eso, y él lo sabía.
Mire cautelosamente a la acera frente a mi casa, parecía no haber nadie, lucía desierta, justo como debía ser. Pero al mirar en la entrada de mi casa me di cuenta que la vida nunca te da lo que quieres.
"Hola." Murmuró.
"¿Que haces sentado en las escaleras de mi casa?"
"Te estaba esperando." Admitió.
Pasé una de mis manos por mi cabello en forma de nerviosismo, él me ponía nervioso, más que eso, en ocasiones hasta me daba un poco de miedo. Era extraño. Y al mirarle los ojos llenos de ojeras, la pálida piel, su cabello rubio, no podía evitar pensar en que le había ocurrido para acabar de esta forma. Era atractivo, de esos chicos que podrían ser fácilmente el capitán del equipo de fútbol, que tenían a sus pies a las chicas más hermosas, que amaban su vida, pero él parecía sufrir en cada una de sus respiraciones.
Me senté a su lado, recargando mi espalda en la puerta de entrada. Nos quedamos en silencio, ninguno de los dos tenía ganas de hablar. Esa noche no me sentía con ganas de encontrarle respuestas a mis preguntas, simplemente necesitaba paz y compañía. Y aquel extraño era perfecto para ambos.
"Porque eres lo más interesante en mi vida." Lo observé totalmente confundido.
"¿Qué?"
"Hace unas semanas me preguntaste por qué te observaba, esa es la respuesta." Dijo jugando con sus dedos. "Porque eres lo más interesante en mi vida."
Me quedé en silencio, sus respuestas me hacían sentir incluso más confundido.
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hypnophobia; cake
FanfictionDonde el rubio posee hipnofobia, y el moreno trata de ayudarlo.