My bad boy - ZAYN

15

Estuvimos en esa posición toda la tarde. Vimos el atardecer y estuvimos platicando sobre nosotros. Supe que se fue de su casa en cuanto cumplió 18 y se fue a vivir a un departamento con su amigo Niall. Supe que tenía un perro al cuál adoraba, pero no lo podía ver por que estaba en casa de sus padres. Supe que amaba con toda su alma a su madre y a su padre, pero tuvo un pequeño problema con él y siempre actúa frio en su presencia. Supe que tuvo varios accidentes en moto hasta que por fin la pudo dominar bien. Supe que se hizo muchos tatuajes por el cuerpo, pero no me los quería enseñar. Supe que dentro de esa apariencia de chico rudo, se encontraba un Zayn sensible y con corazón.

—  ..y entonces me dijo "llámame"—hizo una voz aguda—

—  ¿y qué dijiste?—estaba que no aguantaba la risa—

—  Le dije "oye amigo, yo solo salgo con mujeres"—No aguanté mas la risa y estallé en una carcajada, prácticamente llevamos así toda la tarde. Zayn es un tipo muy gracioso con sus anécdotas—

—  No puedo creer que ya hayas tenido ofertas de hombres—reí, el soltó una carcajada—

—  Para que veas lo irresistible que soy—me guiño el ojo—

—  No te creas tanto—lo empujé levemente en el pecho, para sentir en una fracción de segundo su bien formado cuerpo—

—  Bueno yo creo que--—*ring*—

—  Es mi celular, lo siento..--

 

-Llamada Telefónica-

—  ¿____________? ¿Dónde estás? ¡Debiste estar aquí en casa hace como 4 o 6 horas! ¿Éstas bien?--

—  Si tía, no te preocupes.. estoy bien—miré a Zayn, me sonrió—

—  Bueno, ¿con quien estas?

—  Tíaaa—hize un puchero por teléfono—

—  Bueno, bueno.. tan solo ya vente a la casa, me preocupas.

—  Tu tranquila, voy en camino. Te amo, adiós.

—  También Te amo, corazón—colgué—

—  ¿Tu tía?—enarcó una ceja—

—  Si—guardé mi celular—debo de ir para la casa, está preocupada.

—  Yo también lo estaría despues de todo lo que ha pasado—hizo mis piernas a un lado y se levantó—¿vamos?—me extendió su mano—

—  Claro—sonreí y tomé su mano—

  Me ayudo a bajar por las rocas hasta llegar a la tierra y bajar de un salto. Caminamos hasta llegar a la moto y hacer lo mismo que hicimos hace unas horas: Se subió, pasé mi pierna por enfrente de él, me agarró de la cintura y me ayudo a subir. Pasó su brazo derecho por debajo del mio y me agarró de la cintura con todo su brazo izquierdo, para así partir. Pasó por el camino angosto y llegamos a la carretera.

—  ¿Puedo aumentar la velocidad?—dijo en mi oreja derecha en un suave susurro, mientras su barbilla descansaba en mi hombro—

—  Claro, por que no—sonreí—

—  ¿Segura? No quiero que te asustes.

—  Completamente segura, ¡vamos!—el rió en mi oreja, haciendo que mi piel se pusiera de gallina—

  Aumentó la velocidad de 40 km/h a 70 km/h, y aunque sé que no era lo suficientemente rápido para él. Yo sentía que la adrenalina  corría por mis venas, sentía el viento chocar con mi rostro, mientras no paraba de reir. Me estaba quedando loca. Loca por él.

  Llegamos a la calle de la institución, la rodeó para llegar al estacionamiento y darnos cuenta de que lo habían cerrado. Claro, el estacionamiento de la escuela lo cierran cuando ya no hay mas alumnos ni maestros en él. Mierda. Estaré sin auto hoy y mañana.

—  ¿Y ahora?—dijo el moreno, sin apagar el motor de la moto—

—  Esta bien, no moriré—lo miré de reojo y le sonreí, captando una sonrisa suya. Una sonrisa sincera como la de mi sueño—

—  De acuerdo—arrancó para ir a mi casa, como el manejaba más rápido que yo llegamos en 10 minutos. Estacionó en frente de mi casa, apagando el motor.—

—  Lo siento—me sorprendió—

—  ¿Porqué lo dices?—lo volteé a ver—

—  Por llevarte lejos del instituto toda la tarde y hacer que secuestraran a tu auto toda la noche—reí—

—  No te preocupes, como ya dije, no moriré—sonreí—además nadie puede entrar, no le pasará nada—sonrió—

—  Le ves el lado positivo a las cosas—se bajo de la moto—¿necesitas ayuda?

—  ¿Por favor?—se acercó a mi y puso sus manos en mis caderas, puse mis manos al rededor de su cuello y me alzó. Me apegó a él y no pude evitar ver esos hermosos ojos café, estuvimos así segundos que parecieron eternos pero reaccioné—¿Qué te pasa? No te acerques a Malik, aunque te haya contado cosas sobre su vida, bien sabes que no es todo. Alejate de él y ¡Corre!—parpadee varias veces y le dí una sonrisa tímida—eeh, ¿podrías bajarme?