My bad boy - ZAYN

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CAPÍTULO 47
"¿Qué hace él aqui?"

Bueno, creo que no fue buena idea decirle "Te amo", enserio... Le digo Te amo y él solo se va, ¿será que no me quiere tanto como yo a él? Mi yo interna empieza a negar con la cabeza y con una mirada reprobatoria, le aviento un zapato y le digo que se calle.

Camino hacia mi casa, me adentro en ella y prendo las luces, todo se ve tan solo, frio y vacío. Cierro la puerta tras de mí y sigo mi rumbo hasta mi habitación, me cambio la ropa por algo cómodo y me aviento a mi cama en busca de comodidad y calidez, me tapo con la sábana y cierro mis ojos sin darme cuenta que duermo con una sonrisa impregnada en el rostro.

Sol. Arena. Mar. Tres palabras que describen exactamente la playa, pero para mí es otra definición. Amor. Romance. Ternura. Eso es lo que pasé con Zayn la pasada noche. Me quito mis gafas de sol y es de día, el sol esta resplandeciente y el agua de mar esta tranquila, pacífica. Me siento recargandome en mis manos, Zayn no esta en la manta de cuadros escoceces conmigo. Miro a todos lados, ¿Donde esta Zayn?

 

Escucho galopes a lo lejos, ¿de donde viene? y de repente algo salta por encima de mí, algo blanco y realmente grande. Es un caballo blanco y en el viene montado Christopher. Me sonrie y yo le sonrio de vuelta.

 

— ¿Qué haces aqui tan solita?

 

Intento hablar pero no puedo, enserio intento. Pero el solo sonrie.

 

— ¿Te gustaría dar un paseo conmigo?

 

Y de nuevo nada. Extiende su mano hacia mí. Otro caballo blanco llega y en él esta Ben, ¿Ben? ¿Qué hace él aqui?

 

— No le hagas caso— hace un ademán— Mejor ven conmigo, soy mas seguro— me guiña un ojo—

 

— No, ella viene conmigo— le dice Chris—

 

— No, ella me prefiere.

 

— ¿Vienes conmigo?— dicen los dos al mismo tiempo mientras me miran expectantes, y yo sin habla—

 

— Largo, idiotas. Ella es mía— Volteo y es mi moreno, él viene montado en un caballo negro. Trae su chaqueta de cuero, sus pantalones de mezclilla y unas botas negras. Se ve hermoso—

 

— ¿Quién te crees?— Dicen estos al mismo tiempo—

 

Zayn no contesta. En cambio sus ojos pasan de avellanas a obscuridad, ellos simplemente se encorvan y se van en diferentes sentidos. Zayn extiende la mano hacia mí y me sonrie, su mirada se vuelve avellana de nuevo y veo un ligero brillo en ellos.

 

— Entonces, ¿aceptas venir conmigo?