Capítulo 15

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Una vez que terminamos de recoger todo lo necesario, encendimos la fogata. Funcionaba para alejar a unos cuantos animales pero para atraer a otros. No me preocupaba pues todos aquí eran cambiantes.

Gavrel y Jan fueron los primeros en terminar su tarea. Hasta nos ayudaron con la nuestra.

Ya sólo faltaba la cena.

Estaba segura que traerían al mejor ciervo del lugar, los tres eran unos excelentes cazadores. Se complementaban.

Conze, tan callado y solitario, se dedicaba a rastrear. Dema, tan hijo de puta, acechaba, nadie podía notar su presencia ni aunque él lo quisiera. Y el Alpha, tan hijo de puta también, mataba.

Ya habían pasado casi dos horas desde que se habían marchado a cazar y aún no regresaban.

Esperaba que algo los hubiese matado.

Pero tristemente no fue así pues luego de un rato regresaron con tres ciervos encima.

--¿Porqué tanto?.-- Pregunto Jan adelantándose a todos.

--Para que tenga sus manos y boca ocupadas y no encima de la chica.-- Contesto el Alpha como si fuese lo más obvio del mundo.

Me senté cerca de la fogata para calentarme, tratando de hacer oídos sordos a lo que contesto el Alpha.

Dema se sentó a mi lado con la pierna entera de un siervo y cruda. Tuve que tapar mi boca para no vomitar ahí mismo.

--¡Oh vamos! como si no has tenido peores cosas en la boca.-- Exclamo, riendo.

Hice mi mejor esfuerzo por ignorarlo, pues él solo estaba provocandome. Queria que yo le hiciera algo para tener una excusa para castigarme. 

Es sobre sabido lo mucho que excita a un Lobo el dominar una hembra. Dema se agarraria de esa excusa para hacerme daño, lo sabía. Así que, tranquila, Czarina. Ignora al idiota.

--Gavrel.-- Llamo el Alpha, este rapidamente se puso de pie.-- Quiero que regreses a la aldea. Tengo un mal presentimiento.

--¿Ahora?.-- Pregunto, Gavrel recogiendo sus cosas.

--Desde ayer.-- Dijo, enojado.

¿Por qué rayos se enojaba? Este Alpha es un real idiota.

--Coman y duerman. Mañana seguiremos nuestro camino.-- Todos buscaron un lugar cómodo, quise imitarlos pero antes de hacer cualquier cosa, el Alpha me coloco unas pesadas y ruidosas cadenas, murmurando un "por si acaso".

Bufe molesta y me recoste, Gaverl se fue corriendo hacia la aldea, le tomarían unos dos días llegar, pues estando solo muchas partes se dificultaban.

Dema se recosto casi tras de mi, Gavrel ya no estaba para cuidarme así que, me acerque al Alpha lo más que pude, no sin antes ganarme muchos gruñidos y rechazo. Pues él tenia pareja y solo la cercanía de otra hembra lo ofendió.

Cerré los ojos, pensando en mi amor. ¿Me habrá dejado? Y con ese ultimo pensamiento, caí en un profundo sueño.

Me desperte luego de unas pocas horas de sueño por unos golpes en mi costado, ni siquiera había amanecido. El Alpha estaba parado a mi lado, con un vara en la mano picando mi cuerpo como si fuera un animal muerto.

--Vamonos.-- Ordenó.

Me levanté, enfadada. ¿Qué se creía? Me sentía como un bicho raro. Él solo me miro con superioridad y siguió su camino.

Dema apareció en ese momento, olfateando mi cabello.

--Hueles a mí.-- Murmuro, lamiendo mi cuello.

Me tensé pero no me moví. Creí haberme quitado su asqueroso hedor cuando me bañe en la casa de Gavrel.

De pronto, sentí como tiraban de mi cadenas. Era el Alpha, le lanzó una mirada de reproche a Dema y me llevo casi a rastras.

Caminamos por unas dos horas, el Alpha iba al frente. De pronto, justo cuando llegamos al pie de la montaña, se escucho un silencio sepulcral.

De esos que te avisan que nada bueno sucederá.

Czarina tiene un SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora