Puzzle

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Estás en la esquina, en una caja gigante donde sólo la luz entra haciendo espirales. Estás solo, estás sola. Te arrojan la cuerda, para que puedas salir, pero confías tan poco, que la tocas con las líneas de tus dedos, y rápidamente te alejas porque te da miedo. Y vuelves a esa esquina donde te haces bolita y comienzas a temblar. Estás a salvo en ese lugar, nadie entra y nadie sale. ¡No hay peligro alguno!. Pero la soga permanece ahí, y te da miedo tocarla de nuevo, al fin ya seas que se siente. No quieres arriesgarte y que cuando estés por llegar a la cima te corten la cuerda. Así que decides permanecer ahí, intacta, jugando a armar las piezas de tu corazón, somos tan perfectos, que siempre llevamos una pieza guardada en la tira de las bragas, y damos siempre el puzzle incompleto.
Porque es así, estamos jodidos y no queremos que nadie nos toque.

Lejos de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora