47; Dulcemente

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Noah

Cierro la puerta del espejo, paso mi mano por el material empañado y me veo reflejado en el

Las jodidas orejas, los ojos apagados y el cabello despeinado no me sorprenden

No puedo esperar más que esa mierda y no tomo mucho de mi tiempo en lamentarme por lo ya habitual desde hace años

No es como si pudiera arreglar algo con eso, nunca pude

Salgo del baño, cerrando la puerta atrás de mi, camino por la habitación hasta la puerta y salgo de esta, dejando la puerta abierta

El café esta listo, todo el departamento huele a el, y eso es algo relativamente bueno, tomo la jarra de cristal y me sirvo en una taza con la letra de Lucy whit diamonds in the sky que Mike pensó sería un buen regalo de cumple años

Hasta el borde, casi quemando mis dedos y sin azúcar

<<¿Que? ¿Al pequeño Noah no le gusta el azúcar?>>

<<Pensé que te gustaba lo dulce>>

<<Oh, Lauren, Lauren, Lauren...>>

Aprieto los párpados, pasando el trago de café que quema mi boca y vuelvo a la habitación, caminando directo al baño, pensando en porque cerré la puerta

Solo para hacer algo más de tiempo

Tomo la pastilla del borde del lavamanos de porcelana entre los dedos y la dejo en mi lengua, sintiendo el sabor amargo dos segundos

Llevo la taza a mis labios inmediatamente y con un gran trago de café, la pastilla se desliza por mi garganta casi burlándose de mi

<<Hirviendo, buena elección>>

Repito el procedimiento con la otra infeliz y me miro en el espejo, la expresión en mi rostro y las luces de neón que dan la señal de correr, resoplo sin tomarme las molestias en evitarlo

<<Hoy es un buen día>>

<<Para morir>>

<<O para evitar una catástrofe>>

-Ya-suelto un bufido, me alejo del espejo y cierro la puerta con fuerza

Con la mochila pesando en el hombro-gracias a libros y cuadernos que no uso amenos que Lauren me obligue, o manipule-salgo del departamento, cierro con llave la puerta de madera y camino por el pasillo hasta el ascensor

Oprimo el botón con el dedo pulgar y espero, con las manos en los bolsillos de la chaqueta y el mismo mal presentimiento de todos los días, deseando que por una maldita vez pudiera tener la cabeza en blanco

La misma rutina de todos los jodidos días

-Oh, hola Noah-

Escucho la chillona voz de la señora Hamstings por el pasillo y cuando giro ella llega a mi lado, con un par de bolsas transparentes llenas de lo que se es la ropa de su nieto-ya que al parecer el bastardo no sabe usar una maldita lavadora-en las manos y un gran bolso morado al hombro

-Buenos días, señora Hamstings-tomo las bolsas de sus manos sin preguntarle y ella sonríe dulcemente en forma de agradecimiento

<<"Dulcemente">>

<<Eh, otra cosa que no entiendo>>

<<Te rodeas de personas que dices odiar>>

Scars. [ BORRADOR ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora