La Luz azul. [el origen de los guardianes]

¿Eres un espiritu? (parte2)

Narra Jack: 

 Mire a Norte desconcertado, ¿La otra parte del invierno? Eso que significa. El trío dinamico al fin descansa, al parecer esas cosas se van como llegan y todos descansan, al parecer Eurena también conoce a Pitch y a la leona. Finalmente la recién llegada me mira y sonríe.

 -jamás había estado tan cerca de Jack Frost- dice y se acerca, mucho. 

-ehh...¿Quien eres? -oh lo siento- se aleja y extiende su mano -Soy Eurena. Me imaginó que entiendes mi función. 

 Niego con la cabeza y se escucha la risa de Norte a mi espalda. Ella sonríe mirando a Norte y luego a Thoot. 

 -continuemos adentro- dice Pitch. 

 Miramos la puerta donde la leona ya entro. Eurena sonríe y la sigue de un salto, los demás van con ellas pero yo aun veo a la calle, esas cosas...Hendriks no vinieron por nada. 

 La nieve comienza a crecer y la escarcha de las calles lo cubre todo. A veces es bueno para mi que existan estos lugares, un lugar donde no tengo que cuidar cuando me voy a ir. 

Sigo a los demás dentro de la casa, donde solo estan los espíritus sin la chica humana. Miran la casa curiosos, Conejo ve un huevo de cerámica decorado sobre la chimenea encendida, la única que no esta curioseando por la casa es Eurena, ella me mira sonriendo otra vez pero no parece feliz. Es diferente, parece triste o nostálgica. Señala con la cabeza la puerta trasera y asiento, la sigo hasta atrás. Hay unos columpios viejos cubiertos de nieve, el metal tiene escarcha por todos lados y parecen a punto de caer. 

 -creí que ya no estaban- dice a mi lado -¿Vienes? 

 Nos sentamos en los columpios, ella parece recordar muchas cosas, tantos recuerdos que incluso me marean a mi. 

 -¿Quieres preguntar algo?- dice de repente.

 -bueno- rió -muchas cosas pero no se con cual iniciar. Tal vez ¿Quien eres? O ¿Qué haces? No lo se. 

 Se pone de pié frente a mi. Vuelve a estirar la mano con esa horrible sonrisa triste otra vez.

 -Me llamo Eurena, soy la parte triste del invierno, la nostalgia. Es un gusto Jack Frost. 

 Le estrecho la mano con duda. El invierno que yo he visto esta lleno de risas, muñecos de nieva y guerras de bolas de nieve, carreras de trineo y parejas en citas. Pero se que no es todo lo que pasa, mi invierno causa accidentes y trae recuerdos tristes, muestra viejas memorias que oprimen el corazón, pero nunca pensé que alguien tuviera que ver a esas personas y sentirlas tan cerca. 

 Narra Valentine: 

Cierro la puerta a mi habitación. No quiero verlos porque se lo que pasará y como me pondré, y no deseó eso porque que se cuanto dolera decirlo en voz alta, lo ignore tanto tiempo que pensé que lo había superado pero vuelvo a sentir como se me rompe el corazón de nuevo. 

 -lo se, hermosa- esa voz, su voz -pero no debes sufrir así.

Es él de nuevo, porque esta aquí. ¿Quien es y qué quiere? 

-esta es mi casa- digo -¿Que quieres aquí?

 -nada en especial- su voz es muy suave -¿Que te parece una tranquila charla? Responderé lo que pueda. 

 Miro un momento su rostro. Demasiado perfecto, como las estatuas que se mantiene con la misma expresion siempre. Me molesta, no puedo ver que quiere de mi o que pretende en realidad. Y su voz grave y suave a la vez, es tan....hipnótica. 

 -solo una charla ¿verdad?- respondo desde la ventana. 

Él asiente, sonríe y todo brilla. Asi es como describiria su sonrisa, como una luz brillante.

-¿eres un espíritu, no? 

-si. Uno muy antiguo, para ser sincero. 

 Seguimos hablando tranquilamente unas horas más. Realmente ha vívido mucho, y en tantas épocas que no parece posible. Hay algo en él que es peculiar, no es como los demás espíritus, lo hace tan...cercano, como si entendiera cada sentimiento de cada palabra. Se sienta conmigo en la ventana, de vez en cuando sonríe o me mira directo a los ojos. Es difícil no responder sus preguntas o negarle algo, te da confianza de decir lo que sea. ¿Quien es él? ¿Porqué no puedo separarme de él? 

 -ha sido la mejor velada de mi existencia- se pone de pie -pero debo irme Srta. Jones. 

-oh esta bien- veo que camina hacia la puerta -Erasmus, dime Rosebell.

 -volveré mañana, Rosebell.

 Desaparece en la oscuridad del cuarto. Cumple tu promesa y vuelve, por favor, yo quiero verte de nuevo. Por favor regresa y habla conmigo de nuevo sobre todo y nada. Regresa.