Beautiful Nightmare (18+)

Cap 19.- "No mueras"

Angus

Miro sin parpadear a Linney que me mira fijamente sin dejar de sonreír. Su sonrisa no es precisamente de felicidad o algo parecido, es más bien una sonrisa llena de burla, cinismo y algo de maldad. Al mirarla de esa manera no puedo asegurar que me esté diciendo la verdad o solo me esté jugando una broma.

— ¿No dices nada? —pregunta y suelta mi mano la cual dejo suspendida en el aire, ella se aleja y da una vuelta para después volver a acercarse a mí, quita el cuchillo de mi otra mano y juega con él—. Angus, no espero que me tomes en brazos y me des vueltas mientras besas mi rostro mostrándote feliz por la notica, pero sí espero que digas algo. 

— No sé qué decir —digo metiendo ambas manos a los bolcillos de mi pantalón—. Me has tomado completamente por sorpresa. 

— ¿Te alegra la idea de ser padre o te desagrada? 

— No lo sé —digo pensando en que yo nunca tuve un padre, no sé cómo ser uno, no tengo idea, nunca lo pensé, ni una sola vez en mi vida llegué a plantearme tal situación. 

— Para ser sincera, la idea no me agradó en lo absoluto cuando lo supe. —mis ojos siguen el camino que traza con la punta del cuchillo, el cual inicia en su cuello y termina exactamente sobre su vientre—. Pensé en sacarlo yo misma —su sonrisa logra erizarme la piel, no es que me asuste, pero hay algo en esa mirada que la vuelve más macabra que la mía misma. 

— ¿Cuánto tienes de embarazo? 

— Cuatro semanas, tal vez un poco más. 

— ¿Por qué no me habías dicho antes? 

— Por que no sabía bien que iba a hacer con el bebé. Pensé que no lo querrías, que me desecharías de tu lado al saberlo, pero no quería deshacerme de él. Saber que era fruto del enfermizo amor que nos une, me hizo sentir aprecio por este bebé, pero las cosas han cambiado —dice y entrecierro los ojos. 

— ¿Qué quieres decir? 

— Que ya no me importa tenerlo o no. Si lo piensas bien, ni tú ni yo estamos capacitados para tener un bebé ¿Qué será de su vida estando a nuestro lado? El resultado de dos locos asesinos. ¿Qué le espera a esta criatura? No lo sé, pero para nosotros nada volverá a ser igual y yo no quiero que las cosas cambien, me gustan tal y como están así que pensé que lo mejor sería no tenerlo, pero quería saber que opinabas por eso te lo digo. Tu cara no muestra felicidad. ¿No lo quieres? —Linney acorta la poca distancia entre nosotros, coloca el cuchillo en mi mano y sujetándola con las dos suyas me obliga a poner la punta del cuchillo en su vientre—. Si no lo quieres entonces sácalo Angus. —por primera vez desde que llevo asesinando creo entender un poco, lo que sientes mis victimas ante mi mirada llena de burla, cinismo, sed de sangre y amor al sufrimiento ajeno. La mirada que ella me dedica en estos momentos, me hace estremecer. Siento como escalofríos recorren toda mi espina dorsal. 

— ¡Pero que tonterías dices! —exclamo alejando mi mano junto con el cuchillo, ella sonríe y ladea la cabeza. 

— ¿Qué pasa? ¿Por qué te alteras? 

— ¡Y todavía lo preguntas! Me estás pidiendo que asesine a mi propio hijo. 

— Aún no nace —dice encogiéndose de hombros. Su cinismo hace que mi quijada vaya a dar al suelo. La verdad me cuesta creer lo mucho que ha cambiado en tan poco tiempo. 

— Él... o ella, está ahí —digo apuntando su barriga—. Está vivo, aunque aun no nazca, ya existe así que no digas más tonterías de esas o me harás enojar. 

— ¿Qué significa exactamente eso Angus? ¿Dices que te hace feliz la idea de ser padre? 

— No —admito—. No quiero ser padre, no sé cómo ser uno, pero no quiero pensar en ese hijo como un estorbo. Eso fue lo que yo era para mi madre, un estorbo. Yo no seré como ninguno de mis padres y tú no vas a hacer ninguna estupidez que ponga en riesgo tu vida y la de ese bebé. ¿Has entendido?