El olor a combustible impregnaba el ambiente dentro de la casa, el aire era viciado y pesado de respirar.
Salí fuera y desde mi coche lance un cerillo encendido en el suelo. Las llamas fueron siguiendo el camino de combustible derramado en la tierra, como si fueran un ejército bien entrenado.
Sabía que el fuego borraría mi rastro, pero también estaba segura que él me encontraría. Pero esta vez lo estaría esperando.
El rastro que dejaba tras de mí, era fácil de seguir, para quien quisiera encontrarme, y tenía la certeza de que él, ansiaba mi encuentro.
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Retazos (relatos y micro-relatos)
RandomPorque no hay nada mejor para ignorar la realidad; que perderse en el mundo de la imaginación. Pero no hay nada más peligroso en la vida, que dar rienda suelta a tu imaginación. Para cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde para volver; sin cont...