Dejame Decirte Amor...

1.

- ¡Liza! -Le hablaba a mi pequeña hermana mientras me hacía una coleta alta.

-Mande hermana -Me sonreía, la sonrisa más hermosa y angelical que jamas haya visto.

Me senté en una de las viejas camas y junto a mí, liza tomo lugar.

-Liza, por favor quiero que no salgas de esta habitación, la señora Matty no podrá cuidarte hoy, pondré el microondas aquí para que calienten la comida ¿esta bien?

Liza asintió con un moviento de cabeza, liza y Santiago son mis hermanos pequeños, liza tan solo tiene 12 años de edad, y Santiago 10. Yo me encargo de ellos desde hace un año, desgraciadamente mi madre falleció y tenemos un padre alcohólico al que su única preocupación es conseguir dinero para el alcohol.

-Victoria, no quiero quedarme sola ¿Y Santiago?

-Ya no ah de tardar en llegar corazón, no te quedarás sola -Le doy un pequeño beso en su frente.

Me dirijo hacia la cocina, tomo lo indispensable para que Santiago y Liza tengan en la habitación, no tenemos muchos muebles, mi padre cada día vende algo nuevo para tener dinero y irse a la cantina del pueblo o invitar a casa a sus "compadres".
Yo... Yo trabajó en una pequeño restaurante en la ciudad, alguien tiene que pagar los gastos de la casa y vestimenta de los niños, por las mañanas tomó clases de computación, costura y ingles con unos amigos mientras Liza y Santiago están en la escuela. Hice una ensalada y prepare agua, tome unas cuantas galletas, y paletas le hielo, siempre procuraba tenerles cosas para que no salieran de la habitación, tenían lo indispensable allí, un mini refrigerador, nos servía solamente a nosotros tres, televisión, una chica y vieja pero de algo servía, dos abanicos, una pequeña mesa ¿Porqué aun los tenía? Porque siempre ponemos llave antes de salir, Liza, Santiago y yo nos esforzamos por tener nuestras cosas. Liza con apenas 12 años hace unos collares hermosos, es una excelente niña, y Santiago... Santiago le ayuda a doña Matty en su abarrotes, ella ah sido mi segunda madre, siempre me ah apoyado con mis hermanos mientras yo trabajo.

- ¡Hermana! -Santiago me llena la cara de besos y me abraza.

-¡Mi niño! -Lo abrazó muy fuerte, es el olvido a mis problemas. -¿Como te fue en la escuela guapo?

-Muy bien, mira, me pusieron estrella -Señala su frente con su dedito. -Y tengo una gran noticia.

- ¿Ah sí? Me encantaría escucharte, ven ayudame a llevar la comida a la habitación, yo llevaré el microondas y nos platicas a Liza y a mi tu gran noticia ¿que te parece guapo? -Tomo el microondas y camino junto a Santiago hacia la habitación.

-Les encantará la noticia -Sonríe ampliamente.

Entramos a la habitación y liza nos ayuda a acomodar las cosas, nos sentamos a comer mientras Santiago hablá.

-Me dieron beca, hoy en la escuela la maestra nombro a 5 de la clase a los cuales les llegó, me dio un papel y dijo que tenía que ir a un banco y recoger mi dinero ¡Es genial!

-¡Santi, que bien! -Le dice Liza.

-¡Lo sé, es genial! Pero estuve pensando de camino a casa que no lo gastaré en dulces ni juguetes, quiero que se vaya a nuestra alcancía, mi mamá decía que yo era el hombre de la casa y debía de cuidar de ustedes, y siempre aportó poco a la alcancía - inclinó su pequeña cabeza, y mis ojos se inundaron de lágrimas.

-Santi, yo quiero que disfrutes de tu niñez, al igual que liza, yo no quiero que trabajen, por eso me mató trabajando y estudiando, porque quiero lo mejor para los dos, es tu dinero, es tu esfuerzo, compra juguetes y golosinas, yo me encargo de ustedes. -Le respondo con un hilo de voz y secando las lágrimas de caen sobre mis mejillas.