Capítulo 3 "Un secreto peligroso"

496 37 3
                                    

-Sobre lo que siento- respondió y el menor volteó a mirarlo y el moreno no tardó mucho en hacer lo mismo, ambos se quedaron mirándose sin decir nada y Jongwoon bajó la mirada viendo los labios del castaño y comenzó a acortar la distancia poco a poco –me gustas Kyuhyun-ah...- murmuró antes de que sus labios presionaran los del contrario.



----------------------------------------------------------------------------------



"Mi corazón está nervioso, el oxígeno se me está acabando, la atracción hacia ti es imparable... creo que tuve una visión de ti antes, de repente recordé que en una oscuridad sin fin encontré un rayo de luz" –L.C.



Miraba el techo mientras estaba de espaldas en el colchón de su cama, no podía dejar de pensar en lo sucedido, de recordar a Jongwoon diciéndole esas palabras, de la manera en que los labios de este habían tocado los suyos de manera similar a aquella primera vez en que se encontraran en un lugar con música alta y otras personas.

-También me gustas... hyung-

Sabía que se estaba precipitando pero no podía evitar sentirse de esa manera extraña al solo pensar en Jongwoon, también se debía a que le había atraído desde la primera vez que lo vio y le dio indicaciones, y es que era más que razonable que alguien en su posición le tomara cierto afecto a una persona que le trataba bien a pesar de que no lo conociera e incluso que siguiera comportándose igual luego de conocer los pormenores de su patética vida estudiantil.

La campana había sonado y Jongwoon se había despedido diciéndole que no fuera a tratar de huir al día siguiente porque sabía dónde encontrarlo.

-Eres un tonto- murmuró a solas en su dormitorio, una palabra que podía describir tanto al pelinegro como a él; Kyuhyun sabía las consecuencias de sobra pero nunca se había sentido tan bien estando en peligro y pudo ser cosa de su edad, de su estupidez para hacer algo que indicaba que le traería problemas, pero Jongwoon era un incentivo demasiado grande para ignorarlo y dejarlo pasar.

Le gustaba.

¿Cómo decirle a su corazón que no se emocionara cuando una persona amable le había ofrecido su cariño a pesar de que no pudiera darle nada lo suficientemente bueno a cambio? El que más perdía de ambos era Jongwoon, el ya había soportado un año con sus compañeros pisándole los talones y molestándolo constantemente, así que podría decirse que estaba acostumbrado a ello, ya había aprendido a sobrellevar eso, pero ¿y el mayor? No era tan desagradecido como para permitir que le sucediera lo mismo, pero temía que su cariño por el moreno pudiera provocar que terminara en su posición, así como evitaba todo el tiempo que Hyukjae cayera en ella.

Había tratado mal a Hyuk al inicio para alejarlo, pero este había sido terco y al final este se quedó para intentar seguir con su amistad a pesar de las negativas y lo que implicaba ser alguien cercano a su persona, pero al menos había logrado que este aceptara mantener las apariencias frente a los demás y fingir que no se veían cuando la realidad era que siempre que podían, salían juntos para alejarse del internado y de las miradas del resto.

Sabía que con Jongwoon sería igual pero estaba tan acostumbrado a ello que podía conformarse con eso a diferencia de otras personas que sienten afecto por otras. No le importaba si no podía estar todo el tiempo que deseaba cerca del de cabellos negros, se conformaría con solo unos minutos; no importaba si no podía hablar con él de frente, le bastaría con escuchar su voz a través de la línea telefónica y aunque quizás no pudiera volver a jugar con sus labios de forma torpe como dictaba su inexperiencia, se conformaba con saber que lo apreciaba de distintas maneras.

Quería creer que no se arrepentiría.

Se acomodó mejor y trató de que aquellos escenarios malos se esfumaran para dejar espacio esa noche para rememorar un par de palabras que habían hecho saltar su corazón más que en el pasado cuando fingía que podía querer a alguien que no era como el.

-No te arrepientas por favor- murmuró recordando a Jongwoon y cuando los minutos pasaron el sueño le había vencido.


Estaba de pie esperándole, su mano jugó de manera nerviosa con la contraria y sintió que el tiempo pasaba más lento de lo usual y temía, temía que no llegara después de aquella confesión y su corazón solo se calmó cuando escuchó una voz llamarle suavemente a través de la madera, abrió la puerta y se encontró con ojos negros.

-Me tardé más porque creí que me seguían- le dijo y asintió con una pequeña sonrisa tímida como si en el pasado no hubiera sido alguien con una personalidad opuesta en gran medida a esa.

El cuarto de mantenimiento siempre le había parecido lo suficiente grande y acogedor, pero en esos días le comenzaba a parecer pequeño, más si contaba el hecho de que un chico de cabellos tan negros como el carbón estaba sentado a su lado y de vez en vez le miraba de una manera distinta que no correspondía a las miradas que había entre dos amigos.

-Hyung... yo me pregunta si...- comenzó a murmurar sintiéndose repentinamente nervioso -si te gustaría salir conmigo el sábado- soltó un poco alto como si las palabras hubieran salido a borbotones al no poder decirlas de otra manera temiendo que nunca abandonaran sus labios.

-¿Una cita?- cuestionó volteándolo a ver y sonrió –si, me gustaría- agregó, tocó los labios de Kyuhyun por un segundo apenas con los propios y se despidió para ir a su salón de clases porque la campana ya había sonado y no quería tener problemas con alguno de sus profesores.

Jongwoon había llegado a su salón de clases apenas y varios de sus compañeros no le prestaron atención al estar sumidos en sus propias actividades o juegos, mientras que otros le miraban al notar que parecía haber venido corriendo de lejos pero la sonrisa en sus labios fue lo que más le llamó la atención a alguien y es que rara vez el pelinegro parecía tan alegre, no porque no pudiera serlo sino porque siempre parecía serio y pensativo debido a su personalidad.

-¿Algo bueno sucedió?- cuestionó el menor sentado a su izquierda y el mayor volteó a mirarlo por un segundo con la respiración agitada debido a la carrera.

-Es solo que me había quedado dormido en uno de los cubículos de la biblioteca y pensé que no llegaría- le respondió, ocultando la verdadera razón de su repentino ánimo –no quería que el profesor me castigara como lo hizo la semana pasada con Donghee por quedarse en la cafetería comprando algo-

-Cierto- dijo al recordar aquel incidente y es que el profesor de química que impartía clases a su grupo era el más estricto en cuanto a puntualidad se refería –tuviste suerte- agregó divertido viendo a un hombre mayor abrir la puerta y pasar al salón de clases.


Kyuhyun se sentía algo ansioso mientras esperaba, el internado estaba vacío ese fin de semana y a pesar de que Hyukjae le había invitado a quedarse en su hogar a dormir esos dos días le había rechazado inventándole que su madre le había dicho algo sobre ir a casa de sus abuelos y que no sabía qué día irían exactamente por lo que tenía que esperar su llamada. No es que desconfiara de Hyuk, era solo que temía que le mirara acusador, que dijera que era un tontería lo que hacía y es que una parte de él sabía que lo que hacía no estaba bien, que era un estupidez creer que podía jugar a los amantes como si no existieran consecuencias, pero quizás solo por una ocasión no quería pensar en las consecuencias, quería volver a sentir que tenía la libertad del pasado, aquella que le permitía vagar por cualquier lugar sin importarle a nadie, sin temer cada paso que daba.

Cuando Jongwoon llegó al lugar que le había dicho a través de un mensaje de texto, este se le quedó mirando como si fuera la primera vez que lo veía –acabo de llegar- se apresuró a decir temiendo que su expresión se debiera a eso, aunque la realidad fuera otra pero no quería admitir que había llegado mucho antes porque estaba ansioso por poder salir con él por primera vez y verse en otro lugar que no fuera en aquel pequeño cuarto que el conserje utilizaba para guardar sus cosas.

Negó –no es eso, es solo que te ves muy diferente- respondió y es que nunca había visto a Kyuhyun de esa manera, siempre llevaba el uniforme un poco grande y verlo con ropa más adecuada a su figura le sentaba de maravilla al igual que sus cabellos algo ondulados que siempre caían lacios sobre su frente.

El color hacía resaltar su piel tan clara a diferencia del color apagado que tenía el uniforme, lo que le hacía ver con un aspecto más saludable, aunque también podría deberse a que nunca le había visto en los jardines por lo que su piel parecía colorearse con facilidad con un ligero color rosado en las mejillas debido al sol.

-¿Te molesta?- había pensado que tal vez si Jongwoon le veía lucir mejor se sentiría más cómodo andando con el fuera de la escuela, no creía que muchos se sintieran atraídos por alguien que parecía haber abandonado su apariencia por mucho tiempo y que lucía extraño al usar ropa holgada; no se consideraba alguien naturalmente apuesto pero sabía que podía lucir bien si se arreglaba un poco como solía hacer en el pasado o cuando salía con Hyukjae.

-Si...- respondió y Kyuhyun no pudo evitar apresar con los dedos de su mano derecha la orilla de su camiseta sin saber qué hacer, pensando si habría sido mejor usar algo como lo que usaba en el internado –creo que yo no voy a ser el único que te mire ahora- completó y sonrió -¿a dónde iremos?-

Se sentía extraño y más aun cuando vio el reflejo de Jongwoon en la ventana del autobús mientras iban de pie sosteniéndose para no caer, aquel reflejo siempre lo ocupaba otra persona, su mejor amigo. Había pasado mucho tiempo desde que solo veía el reflejo de alguien junto al suyo y la sensación de ver a alguien distinto le hacía sentir muchas cosas distintas.

"Se lo diré a Hyukjae cuando esté listo"

Luego de varios minutos habían llegado a un lugar donde servían comida tradicional, Kyuhyun había alegado que era un lugar muy bueno y que quería que lo conociera, y cuando vio a este revisando discretamente su cartera sonrió, "tienes suerte de que tenga gustos baratos" le comentó mientras veían el menú, ya le había mencionado al castaño que él pagaría porque era el mayor de ambos –apegándose a la tradición coreana-, pero este se había negado con seguridad porque dijo que el lo había invitado.

Mientras comían las dudas surgían en Jongwoon, pero se dijo que ya habría tiempo de hablar de eso cuando Kyuhyun se sintiera cómodo con ello porque parecía no tener intención de explicarle algunas cosas que sucedían en el internado. Estaba distraído cuando notó que el menor ponía un poco de pescado y verduras sobre su arroz y sonrió ante su gesto, captando un pequeño sonrojo queriendo hacerse presente en las mejillas de un dongsaeng que actuaba como si no hubiera hecho nada.

Kyuhyun era muy opuesto.

Un momento parecía un chico sumamente tímido y al siguiente este rozaba su mano buscando tomarla mientras caminaban; incluso sus miradas eran diferentes. Nunca había conocido a nadie así, pero supuso que el chico que caminaba a su lado había puesto una especie de barrera para protegerse de las personas y no lo culpaba, había visto lo que sucedía; algo que le hacía sentir triste.

¿Por qué Kyuhyun no hacía nada? ¿Por qué dejaba que le trataran de esa manera? Se lo había preguntado en más de una ocasión pero cuando intentaba decirlo se detenía, el menor le veía de una forma que le impedía tratar de borrar esa mirada con sus palabras, así que se concebía un ignorante para poder estar con él, para poder deleitarse con su presencia lejos de la mirada de los ajenos sin que nada malo los perturbara.

Tomó la mano vacilante del más alto y le dio una pequeña sonrisa cuando aquellos ojos castaños voltearon a mirarlo, tal vez Kyuhyun no lo sabía pero también era un poco vergonzoso para el, nunca se había tomado de las manos con un chico y era nuevo en el tema, pero el hecho de que se tratara de él lo hacía más sencillo, quizás porque era sumamente aleatorio y tenía buenos sentimientos, por lo que no temía que se burlara de sus acciones por muy patéticas o extrañas que pudieran ser.

Kyuhyun lo comprendía al ser también un chico y se dijo que probablemente eso era lo que había buscado siempre al lado de una chica, pero como tal nunca había encontrado ese sentimiento de correspondencia en alguna de ellas.

Habían llegado a un parque mientras caminaban sin un rumbo fijo al ir conversando cada tanto y cuando se vieron solos entre algunos árboles, Kyuhyun se había detenido y había buscado sus labios de forma un poco tímida hasta que logró sentir la calidez de los labios del más joven presionar los suyos.

-Hyung... ¿te-te gustaría ser mi pareja?- y percibió el aire como insuficiente mientras sus ojos castaños le veían esperanzados, no creía poder seguir ocultando más ese sentimiento y no quería ocultarlo por más peligroso que fuera, necesitaba de Jongwoon de alguna manera e internamente eso no le importaba a pesar de que estuviera acostumbrado a la independencia de su propia persona.

-Solo si dices de nuevo que te gusto- murmuró con una pequeña sonrisa mientras disminuía la distancia entre ambos, escuchó aquellas palabras abandonar los labios del castaño en un susurro y unió sus labios a los de este.

Kyuhyun movió un poco sus labios de manera lenta y le siguió hasta que escucharon la voz de un hombre gritarles que eran unos sinvergüenzas y unos enfermos haciendo eso en un parque donde había niños y más aun que estuvieran haciendo eso entre chicos y sintió la mano del castaño sujetar la suya para jalarle.

Su pecho se agitaba mientras corría siguiendo al menor sintiendo a este apresar con más fuerza su mano, lo escuchó reír y no pudo evitar contenerse por lo que al final terminó imitándole mientras se movían entre las personas huyendo de quien sea que fuera aquel sujeto que les perseguía.

Le miró de reojo y sonrió, su pecho estaba agitado y su corazón golpeaba constantemente debido a la carrera, sus piernas empezaban a acalambrarse al no estar acostumbradas a ese tipo de esfuerzos pero no se detuvo, no quería hacerlo porque cuando lo hiciera tendría que dejar ir a esa pequeña mano oculta en la suya, ya no escucharía aquella risa que había descubierto tenía el más bajo, ya no sentiría que Jongwoon necesitaba de él para poder seguir adelante.

Y solo corrió como si la vida le fuera en ello mientras sentía aquella pequeña mano aferrarse con fuerza a la suya.

"No te sueltes, hyung"


El fin de semana había pasado más rápido de lo que le hubiera gustado, Jongwoon y el habían pasado más tiempo vagando en las calles de Seúl de lo planeado y se habían escrito al día siguiente para hablar de tonterías sin sentido que parecían mostrarse maravillosas en la nueva perspectiva que ahora los unía como pareja, un par de novios atolondrados.

Nunca había formalizado con un chico a pesar de que tenía plena conciencia de que le atraían, así que se sentía muy diferente a como se sintió en aquellos momentos en que trató de seguir la corriente y salir con chicas para que su padre no dijera nada.

"Estoy viéndome con alguien, ¿podrías guardar el secreto?" le había dicho a Hyukjae y aunque este lo había bombardeado con preguntas varios días, el mayor terminó aceptando esperar conocerlo aunque eso no había evitado que le hiciera preguntas como aquellas que el resto preguntaba a sus amigos cuando se enteraban que estaban saliendo con alguna chica, "¿es más joven que tú?" "¿Entonces es mayor? Eres un pillo", "¿Es sexy?" "¿Es también un chico listo como tú? Apuesto a que lo es o tal vez ¿es un chico malo?", "¿Es divertido o es un aburrido de primera?"

Hyukjae era un idiota, seguía sin saber cómo podía tomarse tan normal algo como eso, pero quizás era por su cerebro de mono... estaba agradecido de que tuviera un cerebro de mono.

No le había mencionado que su nuevo amigo y el chico con el que estaba viéndose eran la misma persona porque sabía que lo iba a regañar, no porque quisiera ser malo sino porque le recordaría que era peligroso verse con alguien en el internado por razones de sobra, esas mismas que el conocía más que cualquiera.

Y tal vez era egoísta, pero quería conservar el secreto de Jongwoon para si mismo por un tiempo, para de alguna manera sentir que solo le pertenecía a el, para sentir que el mayor solo era suyo de alguna manera.

Para Jongwoon había sido algo difícil de creer el hecho de tomarse tan fácilmente algo como un noviazgo con una persona de su mismo sexo y asumió que podía deberse a que al parecer siempre había estado equivocado respecto a sus gustos y hasta que fue capaz de experimentar algo distinto fue que se dio cuenta de que siempre había estado equivocado.

Era complicado a su propia forma, pero su manera de pensar no era tan cerrada como la de otros y su madre le había enseñado a no juzgar a las personas, así que eso fue lo que hizo con Kyuhyun, no lo juzgó ni tampoco se juzgó a si mismo cuando se dio cuenta de que le había gustado la sensación de ser besado por un chico la primera vez, solo se dijo que le había tomado más tiempo conocerse que a otros.

No sabía si era porque las cosas entre ambos habían tomado un nombre distinto, pero tanto Kyuhyun como él comenzaron a tener más cuidado y es que después de estarse viendo, mandándose mensajes y saliendo como un par de "amigos" los fines de semana sin que nadie lo supiera, las cosas comenzaron a cambiar, quizás por culpa de la edad, las hormonas y la curiosidad de conocer algo nuevo.

-Lo siento, no quería hacerlo- se había disculpado Kyuhyun la última vez que se vieron en el armario de mantenimiento cuando sin darse cuenta había acariciado su cadera con su mano mientras sus labios aprendían a moverse junto con los del contrario en ese nuevo juego que recién comenzaban a conocer.

-No, está bien, yo quería que lo hicieras...- le había respondido cuando el beso se cortó de forma abrupta por aquello.

Desde aquella ocasión Kyuhyun había comenzado a tocarse y explorar su cuerpo. A sus diecisiete años que dentro de algunos meses se convertirían en dieciocho, el castaño nunca se había estado auto-explorando, no porque nunca hubiera sentido curiosidad en ese asunto, sino porque no había sentido la necesidad de hacerlo, además de que sus pensamientos estaban enfocados únicamente a sus estudios y cuando las cosas cambiaron en su segundo año terminó por preocuparse por otras cosas, menos de su cuerpo desarrollándose y las hormonas agitándose en el aire como parecían hacer con el resto de los estudiantes en el internado, en especial en la temporada de visitantes cuando familias y otras personas podían ir a ver partidos o presentaciones culturales que organizaba el internado.

Había comenzado a querer a Jongwoon quizás más de la cuenta y de lo que podía permitirse, pero era la primera vez que se sentía tan atraído por un chico y sus sentimientos comenzaban a abrumarlo al igual que las sensaciones que le provocaba el mayor cuando estaban juntos.

Amistad.

Cariño.

Aprecio.

Amor.

Tal vez la palabra "amor" tenía un peso demasiado grande y con seguridad podía admitir de que no estaba seguro si era eso lo que sentía por el chico de cabellos negros que se reunía con el a escondidas, pero aquella sensación de felicidad, paz y alegría que sentía cuando le miraba solo podía relacionarla con esa simple palabra de cuatro letras y podía ser que se equivocara, pero no le importaba si lo hacía porque aquella persona representaba eso para el.

Jongwoon representaba mucho para su persona.

Ignorancia, estupidez, ingenuidad, inmadurez o cualquier carencia de experiencia en su vida adolescente le hicieron asumir que todas esas sensaciones eran amor.

Fantasía.

Como cualquier chico de su edad, Kyuhyun había comenzado a imaginar distintos escenarios con un joven moreno mayor que el, desde aquellos jugueteos que había entre un par de amigos hasta aquellos donde dos personas se volvían amantes en un terreno nuevo que representaba una de las mayores atracciones a su edad.

Su cuerpo se había estremecido ante la recreación de aquellas fantasías y sus manos habían explorado su propia piel, en ocasiones debajo de las sábanas y en otras ocasiones bajo la ducha. Las yemas de sus dedos habían acariciado su pecho deseando que alguien más lo hiciera y su mano había descendido hasta detenerse en un bulto que crecía cada tanto mientras la imaginación le jugaba una mala pasada y su corazón se sentía anhelante de una presencia que solo podía ver cada tanto. Había pronunciado su nombre con voz agitada y se había avergonzado de ello en más de una ocasión, pero incluso en sueños aquella fantasía se volvía recurrente, quizás como una forma inconsciente de decirle que su cuerpo también le deseaba además de su corazón.

Las cosas no habían cambiado del todo, aquella rutina impuesta de insultos y mesas de trabajo llenas de basura, pegamento y todo lo que se les ocurriera a sus mentes creativas, seguían ahí, lo único distinto era que tenía una nuevo pensamiento que le hacía sobreponerse, tenía a Jongwoon y eso era suficiente para decirse que podía resistir un poco más.

Luego de que las clases terminaran había entrado a su habitación para darse una ducha después de que un idiota le ensuciara con leche podrida creyendo que sería divertido que un "marica" como él que estaba acostumbrado a chupar poyas tuviera un poco de "semen" después de jugar al cerebrito en las clases.

Se talló con fuerza y se quedó bajo el agua hasta que estuvo seguro de que el olor había desaparecido, entonces solo se dejó caer en la cama con los cabellos húmedos.

¿Qué tan malo fue lo que hice? Se preguntó mientras miraba el techo, ¿qué tanto debo soportar antes de que se cansen de esto? Se colocó los auriculares poniendo la lista de reproducción predeterminada y se sumergió en aquellas melodías creadas por distintos instrumentos clásicos, olvidando las voces que le gritaban cosas detrás de la puerta de su dormitorio como pasaba cada tanto.


Two skies {KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora