"¿Haz visto el cielo? Luce tan cambiante al igual que mi estado de ánimo; todo es solo azul para las personas, pero para mis ojos hay tantas tonalidades que amenazan con quedarse sin nombre en mis pensamientos... me pregunto si tú estás en una de ellas y mientras las esperanzas se evaporan con un ligero dolor en el pecho y un suspiro de un alma ya cansada, tu sola presencia hace mi corazón vibrar con la ingenuidad de la que prescindí hace tanto, me hace creer con una convicción que ya no tengo"
"Kyuhyun" pensó al abrir los ojos esa mañana y ver su dormitorio vacío. Las sábanas estaban revueltas y miró con añoranza al recordar un cuerpo juvenil tendido a su lado con su figura desnuda y una sonrisa que solo podía vislumbrar en la soledad.
El agua comenzó a caer empapando su cuerpo poco a poco y sonrió sutilmente al rememorar las caricias propiciadas por un par de manos y unos labios que pertenecían a un chico de cabellos castaños.
Kyuhyun había ido a su habitación la noche anterior tal como hacía desde hace un tiempo y aunque su ímpetu por el placer parecía estar en efervescencia, no solo se trataba de eso, se trataba de algo más. A cambio del peligro que corrían haciendo algo prohibido, obtenían algo llamado felicidad, un sentimiento que parecía estar fuera de su alcance mientras deambulaban por los pasillos y estaban en un salón de clases en el día; la noche les prometía una recompensa y a pesar del gran riesgo, ninguno parecía haber dudado en poner su destino en manos del azar con tal de obtenerla.
Se miró en el espejo mientras se cepillaba los dientes y distinguió ligeras marcas en su piel lo suficientemente notorias para recordar el placer proporcionado por unos labios tiernos y lo suficientemente claras para adjudicarlas a cualquier invención que sus pensamientos jugaran a crear frente al resto.
-Jongwoon... ¿puedo escucharte decir lo que sientes por mí esta vez?-
Recordó aquella pregunta y aunque en el momento no había captado su significado, ahora que las emociones no estaban haciendo estragos en su cuerpo y sus pensamientos, se daba cuenta de la tristeza oculta detrás de esas palabras.
-Te amo, Kyuhyun...-
Había respondido sin ser consciente de que las palabras "no me ames" surcaban los pensamientos del más joven.
Las miradas siguieron su presencia, los murmullos comenzaron a tomar vida y un par de sonrisas le dieron la bienvenida mientras la curiosidad correteaba en sus interiores y lo veían tomar asiento en su lugar dentro del salón de clases.
"Nunca creí que fueras esa clase de chico por tu personalidad, pero supongo que todos tenemos necesidades... creo que eres el nuevo ídolo del internado" le había dicho Siwon a modo de broma unos días atrás después de que se esparciera el rumor entre los estudiantes de que su dormitorio era visitado por distintas chicas durante la noche en la semana para hacer cosas de adultos porque dudaban que solo fuera una visita inocente sin importar que nunca les hubiera dado pie a pensar de esa manera sobre él.
"¿Quién es la chica rubia?, "la castaña es la más linda", "¿ellas saben que te acuestas con distintas chicas?", "debes ser bueno en el sexo si siguen regresando", una tras otra aquellas preguntas y discursos seguían llegando, y él solo trataba de que su expresión no lo delatara, que su molestia y sus sentimientos no salieran a flote.
-La pelirroja de anoche era ardiente, ¿no tiene de casualidad una amiga o quizás no te molestaría compartir?- y Jongwoon golpeó el escritorio con el puño al escuchar lo último, sorprendiendo a varios y asustando a unos cuantos que estaban en sus propios asuntos mientras terminaban una actividad que les había puesto el profesor antes de salir para ir atender una llamada en la oficina del director.
-No sé qué clase de persona crees que sea pero yo no comparto- le explicó lo mejor que pudo mientras sentía su sangre hervir al escucharlo hablar de esa manera del menor –además, no te podría dar su nombre porque eso es algo entre ella y yo- agregó volviendo la vista a su cuaderno.
"¿Sabes lo que duele?, ¿lo que es mentir sobre ti de esta manera?"
-Anda hyung, creo que hablo por todos cuando digo que tenemos curiosidad- insistió –además no entiendo por qué te molestas cuando tú te llevas a varias chicas a la cama, fácilmente ellas podrían hacer lo mismo o ¿no?-
-Hey, hey- se metió al notar la mirada del pelinegro -deja ya de molestar a Jongwoon hyung, si no quiere decirte punto y final, el profesor no tarda en regresar y dudo que le guste escucharte hablar de eso en lugar de terminar el trabajo- le recordó Siwon, vio al otro chasquear la lengua pero volvió a su asiento –no le hagas caso- dijo hacia el mayor y este asintió tratando de calmarse.
No entendía a Choi Siwon.
Mientras más pasaba tiempo con Kyuhyun, más notaba distintas situaciones que en otros momentos parecía haber dejado de lado.
-¿Por qué Siwon-ah te mira de esa manera?- cuestionó mientras estaban en el armario de limpieza después de que la campana del descanso sonara para que pudieran tener un poco de tiempo libre antes de proseguir con las clases.
Kyuhyun se tensó y miró la comida en su traste con el almuerzo, revolviéndola sutilmente con sus palillos –es porque rechacé a su hermana- respondió –no le des mucha importancia y solo ignóralo, es lo que yo hago- agregó antes de voltear a mirarlo –cambiemos de tema, hyung- pidió y el moreno asintió.
Jongwoon se sentía extraño y sus emociones parecían estar en un sube y baja constante por distintas cosas, Kyuhyun le había dicho más de una vez que no se metiera en los asuntos que le concernían a él y aunque había tratado de ignorarlo, después de escuchar al castaño rogarle que le dejara lidiar con sus propios problemas a él, una parte de él aceptó para no verlo de aquella manera porque a pesar de todo, nunca había visto al menor tan mal y con esa expresión de desconsuelo.
La noche llegaba y tanto Kyuhyun como él podían decir tonterías sin sentido mientras veían el techo desde la cama luego de conversar un poco, ya casi no se veían en los descansos entre clases porque el resto parecía tenerlo en la mira con más frecuencia debido a su comportamiento nocturno.
-Siguen preguntando... creo que deberíamos dejar de hacerlo- dijo viendo las figuras de las estrellas y lunas pegadas en el techo que brillaban en la oscuridad de la habitación, que el castaño le había obsequiado unos días atrás.
Y aunque él había dicho eso, la realidad era que no quería dejar de ver al menor llegar a su dormitorio aunque solo fuera para decirle "buenas noches"; no podía pasar tiempo con él más que solo escribirse y salir si tenían suerte el fin de semana, pero nunca se sabía y de alguna manera se había terminado acostumbrando a esperarlo, a sentir su corazón agitado por el temor de que el profesor a cargo de ir a revisar que los estudiantes estuvieran en sus dormitorios lo encontrara o que alguien más le detuviera mientras se escabullía.
-¿De verdad quieres que deje de venir?- cuestionó buscando su mirada y Jongwoon titubeó sintiendo su mirada en su persona pero no quería verlo a los ojos porque sabía que notaría la duda en ellos –sé que es arriesgado, pero yo no quiero dejar de hacerlo... me gusta estar cerca de ti- confesó y el corazón del más bajo se agitó.
Kyuhyun se posó sobre su cuerpo cuidando no ejercer presión sobre este y buscó su mirada –dime la verdad, ¿ya no quieres que nos veamos en las noches?-
-...Si... si quiero- murmuró cerrando sus ojos para sentir una ligera presión apenas perceptible que le indicaba que le habían besado en los labios.
-Entonces solo no hagas caso y déjame verte antes de irme a dormir, hyung...-
Kyuhyun estaba sentado desnudo en la cama abrazando a Jongwoon por la espalda mientras se besaban en aquella posición y después de separarse de los labios del pelinegro recargó su barbilla en su hombro. Se habían estado tocando por varios minutos y aunque no habían cruzado esa línea, en las sábanas había evidencia de su excitación.
La piel de Jongwoon era suave y estaba cálida a pesar de que no llevara ropa, como si fuera un pequeño sol cobijándolo por la noche.
Sus manos antes fungiendo de abrazo junto con sus brazos, descendieron por el pecho del mayor acariciando la piel a su paso y se detuvieron en su sexo, Jongwoon suspiró profundamente y le acarició -¿quieres que siga?- asintió y su mano derecha cubrió su extensión para deslizarle por ella.
Jongwoon se agitaba suavemente mientras su voz emitía distintos sonidos y le acarició con cuidado, tomándose su tiempo a pesar de que era lo que menos tenían en esos tiempos.
-¿Has escuchado sobre "eso" en el sexo oral?- cuestionó mientras se encontraba de espaldas en la cama luego de que decidieran cambiar de posición para seguir jugando a tocarse.
-¿Qué cosa?- preguntó el castaño, parando el movimiento de sus dedos provocándole cosquilleos en el vientre al mayor.
-Sobre... tragar el semen- respondió y se sonrojó al notar que el menor se había quedado callado –sé que suena desagradable, pero yo...-
-También tengo curiosidad- le interrumpió –eres la primera persona con la que hago el amor, así que no sé mucho, pero... podemos intentarlo si quieres- dijo, sintiendo que sus mejillas se calentaban, en especial cuando un minuto después Jongwoon se ofreció a practicarle sexo oral.
No es como que no hubieran hecho otras cosas antes cuando ambos ya habían tenido relaciones en más que un par de ocasiones, pero Jongwoon nunca había hecho eso, solo le había acariciado con sus manos así que cuando sintió sus labios besar su miembro con timidez, apreció un estremecimiento recorrer su cuerpo completo.
Los labios rozaron su piel en repetidas ocasiones al igual que una cálida y suave lengua, mientras una boca atrapaba y dejaba ir esa parte de su persona en un juego que le causaba estragos y le hacía experimentar nuevas sensaciones en su cuerpo.
Detuvo a Jongwoon cuando comenzó a sentir que no faltaba mucho y el mayor subió la mirada buscando respuesta en sus acciones -¿estás seguro de que quieres hacerlo?... ya estoy a punto de correrme- asintió al sentirse algo avergonzado y Kyuhyun tragó duro al anticipar la situación.
Sus labios habían emitido un gemido ronco y el placer acarició cada fibra de su piel cuando culminó, pero aquello pareció volverse más agradable y placentero cuando Jongwoon chupó con delicadeza la punta de su miembro como si se tratara de algo más y a pesar de que se había preocupado al escucharlo toser un segundo atrás, este parecía estar bien, aunque sus mejillas estaban más encendidas de lo usual y tenía una expresión extrañamente tímida que solo lograba hacerlo ver más joven de lo que ya aparentaba.
Jongwoon parecía avergonzado, pero no lo juzgó porque la realidad era que ambos apenas estaban descubriendo distintas cosas que podían hacer para darse placer y provocárselo al contrario, eran inexpertos e iban aprendiendo poco a poco, por ello empujó por los hombros al pelinegro y se dijo que debía hacer lo mismo, quizás así comprendería mejor al mayor y saciaría su curiosidad.
El mayor ya tenía más experiencia en el ámbito al que concernían esas prácticas, por ello parecía reaccionar de forma menos impulsiva a diferencia suya que se había mostrado menos moderado a cuanto reacciones.
Los minutos comenzaron a deslizarse por la piel cual agua y mientras las caricias iban y venían, el tiempo empezaba a extinguirse, manifestando con ello que no volverían a verse hasta que la noche cayera de nuevo.
-Kyuhyun...- le llamó mientras este se vestía antes de que hicieran la revisión en los dormitorios y comenzara el toque de queda –me preguntaba si te gustaría pasar el fin de semana en mi casa- dijo, no sabía si era normal pero después de pensarlo unos días, se dio cuenta de que el menor era algo solitario y aunque sabía del motivo de ello, también había notado que este usualmente estaba en el internado sin importar si era fin de semana cuando muchos iban a ver a sus familias.
-¿Qué?- soltó incrédulo, dejando lo que hacía para voltear a ver al mayor.
-Mis padres siempre dicen que invite a mis compañeros a ir, pero la verdad es que no soy demasiado bueno entablando relaciones y no he tenido la inquietud de llevar a alguien más, así que... ¿te gustaría ir conmigo a la casa de mi familia el fin de semana?-
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Two skies {KyuSung}
Fiksi Penggemar¿Cómo pueden las cosas cambiar tanto por una pequeña confesión? Y sabe la respuesta e incluso en algunos momentos hubiera preferido ocultar sus sentimientos, esconder que no era como los otros chicos del internado, pero a pesar del escenario unos oj...