Explosión en el Laboratorio

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“Inhala, exhala, inhala, exhala. No te pongas roja. Evita desmayarte.” Esa era mi frase mantra que había mantenido la primera hora de clase. Es que el chico era una total ternura. Bien técnicamente todavía no habíamos hablado pero la forma en que sostenía los tubos de ensayo con delicadeza mientras susurraba las medidas que tenia, era un completo encanto. Anotaba cosas en su cuaderno cada vez  que el líquido hacía una reacción, su letra era la más prolija que había visto en mi vida, teniendo en cuenta también que era zurdo. Estaba vestido con una remera que decía “f(love)=U+Mi” , unos pantalones de jeans normales y unas increíblemente calientes converse negras, no sé que tenían estas zapatillas pero convertía a todo el que lo usaba en una criatura guapa. Sus dedos eran largos  y sus uñas estaban prolijamente cortadas… Esperen un segundo ¿Delicado? ¿Prolijo? ¿Uñas cuidadas?

-¿Eres gay?- Bien, se suponía que eso iba a quedar en mi cabeza. El chico se sobresaltó al instante y casi tira todo lo que tenía en la mano. Se me quedo mirando unos segundos con sorpresa y confusión. Siempre pensé que cuando viese al amor de mi vida lo conquistaría con una sonrisa juguetona o hasta le preguntaría el nombre primero. Pero no, yo le cuestiono su sexualidad ante todo. Quizás la remera de mi abuelo me apretaba el cuello y no dejaba que la sangre subiese a la cabeza. Si, es mejor pensar eso a admitir que soy una total estúpida que habla antes de pensar.

-Em… ¿Disculpa? – Se veía algo nervioso. Oh no, ¿sería el aún un gay en el closet que no había salido ni siquiera con su familia? Dios, y yo lo había expuesto, me sentía como una perra.-  ¿Eres esas clases de personas que les desagrada sin razón alguna las personas homosexuales?

-¿Qué? ¡No! Siempre quise tener un amigo gay. Maldita sea eso sonó como si hablara de un perro. Quiero decir, me gustan los gays. Bien no de esa manera porque no soy gay pero no quiere decir que yo sea gay. No es que no quiera ser gay, me encantaría ser gay. No lo digo en plan “respuesta de Miss Universo” solo digo que yo… ugh… tu sabes… ¿los gays son cool?- Creo que nunca en mi vida había hablado tan rápido ni con tantos nervios. Lo último que quería es que este chico me odie.

Y él… se rió. Una suave risa, increíblemente contagiosa y linda. Su sonrisa, oh dios, me había robado el corazón otra vez ¿Cuántos corazones va a robarme? Porque sí, soy una chica con muchos corazones.

-No quise ponerte nerviosa, es solo que no soy gran fan de esas personas pre juiciosas. Soy Ted por cierto.-Dijo mientras me estrechaba la mano, que por cierto era mucho más fuerte de lo que parecía.- Y no, no soy gay.

-Oh, qué suerte.- Inmediatamente me golpee la frente con fuerza. Cerebro ¡¿Puedes retener algunas cosas ahí adentro?!

No sé si él no escucho esa última parte o la ignoró pero simplemente me dedico una sonrisa y siguió con lo suyo. Estaba acostumbrada a ver hombres hermosos por mi carrera de modelaje, pero de alguna forma jamás me había sentido atraída por ninguno de ellos. Siempre pensé que mi amor hacia los hombres inteligentes se debía a la fascinación que les tenía, después de todo ellos hablaban de cosas y las entendían. No eran como yo, que tenía un guión hecho para cada entrevista con respuestas vacías sobre cosas que yo jamás iba a comprender. Ellos hablaban con tanta pasión y sabiduría que no podías hacer nada además de amarlos. Por eso cuando él estaba concentrado simplemente me quedé como una idiota mirándolo trabajar. Hasta que algo arruinó esa perfecta imagen. O mejor dicho alguien. Morena, aproximadamente un metro setenta y cinco o quizás más y con una mirada cruel.  Lo hiso rápido, se podría decir casi preciso. Empujó a Ted al pasar que provocó que el tirara los líquidos que al juntarse hicieron una pequeña explosión. Toda la clase se quedó callada por un segundo, pero era igual que el silencio antes de la tormenta. Las risas de los demás no eran agradables, no se reían con él, si no de él. ¿Cómo podían ser tan crueles? Miré a la chica que provocó todo esto. Tenía una sonrisa de lado como si causar daño a los demás le sentara bien.

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