14.-

3.5K 268 28
                                    

Llego a casa con más compra de la que puedo cargar. Nunca me había parado a pensar todo lo que necesita una casa. Hace cuatro días que fuimos a la compra y hoy he tenido que volver, increíble.

-Cam, ya estoy aquí. -grito a todo pulmón. Se está convirtiendo en costumbre cada vez que alguno de los dos llega a casa ponernos a gritar como locos hasta que el otro da señales de vida.

-¿Dónde estabas? Te he llamado mil veces. -responde desde alguna parte del piso de arriba. Frunzo el ceño y miro mi móvil: cuatro llamadas perdidas de Cam.

Mil veces.

-Tenemos una fiesta. -vuelve a gritar y frunzo el ceño de nuevo, molesta.

-Necesito datos Cam. Si no, no puedo decidir si ir o no. -me molesta mucho que piense que sólo por decirme que hay una fiesta iré. A veces parece que no me conoce.

Veo que se asoma a las escaleras y ríe al verme.

-Habrá seguridad, será una fiesta genial y muy grande. Más segura que la otra si cabe.

-¿Pero me has visto? -señalé mis pantalones de chándal, mi sudadera ancha y mi coleta.

-Tranquila, tienes casi dos horas y media. Te aviso para que vayas preparando lo que te quieres poner, que luego te eternizas. -rió mientras yo le echaba la lengua. Idiota.

Aproveché esas dos horas al máximo, con el resultado de mi pelo liso, un bonito vestido con sandalias a juego y nada de maqullaje.

Durante todo el camino Cam habla sobre la fiesta: quién irá, quién la organiza, dónde es... pero en realidad todo eso me trae sin cuidado. Estoy más pendiente de mirar por la ventanilla que de escucharle.

Cuando llevamos quince minutos en el coche no aguanto más y subo el volumen de la radio a tope. Hear me de Imagine Dragons suena con fuerza y canto para no escuchar las quejas de Cam.

Me encanta esta canción.

Entramos en un barrio muy pijo. Mucho. Estas casa deben de costar millones de dólares. ¿Para qué necesita la gente tantos metros cuadrados? Mi abuela solía decir una frase que me hacia mucha gracia: ''El tamaño de tu casa debe ser acorde a lo que tú puedas limpiar''. Claro que no creo que esta gente se preocupe por limpiar.

Cam aparcó el coche junto a muchos otros. En verdad había seguridad por todos lados. Nunca pensé que este tipo de fiestas tuvieran seguratas con pinganillos, como los gorilas de las discotecas.

Las fiestas de famosos no son fiestas de adolescentes de instituto, eso está claro.

Nada más entrar veo al fondo una gran barra con todas las bebidas alcohólicas posibles -y de todos los colores- que me llama. Necesito un trago ya.

Y luego hablo de Cam.

Un remix de Just One Last Time suena con fuerza por los enormes altavoces repartidos por el salón. Hay una zona de baile donde la gente empieza a bailar y a dar saltos cuando la canción rompe.

-Even though it hurts I can't slow down, walls are closing in and I hit the ground, whispers of tomorrow echo in my mind, just one last time. -canté sonriendo. Este remix es buenísimo. Ahora se mezcla con otra canción y todo empieza a sonar cada vez más fuerte y con más sonidos, preparándose para romper de nuevo.

Cam sonrió al verme cantar y de la nada me abrazó. Me levantó por los aires y reímos.

-Estoy tan contento.

-Vamos a celebrarlo. -le agarré de la mano y caminamos hasta la barra. Pedimos dos mojitos. Hacía mucho que no tomábamos un mojito juntos.

Cam alzó la copa para hacer un brindis y gritó por encima de la música:

-Por todos los años de amistad.

-Y los que nos quedan. -añadí y entrechocamos las copas. Probé la bebida: riquísima. Estaba hecho con azúcar moreno del bueno, también la hierbabuena era fresca. Como se nota la diferencia con esto y lo que te sirven por ahí...

Glad You Came empezó a sonar. Miré la fiesta: era una fiesta cojonuda. Luces de colores, asientos cómodos por doquier, una barra increíble, los altavoces bien alto, la pista -era una piste de baile de verdad- llena. Juro que no paraba de ver a famosos por todos lados. La gran mayoría me miraban extrañados, unos cuantos me sonreían.

Sí, Lele Pons me ha sonreído bitches.

-¿Por qué no vamos a buscar a Aaron? -pregunta Cam. Estoy tan contenta que hasta tengo ganas de conocerle. Cam se pasa la vida hablando de él. Llega un punto en el que tengo curiosidad.

-Vayamos. -sonreí. Caminamos entre la gente hasta salir al jardín, que también estaba llenísimo. Casi no podíamos andar de tanta gente que había.

No podía ver más allá de la cabeza de Cam. Este levantó el brazo y saludó a alguien que yo no podía ver. Maldije por no haberme puesto tacones. En un abrir y cerrar de ojos Cam no estaba. Alguien había pasado entre los dos y había desaparecido. ¿Qué?

Esto no puede estar pasando.

Miré a mi alrededor desesperada. Di un par de saltos para intentar ver sobre la gente, pero sólo conseguí pisarle el pie a un chico que me miró mal.

-Lo siento. -murmuré avergonzada. Dudo que me escuchase con el sonido de la música. Ni yo me escuché.

Di una vuelta por el jardín, pero ni rastro de Cameron.

Volví a la casa resignada. Me había perdido. Me sentía como cuando de pequeña íbamos a los grandes almacenes y perdía a mis padres. Me limitaba a buscar a un guardia para decirle que avisaran por megafonía, pero aquí no podía llamar a Cam por magafonía.

Entré en la casa, dispuesta a sentarme sola en el bar hasta encontrar a alguno de nuestros amigos. ''Nuestros''. No me podía creer que lo hubiese pensado de esa forma, aunque últimamente mi mentalidad estaba cambiando.

En tan poco tiempo, las cosas habían cambiado mucho. Habían dado un giro de 180 grados. Es estraño, porque seguía siendo todo igual, pero a la vez diferente.

Cuando llego a la barra me encuentro con Kate y Matt. ¡Mi salvación! Camino hacia ellos y prácticamente me tiro encima de Kate.

-Como me alegro de encontraros, chicos. -sonreí. Ellos me miraron riendo.

-Acabamos de estar con Cam y Aaron. Te estaban buscando. Dijeron que te habían perdido hace unos diez minutos. -explicó Matt.

-Sí, literalmente, estaban aquí hace medio minuto. -dijo Kate riendo. Di una vuelta sobre mí misma, pero no vi a Cam por ninguna parte.

En los altavoces sonaba fuerte Whorth It y mi cuerpo lo sabía. Adoro esta canción, es genial. Me hace bailar en cualquier situación.

Bueno, no voy a encontrar a Cam, así que mejor disfrutar de la fiesta. Cogí de la mano a Kate y la arrastré hasta la pista de baile, donde las dos empezamos a movernos al ritmo de la canción. Hacíamos caras estúpidas y nos reíamos. Las chicas ahí bailaban tan bien que te bajaban el autoestima, pero me daba igual. Me lo estaba pasando bien y punto.

Me encanta bailar. Cantando parece que mato pájaros (a no ser que lo haga medianamente bajo), pero al menos sé que bailar se me da relativamente bien.

La canción cambió y por segunda vez en la noche escuché a Imagine Dragons. No conocía la canción, pero reconocía la voz de Dan Reynolds.

Seguimos bailando un rato hasta que alguien me abrazó por atrás.

-¡Te tengo! -exclamó Cam. Me giré riendo.- ¿Dónde te metiste? Aaron estaba desquiciado, te quiere conocer ya. Piensa que no le quieres conocer.

Sonreí. A estas alturas ya tengo muchas ganas de conocerle también. Ahora mismo podría presentarme a todos de golpe. Aunque puede que no esté pensando con claridad, dado que ya llevo tres copas.

La noche siguió en la piscina. Sí, Cam me tiró. Y Matt a Kate. Y los Dolan nos vengaron cayendo en el acto. No sabía cuándo habían llegado, sólo sabía que estaban allí y que me lo estaba pasando mejor que nunca.

Fame » Old Magcon BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora