Fame » Old Magcon Boys

16.-

—¿Qué te parece hacer algo por la tarde? —preguntó Cam con la mirada fija en la tele.— Los Jacks me han preguntado si podemos quedar. Hace bastante que no les veo. —dejó de lado a Modern Family para mirarme y esperar mi respuesta. Recordaba a los Jacks. Eran dos amigos de la infancia que componían canciones, si no me equivoco. Cam siempre hablaba de ellos y de lo rápido que rapeaba uno. Siempre decía que si algún día tenía la oportunidad de conocer a Drake le hablaría de él.

—Genial, ¿qué haremos?

Cam parpadeó y echó la cabeza hacia atrás, consiguiendo que riese.

—¿Acabas de decir que sí a la primera? ¿No tendré que suplicarte, ni nada por el estilo? ¿No te negarás? ¿No tendré que arrastrarte al coche ni usar cloroformo?

—No Cam. —negué con la cabeza divertida.— Ya te lo he dicho antes, esto no está yendo tan mal. Por lo que...

—Oh Dios, gracias. —dramatizó y rodé los ojos. Me levanté del sofá y me acerqué al armario de la cocina donde guardamos todas las cosas de chocolate. Cogí un par de Oreos y volví al sofá—- Ya he quedado con ellos. —informó con una gran sonrisa.

Qué rapidez.

—¿A qué hora tengo que estar lista? —pregunté con la boca llena. Hizo una mueca de asco a lo que reí. Odia que haga eso, por lo que siempre que puedo lo hago para picarle.

—Ya. —dijo y mis ojos se abrieron sorprendida. Eso no me lo esperaba, lo admito. Me levanté rápido y corrí a mi habitación.— ¡Y ponte bikini! —exclamó antes de que cerrase la puerta de mi habitación.

—Entonces... ¿quién dices que estará?

—He avisado a Matt y a Kate, para que no te sientas tan incómoda. Te conozco y sé que te desenvuelves mejor cuando estás con geste que conoces.

Tiene razón. ¿Por qué me tiene que conocer tanto? A veces pienso que puede leer mi mente con solo verme la cara. O incluso oyendo mi voz. No puedo tener ningún secreto, ni pensar nada sin que él lo sepa.

Y eso no siempre es bueno.

—Me alegro de que vaya Kate.

—Os estáis haciendo muy buenas amigas, ¿verdad? —quitó la mirada de la carretera un segundo para mirarme. Asentí alegre.— Ya era hora de que tuvieses amigas.

—Lo sé.

—Y que no sean Sierra.

—Cállate.

Soltó una carcajada y subió el volumen de la radio cuando comenzó a sonar Me, Myself and I. Ambos rapeamos durante todo lo que duró la canción, haciendo una especie de competición. Ganó él, pero porque justo me tocó la parte que no me sabía bien del todo.

No es porque tenga una voz horrible. Ni memoria de pez. Para nada.

Al fin llegamos a una casa bastante grande y aparcamos fuera. Cuando me dijo que cogiese el bikini supuse que vendríamos a alguna casa o a una urbanización privada como la nuestra, porque no podíamos ir a la playa sin que nadie nos viese.

Es increíble como Cam cada vez es más y más conocido por todo el mundo. No creo que haya una sola adolescente en California que no sepa quien es.

Bajamos y Cam entró en la casa sin llamar al timbre, lo que me dio algo de corte. A mí no me gustaría que sus amigos hicieran eso cuando yo estoy en casa, podría estar saliendo de la ducha o dándome un festín con Oreos.

—¡Hola chicos! -exclamó Cam.— ¡Ya estamos aquí!

Cruzamos un gran salón para salir al patio trasero, donde había una gran piscina azul, separada por un pequeño camino de madera. A la izquierda había una pequeña zona que suponía que era un jacuzzi, y a la derecha un gran rectángulo, que era la piscina normal.