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Abrí mis ojos al escuchar un fuerte ruido en la planta baja. Cogí el móvil de la mesita y miré la hora: las diez de la mañana. ¿Qué estaba haciendo Cam a estas horas?

Bajé las escaleras gruñendo por la claridad y cuando abrí los ojos del todo vi una de las escenas más raras en la historia de la amistad. Cam, Aaron, Ethan y Grayson tenían los tobillos pegados con cinta y daban saltitos de un lado a otro.

De verdad, nuestra amistad es un eterno ''¿Por qué?''.

—¿Qué fue ese ruido? —pregunté frunciendo el ceño. Caminé hasta la cocina y busqué cereales y leche. Cogí un cuenco y vertí la leche, luego los cereales.

—Fue mi cara chocando contra el suelo. —dijo Ethan y me reí aún medio adormilada. Grayson, Aaron y él se habían quedado a dormir ayer de improvisto. Después de la charla que tuvimos con ellos vimos una película y algunos de ellos empezaron a beber. Matt y Kate se fueron, ya que ella podía conducir. Jack también se fue ya que había quedado con no sé quién. Los gemelos se querían ir, pero Cam no dejó que condujesen en ese estado.

Me subí a la encimera y me senté como un indio mientras ellos seguían con su carrera. La final fue entre Cam y Grays.

—¡Vamos Cam! Solo dos vueltas más. —le animé mientras que Ethan animaba a su hermano. Aaron estaba tirado en el suelo recuperándose del esfuerzo.

Al final ganó Grayson. Me acerqué a Cam y le di unas palmaditas en el hombro.

—Lo has hecho bien, si no te hubieses tropezado en la última curva hubieses ganado tú. —le aseguré.

—La próxima ganaré, y te dedicaré mi victoria. —se rió y se giró para mirar a Aaron.— ¿Tío, estás bien?

—Sí, sí. Creo que se me ha caído un pulmón, pero estoy bien. —se levantó del suelo y se acercó al fregadero. Abrió el grifo al máximo y metió la cabeza, empapando todo el suelo. Adivinad quien va a fregar luego.

—Venga ya, no puede cansar tanto. —me reí. Mi móvil sonó anunciando que me había llegado un mensaje.

Cody: Papá está desquiciado, ¿sigues pensando que no eres su favorita?

Yo: Olvídate, ya te dije que soy la oveja negra

Se siente

Cody: Ya no te queda nada para empezar

¿Te puedo llamar?

No le respondí, directamente le llamé. Tardó tres tonos en contestar.

—Enana. —saludó.— ¿Cómo te va en la gran ciudad?

—Cam me mantiene entretenida con sus chorradas. —me reí y eso hizo que los cuatro chicos se girasen para mirarme.— ¿Qué tal por casa?

Mi amigo me miró con cara de ''¿Quién es?'' y le respondí moviendo los labios: ''Cody''. Asintió y sonrió. Me hizo un gesto para que luego le dejase hablar con él.

—Zoe se va hoy. Empezará las clases pronto y quiere tener todo preparado. Había pensado en pasarme por allí antes de irme, ¿qué te parece?

—Bien, sabes que eres bienvenido. Avísame antes para asegurarme de que tengas una cama donde dormir.

—¿Cómo vas con los amigos de Cam? —preguntó divertido. Cody ha sido la única persona que me ha escuchado cuando me enfadaba con Cam, por lo que sabe lo reacia que era a conocerles. También se había encargado de hacerme saber que le parecía una chorrada.

Siempre decía que en cuanto les conociese me arrepentiría de haber sido tan terca.

—Hemos avanzado bastante, ahora mismo estamos con tres. —me reí y él me siguió. Entre nosotros se instaló un incómodo silencio, porque ambos sabíamos lo que iba a preguntar.— ¿Lo de papá es en serio? ¿Y cómo está mamá?

—Le pille a las seis de la mañana cuando volvía de fiesta. Estaba viendo fotos tuyas de cuando eras pequeña y tenía los ojos llorosos. Dijo que tenía miedo.

Tragué saliva para intentar deshacer el nudo de mi garganta, pero no funcionó.

—¿De qué?

—No lo dijo. Supongo que de perderte, o de que te hubiese pasado algo. ¿Quién entiende la cabeza de ese hombre? Mamá procura no hablar del tema, pero sigue preparando tu comida favorita todos los miércoles para la cena.

Ahora mis ojos se llenaron de lágrimas que intenté reprimir pestañeando lo más rápido que podía. ¿Por qué tendremos sentimientos? Sólo traen problemas.

—Pero Lauren sigue en su línea, tranquila. —me reí. Menos mal, la Tierra seguía en su órbita.— ¿Qué te parece si me paso por ahí en tres días? El jueves. Jugaremos al Pictureka. —me volví a reír, esta vez más animada. Cam me miraba preocupado mientras los otros tres chicos hablaban entre ellos, ajenos a las miradas que estábamos intercambiando Cam y yo.

—Perfecto, te esperaré con ganas. —sonreí. Los chicos escucharon eso y se giraron a mirarme curiosos.— Te mando la dirección. Hasta el jueves, un beso.

—Sigo siendo la oveja negra, que conste. —negué con la cabeza aunque no me pudiese ver.— Hasta pronto. —escuché que me mandaba un beso y sonreí con añoranza. Mi hermano y yo, aún llevándonos unos cuantos años y siendo muy diferentes siempre hemos tenido una alianza en la que nos protegemos el uno al otro.

—Matt pregunta si nos vemos en Sorti's. —todos me miraron como si decidiese yo. Asentí y caminé rápida hasta el baño.

—Me voy a duchar, no tardo. —me encerré en el baño y cerré con pestillo. Me senté en el suelo, apoyándome contra la puerta. Abracé mis piernas y respiré profundamente mientras la primera lágrima corría por mi mejilla.

Estuve un minuto así, hasta que fui consciente de que tenía que prepararme. Los chicos me estaban esperando fuera. Me levanté y observé mi reflejo en el espejo. Exactamente igual que mi madre, sólo que ella es rubia y tiene los ojos azules. Yo tengo el pelo castaño de mi padre, y también sus ojos verdes.

Cuando me fui de Chino Hills estaba más que enfadada con ellos por querer imponerme su modo de vida, por no pararse a entender que no iba a hacer medicina si no podía ver una aguja, por no escuchar que lo que realmente me gustaban eran los niños.

Decidí coger aquel bus sin pararme a pensar lo que pasaría. Solo sabía que tenía una plaza en la Facultad de Los Ángeles, y que seguiría mi camino, sola o acompañada.

Y dentro de la ducha lloré todo lo que no me había permitido hasta ahora porque, me gustase o no, les había echado de menos. Por mucho que no me entendieran, y por mucho que hubiesen sido unos padres más bien ausentes, no podía dejar de quererles de un día a otro. Dudo que algún día pueda hacerlo.

Fame » Old Magcon BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora