Me desperté con una sonrisa. Nada más abrir los ojos recuerdos de la noche de ayer inundaron mi mente. ¡Había sido genial! Baile, música, alcohol, amigos, más baile, mas música...
Bajé a la cocina de buen humor, encendí la radio como hago normalmente y me puse a cocinar mientras bailaba y cantaba como si me fuese la vida en ello. Desde pequeña he adorado poner la radio para todo: para cocinar, para estudiar, para ir en el coche, incluso para dormir.
Cam bajó cuando el desayuno estaba casi listo. Llevaba unos pantalones de pijama azules y una camiseta blanca. Tenía una cara de dormido que no podía con ella y cada mechón de su pelo iba hacia un lado diferente.
-Por esto adoro que vivas conmigo. Puedo desayunar algo más que cereales con leche. -rió mientras revolvía mi pelo, y por una vez no me quejé. Comió del plato de huevos revueltos y cogió una loncha de bacon.- Oye, ¿al final conociste a Aaron? Llega un punto de la noche que ya no recuerdo nada.
Cam se emborrachó tanto que Kate tuvo que conducir, ya que yo no tengo carnet, y también iba un poco pasada de vueltas.
-No, no le ví. Bueno, tampoco es que le reconozca. -me encogí de hombros y comí de mi desayuno.- Me pareció ver de lejos a Nash con el chico bandana, pero nada más. -hablé con la boca llena y Cam hizo una mueca muy divertida.
-¿Taylor? -preguntó Cam. ¿Quién? ¡Ah! ¡El chico de las bandanas se llama Taylor! Y le llamaban Taylor Swift. Sabía que había alguna broma con un cantante.
-Ajá. -me limité a contestar.
-Aaron y tú estáis destinados a no conoceros, no consigo que lo hagáis. ¡Habéis estado en la misma casa!
Me encogí de hombros de nuevo. La verdad es que sí que lo parecía. Supongo que será un cúmulo de casualidades. De todas formas, aún me quedaban un montón de amigos a los que conocer, según Grays y Kate.
-No sé, me hubiese gustado conocerlo de una vez. -mascullé.
Cam dejó de comer y me miró entre divertido y pensativo. Abrió la boca para decir algo, pero la cerró de nuevo. ¿Qué le pasa?
-¿Acabas de decir lo que yo creo que acabas de decir? -preguntó. Una sonrisa asomaba con salir de su boca. Enmudecí.
Mierda.
Sí, lo acababa de decir.
Y era yo la iba a tener que aguantar su estúpido discursito de ''Lo sabía, esto no es tan malo, te lo dije, llevas años así, yo tenía razón...''
-No será, señorita Smith, ¿que le está gustando este mundillo? -preguntó, esta vez sin intentar disimular su sonrisa. Ya sabía yo que me lo iba a echar en cara.
-¡No! ¡Cállate! -exclamé enfadándome. Cogí mi plato con lo que quedaba de desayuno y subí las escaleras lo más rápido que pude, pero Cam me siguió.
Escuché su risa y me dieron ganas de girarme para golpearle hasta que pidiese piedad.
-Vamos, admítelo. -gritó cuando le cerré la puerta en las narices.- Te gustan mis amigos, te gustan mis amigos. -cantó como un niño pequeño. Apostaría todos mis ahorros a que está haciendo uno de sus estúpidos bailes.
Abrí la puerta y, efectivamente, Cam estaba haciendo un baile de los suyos, como cuando gana a la Play.
Le quiero, pero a veces es tan... insoportable y infantil. Menos mal que me gustan los niños, porque de lo contrario no sería capaz de aguantarle.
-Deberías preocuparte porque no me gusten demasiado. -sonreí falsamente y paró de bailar. Ja.
Conozco perfectamente a Cameron Dallas, y sé que es un celoso de mierda, sobre todo con su madre y conmigo. Ya ha superado que Sierra tiene pareja estable, pero le costó bastante.
Me miró mal, pero luego volvió a sonreír y me abrazó, dándome vueltas por el aire. Le pegué en los hombros y grité para queme bajara, pero hizo oídos sordos a mis órdenes.
-¡Admite que te gusta esto!
-¡Jamás! -respondí intentando no reír.- Bájame antes de que te pegue una patada en los huevos. Juro que patearé tu culo hasta que...
-Admítelo. -repitió. Hice el amago de dar una patada y me soltó, dejándome caer. Menos mal que soy medio gato y caí de pie, porque de lo contrario Cam ya estaría muerto. O yo por un golpe en la nuca.- Admítelo. -repitió, y está vez hubo un poco de súplica en su voz.
Di un largo suspiro y miré a Cam.
-Esto no está resultando un desastre como siempre he supuesto. ¿Contento? -escuché mi orgullo cayéndose al suelo y rompiéndose en mil pedazos. Maldito Cam.
-Muchísimo. -me sonrió y me abrazó con cariño.- Venga, vamos a acabar de desayunar.
GRACIAS POR LOS 7K DE LEÍDOS KOALAS 😘
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Fame » Old Magcon Boys
ספרות חובביםBrooklyn Smith es un nombre corriente para una chica bastante particular. Ella no quiere saber nada sobre la fama. Él está metido en ella hasta las orejas. Ella se conforma con lo simple. Él es tan complejo como divertido. Ella quiere irse de casa. ...