Al otro día, Thomas me había levantado bastante temprano, emocionado, y como un niño –como no-, comenzó a comentarme sobre el entrenamiento al cual quería que asistiera.
- No creo que sea buena idea. –comenté de repente.
Su cara cambió rápidamente.
- No acepto un no como respuesta. –puso el ceño fruncido –además ¿cómo sabes si se llevaran bien o no? –agregó.
Rodé los ojos, no era muy común en que una chica se fuera a meter a un entrenamiento de una de las selecciones más importantes de la Bundesliga.
- Sabes a lo que me refiero con eso –tomé un sorbo de mi té – y que el sociabilizar tampoco.
- B ya sabes que ya no tienes quince años ¿verdad?-gruñí. – No es como si todo el mundo fuera malo y te haga daño y blah blah blah –sus manos se movieron exageradamente en frente de mí.
Comí de mi tostada en silencio, sabía lo testarudo que podía llegar a ser Thomas y nunca aceptaría un no como respuesta, me sentía bastante incómoda, y no era el simple hecho que iba a conocer a varios de sus amigos, de los cuales eran guapos, no lo niego, ni que fuera de piedra, si no que no tengo la facilidad de tener el don de la palabra para llevarme moderadamente bien con ellos.
Miró su reloj de muñeca con una mueca, terminó de tomar el último sorbo y se levantó rápidamente.
- Más vale que estés lista cuando salga del baño.
- Entendido capitán –suspiré comiendo mi último bocado de pan.
- Espero que tu humor mejore.
- Lo intentaré –gruñí, me miró mal. –Muy bien –puse la sonrisa más falsa que pude en mi rostro. ¿Feliz?
- Si –Una sonrisa demasiado grande apareció en su rostro, sonreí con sinceridad esta vez.
. . .
Algunas veces sentía que habían cambiado demasiadas cosas desde que me fui, la relación de mis padres, la monotonía sin sentido que seguía mi vida, la definición de hogar, el que Tom se convirtiera en verdad en alguien, "convenientemente más maduro", podría decirse, en fin, todo a mi alrededor había cambiado, pero lo más importante el verdadero punto de vista de todas las cosas. Era extraño que cada vez que estuviera en un viaje mi sentido de la reflexión saliera a flote.
- Una moneda por tus pensamientos
- Tendrás que tener más que una moneda –le sonreí, puso cara de pensativo.
Seguramente tratando de que sus neuronas hicieran sinapsis, creo que estaba comenzando a oler a humo, seguí mirando por la ventana al no obtener una respuesta de vuelta.
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Warrior - Manuel Neuer
FanfictionEn algún momento de la vida nuestros días serán helados, hagamos lo que hagamos, no podemos evitarlo.