Warrior - Manuel Neuer

What's this?

El cielo se había teñido de negro, dándole paso a la luna y las estrellas.

Me mecía en mi cama una y otra vez, pero no lograba conciliar el sueño.

Thomas se había marchado hace bastante, me había prometido dejar que Manuel descansara unos momentos más, luego lo mandaría a dormir a su cama, como era debido.

Pero... la conversación que había retenido con Thomas hace un par de momentos, aún seguía rondando en mi mente.

Sentía una molestia creciente por la historia, ni si quiera sabía el porqué de ello, pero en si era que no podía creer como había terminado una relación de años por una "tontería", como le llamaba Thomas, y esa tontería lo había dejado un hoyo sin salida, era algo demasiado absurdo y además no muy correcto, aun que de todas formas no tenía ni voz, ni voto en aquello.

La vida de ninguna persona era miel sobre hojuelas.

¿Quién era yo para juzgar?

Pero no podía, no podía desechar aquello, y dejar de pensar en ello, saber las razones para que esa arpía, a quien le habían dado todo, le hiciera eso a él, a ciencia cierta, sabía que aun qué el tema era totalmente de Manuel, aquello repercutía en Thomas, y ese sí era mi problema.

Entre vuelta y vuelta, mis ojos se cerraron completamente.

. . .

Tic...Tic...

Tic...Tic...

Tic...Tic...

¿Pero qué...?

Abrí los ojos lentamente, aún somnolienta, pero no había variación alguna en lo que veía, estaba sumida en la oscuridad, la poca claridad se filtraba las terminaciones de las persianas, haciéndome ver parte de la habitación y alguno que otro mueble.

Tic

Tic

Me removí entre las sábanas intranquila, arropándome a más no poder, e intentando concentrarme en que quizás por un inocente momento aquello era tan sólo era una coincidencia, pero el sonido seguía de manera desigual, no había una lógica más, parecían pisadas, sin duda alguien estaba dentro de la casa.

Abrí los ojos mucho más, mis sentidos se pusieron alerta enseguida al pensar aquello, el sonido persistía, claramente la única opción que me quedaba era que un ladrón se hubiera metido, el miedo comenzó a apoderarse de mi poco a poco.

Me levanté con toda la valentía que tenía y con sumo cuidado calzándome las zapatillas, tomé mi móvil, aún tenía la confianza de que la televisión me hubiera quedado encendida o algo así, avancé por el pasillo a paso firme, un ruido se sordo se escuchó seguido de una maldición, apenas era un murmullo, pero era suficiente para que lo oyera.